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Publicado el Juan Carlos Torres

Fracking, otra promesa incumplida de Duque

Desconociendo su compromiso en campaña, el Presidente Iván Duque cargó el “mico” del fracking en su Plan Nacional de Desarrollo, proposición que sobrevivió en el Congreso de la República, no obstante a los esfuerzos de la oposición por rechazarla y, a las investigaciones y estudios que dictan los prejuicios de esta técnica para la salud y el medio ambiente.

El antifaz leguleyo con el que camuflaron el fracking en el Plan de Desarrollo, es la “exploración y producción de yacimientos no convencionales”, palabras más o menos, se da vía libre a la producción de petróleo y gas a través de la extracción de hidrocarburos compactos a más de dos mil metros de profundidad, fracturando el subsuelo e inyectándole sustancias químicas de alta presión.

Numerosos estudios en el mundo han relacionado el fracking con la contaminación de aguas subterráneas y superficiales, el aumento de actividad sísmica con profundización de grietas en la tierra, activación de placas tectónicas y problemas de salud asociados al uso de químicos tóxicos, de ahí que dieciocho países hayan prohibido esta técnica, entre otros: Francia, Bulgaria, Alemania, Reino Unido, República Checa, España, Suiza, Austria, Italia, Irlanda del Norte y parcialmente algunos estados de Estados Unidos.

Por otra parte, Colombia no cuenta con la institucionalidad ambiental, ni con el conocimiento e idoneidad para la exploración y producción de yacimientos no convencionales, tampoco con estudios de impactos biológicos, geológicos, hidrológicos y ecosistémicos en los respectivos territorios definidos para la explotación de hidrocarburos segmentados en los cuarenta y tres bloques donde se pretende realizar la extracción empezando por San Martín y Aguachica en el Cesar y Río Negro en Santander.

Dan cuenta de la fragilidad gubernamental, las faltas de garantías para la mitigación de riesgos y la precaria atención de las emergencias ambientales y sociales generadas en los desastres de Hidroituango y La Lizama, entre otros.

Debido a su complejidad, la implementación de la técnica del fracking mereció un debate más completo e incluyente, con la participación de la sociedad científica y ambientalista, y el análisis de las experiencias del primer mundo que prohibieron o declararon moratoria frente al fracking por las evidencias de los impactos negativos a la salud y el medio ambiente.

Genera mucha suspicacia que hayan camuflado el articulado sobre el fracking en el Plan Nacional de Desarrollo, programa votado en bloque de artículos, sin un desglose para el análisis objetivo y de fondo. Fue un pupitrazo por debajo de la mesa, “encaletado” e irresponsable.

La incapacidad programática del gobierno Duque por promover modelos de desarrollo no extractivistas para dinamizar una economía sostenible nos sigue induciendo a la merced de las multinacionales petroleras so pena de los lesivos prejuicios sociales, ambientales y para la salud de los colombianos, ahondando en el irreversible cambio climático y alejándose del uso alternativo de las fuentes de energía renovables para la satisfacción de las necesidades energéticas que demanda la nación. Literalmente, rasparán la última “pega” de la olla del petróleo a todo riesgo.

Con el fracking y el uso desmedido de combustibles fósiles en actividades humanas terminaremos pagando con nuestra salud y la devastación del país más biodiverso del mundo la incompetencia del Estado, por sus malas decisiones en el campo energético y por su incapacidad de proyectar un modelo de remplazo asociado a las energías limpias y renovables como el uso de la energía solar entre otras alternativas.

No olvidemos que las grandes transformaciones sociales que fueron conquistas se dieron siempre en legítimas manifestaciones, por ello la sociedad debe rechazar categóricamente a través de consultas y protestas pacíficas el uso depredador de la tecnología fracking por cuanto representa un inconmensurable riesgo para la salud pública y el medio ambiente; y por consiguiente, constituye un crimen contra la naturaleza.  Así evitaron esta técnica en Bulgaria, Francia, Suiza, Alemania, Italia e Irlanda del Norte.

El fracking pasó de ser un asunto técnico y político a un asunto social y de interés de todos.

Twitter: @soyjuanctorres

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