«Las causas más frecuentes y comunes de la corrupción, se encuentran, entre otras, en la indiferencia, falta de control y de reproche de los ciudadanos sobre el manejo de la cosa pública. Las prácticas corruptas se han tornado en conductas cíclicas y generacionalmente reiteradas ante los ojos impasibles de nuestra sociedad, ocasionando daños graves no solo económicos sino también a los valores, a la ética y a la dignidad colectiva del país, particularmente a los colombianos menos favorecidos, al seguir condenándolos a la segregación, inequidad y la pobreza. Si se construye una barrera para la participación de las víctimas, la sociedad permanecerá inerme ante delitos de alto impacto social.»
El párrafo encomillada es del magistrado Luis Armando Tolosa de la Corte Suprema de Justicia. Hace parte de un salvamento de voto del año 2017.