HIGIENE POLÍTICA Y PARAÍSOS FISCALES
Mauricio Luna Bisbal
criminólogo cuántico
La propuesta es sencilla después de los Panamá Papers y Pandora Papers:
quienes aspiren a la Presidencia de la República deben hacer votos, no de pobreza, pero sí votos de dignidad. Por el solo hecho de ocupar tan alta dignidad, adquieren derecho a una pensión vitalicia suficiente para sus necesidades personales y familiares, en las cuales se incluyen servicios de salud y educación para sus hijos menores de edad.
Esta pensión no debe ser igual para todos los expresidentes pues no todos tienen hijos menores de edad y no todos los hijos son de la misma edad. La pensión debe individualizarse.
Como contraprestación, los Presidentes, antes de posesionarse, renuncian de por vida a la totalidad de su patrimonio personal, familiar y empresarial.
Las ventajas de esta propuesta son las siguientes:
– A la presidencia no se llega por ser rico.
– A la presidencia no se llega pobre y se sale rico.
– El Estado reconoce la dignidad personal y familiar de sus expresidentes.
– Los presidentes y expresidentes incursos en evasión y elusión tributaria, además usuarios de paraísos fiscales, pierden su pensión y pierden su inversión y rendimiento en los citados paraísos.
– Eso sí, no deben ir a la cárcel porque pueden corromper a los demás presos; tendrán casa por cárcel durante un tiempo igual al de su gobierno.
Me fundamento en la opinión de dos ilustres economistas: Juliana Londoño y Mauricio Cárdenas Santamaría. Además incluyo en el tercer enlace un
» cartón» de Garzón, dibujo muy pedagógico para todos quienes deseen profundizar en la comprensión de lo que significa un paraíso fiscal para un país y para sus ciudadanos «submarinos», esclavizados y doblegados en el fondo del mar.