Unidad Investigativa

Publicado el Alberto Donadio

¿Y los hombres maltratadores?

Por Angélica Vivas B.

NO TE DEJES GOLPEAR Y DENUNCIA, LOS DOS MANTRAS CON LO QUE LA SOCIEDAD RESPONDE A LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Por: Angélica Vivas B.
La noticia en boga  por esto días sido la golpiza de la fue objeto en México una actriz colombiana a manos presuntamente de su novio, también colombiano. Varias cosas nos deberían preocupar de esto: El altísimo incremento de las tasas de violencia de género, la negligencia de las autoridades para dar curso a los protocolos de atención en estos casos, la indiferencia de las personas que presencian estos abusos y que insisten en argumentar que esos son problemas de pareja que luego se resuelven bajo las sábanas, y un largo etcétera.
Pero me referiré puntualmente a dos cosas. La primera es que, todas las voces de apoyo a esta mujer (que para efectos mediáticos simboliza a todas las mujeres) invitan a denunciar, a que seamos valientes y denunciemos el maltrato. Pero cuando invitamos con tanta insistencia a las mujeres a denunciar, en realidad lo que legitimamos es la idea: «Como las van a seguir maltratando, las invitamos que denuncien, les informamos cómo y dónde hacerlo».
Pero ni una sola voz llama la atención de esos hombres maltratadores. Nadie invitándolos a replantear la naturaleza de sus afectos, su necesidad de dominación, sus actitudes violentas; nadie persuadiéndolos de buscar ayuda profesional para sus celos enfermizos y su agresividad. Nadie convocándolos a desarrollar patrones de confianza, a replantearse la permanencia en una relación de pareja si no se siente dignificado y valorado.
Contrario a ello lo que hacemos es invitar a las víctimas a denunciar, y con ello ponemos de nuevo en las mujeres  la responsabilidad de su propia seguridad (que es la seguridad de por lo menos, la mitad de la sociedad) pero, además y aquí va mi segundo cuestionamiento, les recomendamos, les ordenamos, les advertimos: No-Se-Dejen-Golpear.  ¿Esto qué significa? Pues básicamente lo que significa es: No. A ti no te golpeó tu novio. Tú te dejaste golpear de tu novio. Entonces es tu culpa, tu responsabilidad, tu decisión.
Tengamos presente que, esta no es una cultura que tenga especial interés en preparar a las mujeres para la lucha o el ataque; ni siquiera para la defensa. Continuamos considerando que los escenarios de formación de los niños son hacia fuera, con balones y deportes de contacto y de las niñas hacia dentro con muñecas, cocinitas y maquillajes. ¿Qué se supone entonces que debe hacer una mujer mientras un hombre la retiene en un cuarto y la ataca? ¿Cómo se supone que No-Debe-Dejarse-Golpear? ¿Cómo debe responder para que además no vaya a ser incriminada por Haberse-Dejado-Golpear? Por-Haber-Permitido-El-Abuso.
Revisemos estas posturas que ningún favor nos hacen como sociedad y que encubren y hasta incentivan la conducta del maltratador; lo legitiman y le dan potestad para que su comportamiento se perpetúe.  Empecemos a llamar la atención de los maltratadores; esos que son nuestros amigos, nuestros familiares. Esos que, de hecho, están leyendo esto.

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