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Publicado el Alberto Donadio

«Adversarial»: palabrita fatal

» ADVERSARIAL «: PALABRITA FATAL.

                                                         Por  Mauricio Luna Bisbal.
                                                                  criminólogo cuántico.

» Adversarial» es una palabra nacida con la reforma del procedimiento penal en la cual se estableció el sistema acusatorio de la ley 906 de 2004.
Esta palabrita se puso en boca de todos los funcionarios públicos de todos los niveles de la Fiscalía, de los Juzgados y de la propia Corte Suprema de Justicia.
Esta palabrita tiene su acta de nacimiento en el enfrentamiento a título de
» adversarios» entre el fiscal investigador y el abogado defensor. Y por esta razón, los fiscales, meros sujetos procesales, fueron elevados equivocadamente a la condición de partes como si las consecuencias de las decisiones judiciales los castigaran personalmente en sus bolsillos y en su locomoción.
En la práctica, el litigio ha demostrado que, en algunos casos, no siempre, desde luego, los fiscales no solo ejercen como partes sino como verdaderas partes beligerantes, para quienes el adversario debe ser derrotado, por sobre toda otra consideración.
Se ven casos en los cuales los fiscales no entregan a los jueces de garantías ni a los jueces de conocimiento, los elementos probatorios que según estos funcionarios, puedan favorecer a su adversario.
La consecuencia es clara: la gran sacrificada en este duelo extemporáneo propio del medioevo es la verdad. Para derrotar al adversario se utilizan diversas y ocultas tácticas nocivas las cuales no solo desinflan la verdad sino también inflan las estadísticas, cifras que muchas veces distorsionan la vocación sublime del imparcial administrador de justicia.
Entiéndase bien: en la leal y ecuánime administración de justicia, no hay lugar para adversarios. Todos deben colaborar para aportar luz a la investigación y al juicio.
Sí. Todos colaboradores: fiscales, abogados, jueces, peritos, testigos. En esto consiste la majestad de la justicia. Lo contrario es manipulación.
Por si fuera poco, la fatal palabrita » adversarial «, no existe en la lengua Castellana – española -. Es un fatal anglicismo que hizo metástasis en la mente de nuestra administración de justicia.
Lo anterior no significa que sea forzoso el » unanimismo » . Todo lo contrario: la palabra mágica es » controversial «. 
Hay elementos probatorios, ojalá abundantes; hay pruebas, ojalá abundantes, pero todo sobre la mesa y sobre la balanza, sin el virus fatal de la estadística acomodaticia por un distorsión de la conducta procesal de un sujeto procesal que jamás parte, con efectos personales sobre su locomoción o su bolsillo.
No soy mejor ni más honesto funcionario por tener alto número de medidas de aseguramiento, de acusaciones y de condenas. Esta es la trampa del paradigma culpabilista en la legislación penal: si hay acusación y condena, demuestro mi honestidad como funcionario pues el público sabrá que no recibí dinero. Por el contrario, si hay absolución, mi honestidad quedará en duda.
De ahí la necesidad de una legislación penal sustancial fuera del paradigma culpabilista. No se trata de buscar culpables; se trata de buscar equilibrios con acceso a niveles superiores de organización social. Este es el nuevo paradigma cuántico.
Los  duelos «adversariales» del medioevo se acabaron en el medioevo.
¡¡ Entramos al año 2021 !!

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