Escribe DMJ:—
Don Alberto, Soy un docente de la Universidad Industrial de Santander desde ya hace varios años, le escribo para negar las afirmaciones hechas por el ingeniero Rodolfo Hernández, alcalde de Bucaramanga, en las cuales este afirmaba que el costo promedio de un estudiante en la UIS superaba los 20 millones de pesos, diciendo que saldría más barato cerrar la universidad, vender el lote y enviar a todos los estudiantes a estudiar a la Sorbona en París, creo que el señor alcalde se apresuró a dar afirmaciones falsas sin ningún fundamento, la UIS a pesar de ser una institución con muchos problemas de financiación debido a que el gobierno en los últimos años no ha cumplido con mejorar el aporte económico para el desarrollo de nuevas investigaciones, de nuevas tecnologías, se ha superado, una prueba de esto son los 22 grupos de investigación que están entre los mejores del país según Colciencias, la uis es piloto de una edificación verde que es un modelo para américa latina como lo reflejaba hace poco vanguardia liberal en uno de sus artículos, el Edificio de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UIS es considerado por la Nación como una de las edificaciones más ecológicas y sostenibles de Latinoamérica, es verdad que la UIS en los últimos años se ha politizado como afirman algunos, pero esto no significa que esta no esté cumpliendo con la labor social que tiene, en comparación con muchas universidades privadas, el aporte de la UIS es enorme al país, el nivel académico y de rigurosidad sobrepasa por mucho al de muchas otras universidades de la región, sus estudiantes se tienen que esforzar el doble o el triple de lo que lo hacen los estudiantes de las universidades privadas, estas cuentan con un mayor ingreso de recursos y aun así el aporte a la ciencia y la tecnología para la región es casi nulo, en resumen la UIS es un bien público, que le da la oportunidad a las personas más desfavorecidas socialmente de formarse y crear un mejor futuro para ellos y sus familias, por eso invito al ingeniero Rodolfo Hernández que antes de hablar piense lo que va a decir, como dice el adagio popular es “mejor estar callado y parecer un idiota que hablar y confirmarlo”.