Unidad Investigativa

Publicado el Alberto Donadio

¿Vampiros?

¿VAMPIROS?

Por Alberto Donadio

Es grave que Iván Duque llame vampiros a los bancos. Es posible que estén demorando los créditos garantizados por el gobierno y debe corregirse ese cuello de botella, pero es muy fácil hacer populismo a costa de los banqueros, que no son la profesión más antigua del mundo pero sí la más desprestigiada.

Lo verdaderamente grave es que el gobierno no está inundando de liquidez la economía. En este momento en que la liquidez se frenó, el gobierno debe suministrarla a manos llenas, incluso repartiendo dinero a título de donación, obsequio o regalo, como se está haciendo en los Estados Unidos donde toda persona que gane menos de 75.000 dólares al año recibe 1.200 dólares, aunque no haya perdido su empleo.

Aquí tenemos anuncios insuficientes de ayudas y amenazas de subir los impuestos como propuso Alberto Carrasquilla al hablar de una nueva reforma tributaria y Claudia López al pedir un impuesto sobre el patrimonio.

Si se le quita dinero a personas o empresas que ya están ilíquidas se les condena a la muerte segura. Las ruedas del molino de la economía están secas, se necesita aceite (dinero) para que sigan girando.

Llamar vampiros a los bancos es puro lenguaje populista típico de un Nicolás Maduro. Los bancos no pueden regalar plata, ni ponerle el hombro a la crisis. Son simples intermediarios y comisionistas, es cierto que ganan demasiado, pero desviar la atención hacia las entidades financieras sirve para encubrir las fallas del gobierno.

Las medidas de salud pública son justificadas aunque drásticas pero tienen que ir acompañadas de un respirador para empresas y personas naturales. Pero todavía se sigue discutiendo si se puede pedir un préstamo al Banco de la República. Por supuesto hay que pedirlo, ya llevamos un mes de cuarentena y todavía dicen los altos funcionarios del gobierno que solamente se haría eso en última instancia. Es una imprudencia. Esa tardanza es tan grave como reabrir los estadios.

Miremos qué puede pasarles a los bancos si el gobierno no irriga con dinero la economía. Hasta hace tres meses un préstamo de un banco a un exportador de flores era considerado prudente y sólido, pues el negocio tiene trayectoria en el país. Hoy prestarle plata a un exportador de flores es de alto riesgo. El día que termine la cuarentena ese exportador no sabe si va a poder vender flores en Miami. Posiblemente no, o posiblemente muchas menos flores. El crédito que tuviera desde antes tal vez no lo va a poder pagar al banco. Podría tener que cerrar. Entonces el banco tiene que pagarse con las instalaciones del cultivo, con lo que tenga el deudor, con puras rosas, y registrando así una pérdida.

Si el gobierno sigue sin repartir dinero a manos llenas y la situación del exportador se multiplica por miles de casos, podríamos llegar a un escenario en que el banco tenga tanta cartera mala (créditos que no le pagan) que el banco no pueda atender los retiros de los depositantes.

Ese banco podría quebrarse. Supongamos que se quiebra un banco pequeño. Los clientes van a las sucursales y las encuentran cerradas. Fogafin les responde con 50 millones de pesos por cuenta, monto máximo del seguro de depósitos. Un cliente de otro banco ve que ese banco pequeño se quebró y lógicamente lo primero que hará es dirigirse a su banco, que puede no tener problemas, para retirar su plata, por precaución. Si eso se repite por miles de clientes puede darse una corrida de depósitos, es decir, miles de personas al mismo tiempo van a retirar sus saldos. El banco no tiene cómo atender esos retiros masivos. El pánico contagia todo el sistema financiero.

En lugar de hablar de vampiros Iván Duque tiene que inundar el país de liquidez, para que el virus del pánico financiero no llegue a ser más adelante un problema ese sí imposible de controlar con cuarentenas y tapabocas. Los bancos todos se van a resentir con la depresión económica que estamos viviendo. Es imposible que no sea así.

Tomemos el caso de Corona, una empresa de mucha historia, innovadora, bien manejada, con unos veinte mil empleados. ¿Qué banco no le prestaría plata a Corona? Pero Corona hace más de un mes no vende lavamanos ni sanitarios. Corona resiste uno, dos, tres meses sin ventas, pero no indefinidamente. Como no resiste ninguna empresa. Si el gobierno no garantiza los préstamos que tenga Corona, si el gobierno no compra la cartera de Corona, es decir no compra las facturas que le deben a Corona, ¿Cómo puede hacer la compañía para no tener que despedir personal?

No se requieren créditos, se requiere repartir dinero a manos llenas a todas las familias y auxiliar a las empresas grandes y pequeñas. Iván Duque no sería capaz de manejar una crisis financiera de gran envergadura en que se reviente uno solo de los bancos del país. Mucho menos si se revientan dos o tres.

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