Una mente variante

Publicado el una mente variante

Una respuesta amorosa a esa abrumadora necesidad de ser yo

El bombardeo incesante de información que nos invita a generar cambios en nuestra vida, a reinventarnos, a reconocernos o a volver a empezar, está generando un efecto no deseado: nos está llevando a evitarnos, a desconocernos o a no intentar conectar con nosotros mismos. Como todo con la mente: si lo conviertes en algo repetitivo termina siendo ruído de fondo y si el mensaje es incisivo, terminas en modo “zapping” cambiando de canal y distrayéndote con algo más.

No es malo ni bueno, simplemente es. Todo aquello que está intentando unirnos, reconectarnos, ayudarnos a ver las cosas de una manera distinta, nos está vendiendo una búsqueda de respuestas inmediatas y cambios extremos, de forzarnos a ver desde la mente lo que sólo percibe el alma… nos está llevando a desnaturalizar la vida misma y a convertirla en el resultado del sobreanálisis o de los 10 pasos para:__________.

 

El llamado que no se ignora, pero que no te obliga

Todos experimentamos (muchos) momentos en los que sentimos que necesitamos reconectarnos con nosotros mismos, pero muchas veces lo ignoramos, porque es más fácil atender al piloto automático que descubrirse en lo que cada uno es, porque es más fácil anestesiarse de todo aquello que no toca la herida, de todo lo que incomoda.

Años de evasión nos tienen aquí, en esta situación particular que vivimos con nosotros mismos y con nuestros miedos, buscando “distraernos” o “reconectar con nuestro interior”, en el momento justo en el que el alma necesita estar más presente en nuestro diario vivir, para lograr el bienestar que creemos que perdemos, para conectar con la paz que creemos que no existe, para sentir todo aquello que no hemos experimentado antes.

 

El llamado del alma existe para que llevemos la mirada a lo que somos en esencia desde el lugar que más natural se nos dé, para que seamos más coherentes con lo que sentimos, pensamos, creemos y decimos, para que exploremos la relación con nosotros mismos a profundidad y para que gocemos de la experiencia del otro sin apegos, sin envidia, sin miedo, sin cohibirnos y sin dejar de ser quienes somos.

La naturaleza amorosa del llamado de nuestra alma requiere una atención que venga desde esa misma intención, que respete su ser amoroso y abierto al cambio y a la mejora constante y que no esté relacionada con el tiempo, ni con las expectativas, que no tenga manual ni letra menuda. Nos necesitamos brindánonos amor ahora y reconociéndonos en lo que somos desde el ser lo maravilloso que nos habita.

 Sin la presión de “ser yo”

La mente te puede vender la presión por reconocerte, te puede poner en jaque o te puede juzgar por no haberte conocido en lo que eres, en lo que sientes, pero espera… esto no se dá de la noche a la mañana, esto no se vive de afán, esto no tiene fórmula mágica ni parámetro de medida. Esto es un proceso en el que cada uno de tus días, tus elecciones y el amor que te brindas es importante, vital, definitivo y muy importante.

Alimentar la búsqueda puede alejarte de ti cuando intentas verte a la luz de la mente, cuando intentas descifrar todo lo que has experimentado en vez de entregarte a vivirlo con el corazón abierto y en reconocimiento de tu grandeza.  Conectar con el valor de tus decisiones, con las emociones que sientes, con la información que te rodea independientemente de los juicios o los miedos que tengas, te ayudará a ver que dentro de todo lo que has vivido se encuentra todo eso que te empeñas en buscar desde lugares que te hacen daño, te juzgan o te reducen a cifras, tareas, obligaciones o tareas que debes cumplir.

El resultado de la búsqueda no es más que el equilibrio, el reconocer la alegría de ser tu, el llenarte de plenitud paz y gozo con la persona que eres, y el saber que por encima de todos te tienes a ti, y que en ti y en tu bienestar está todo aquello que te puedes brindar para mejorar tu calidad de vida, que se irradiará naturalmente a quienes te rodean. ¡No te obligues a buscar, concéntrate en ver(te) con amor, porque lo fundamental está al alcance de tu mirada, más cerca y evidente de lo que te imaginas!


Recuerda que…
Tus días traen más información de la que imaginas y mucho de eso que estás revolviendo en el pasado puede ser sanado ahora, y es justamente el ahora el que se te muestra con todo aquello que puedes manejar y vivir sanando lo que has sido y generando pequeños cambios que te ayuden a vivir de una manera distinta, más amorosa contigo y con lo que eres. Así que detente un poco y si dentro de ti no existe la necesidad de “devolverte en el tiempo” no lo hagas, concentra tu energía en lo que estás creando ahora y permítete vivir desde un lugar mas amoroso con tu ahora (porque es desde este lugar que tu pasado es transformado).

 

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