Una mente variante

Publicado el una mente variante

Perderse del todo y perderse en las partes

Cuando se observa tanto la vida muchas cosas van dejando de ser una simple experiencia más y se convierten en un ¿por qué?, ¿para qué?, ¿qué sentido tiene?, “no vale la pena”, “siempre me pasa lo mismo”, y así escalamos en nuestra mente hasta que nos perdemos.

Hace un par de meses me llevé a un intenso momento de introspección (un par de meses, te puedo confesar) en el que muchas cosas salieron a flote, en el que pude reconocerme perdida como antes había estado ya, pero perdida desde un lugar muy diferente: desde el reconocer que sólo al estar perdida iba en el camino correcto a encontrarme en lo que soy, sin el velo de los juicios que antes me ponía encima y que me nublaban la vista.

En esta oportunidad perderse fue el milagro que necesitaba para aprender a verme desde el amor incondicional libre de juicios, perderse fue esa oportunidad maravillosa que me ayudó a reconocerme un ser más expansivo de lo que creía, a verme como una persona lleno de juicios que minimizaban no sólo su alcance y su poder, sino su relación con otros y consigo misma.

Perderme fue el regalo más grande que me pude hacer y a la vez fue una de esas experiencias que quiero compartir contigo, porque puede serte útil:

Entre algunos de los hallazgos de este momento de la vida te comparto desde mi experiencia, que:
• Perderse es un regalo para el propósito
• Perderse no garantiza encontrar una respuesta “a la vida misma”
• Perderse no es perder, ser perdedor o estar en el abismo de la vida sin sentido
• Perderse es una poderosa arma de transformación si se cuenta con ayuda para verlo o con la intención de aprender de lo que está sucediendo en la propia vida,
…y perderse en las partes:
• Es encontrarse cara a cara con los miedos que tenemos y una invitación a darles trámite
• Es una trampa porque es una invitación a justificar el no avanzar, el no moverse
• Es un regalo cuando sabemos cómo salir de ese estado y no convertirlo en una definición de nosotros mismos
• Puede convertirse en la cara que vendemos a otros, en ese argumento por el que no hacemos cosas diferentes

 

Perderse, uno de los “males” de este milenio

Como muchas de las cosas que estamos viviendo, perderse se ha convertido en otro de esos “males” que se están volviendo normales en nuestro día a día, cada vez son más las personas que se encuentran cara a cara con eso que les preocupa, les enreda la vida o les invita a cuestionarse, pero en nuestra naturaleza mental… nos llevamos al extremo de perdernos, para conectar con lo que somos.

Para dejar de abrumarnos con este momento de la vida:
1. Reconoce que no es malo perderse
2. Identifica patrones, situaciones que se repiten o que destaquen dentro del día a día, para ver qué información traen
3. Observa en qué aspectos de la vida está generándote cambios o consecuencias
4. Acepta que es una etapa más que está hecha para ser superada
5. Cuida las relaciones con quienes más amas (en ellos hay claves importantes para salir del momento que estás viviendo y para reconocerte en lo que eres)
6. No te juzgues por no sacarte de ese estado rápidamente (sin embargo… si te está tomando mucho tiempo y estás empezando a ver que se sale de control o que no quieres salir de allí, pide ayuda)
7. Pide ayuda profesional, cuando sientas que la retroalimentación que recibes de quienes te aman: no te está siendo útil, es difícil de cumplir, es repetitiva en el mensaje, te pide un cambio inmediato, se burla de tu situación o de alguna forma sientes que no comprende tu momento. Recuerda que una persona ajena a tu situación puede serte útil para que veas las cosas desde una perspectiva diferente y para que te haga el paso a paso de regreso, más fácil.

 

Perderse para aprender a conectar con lo obvio

No es necesario perderse para reconocerse. Sin embargo, al ser una elección de cada ser para aprender y llevarse a otro momento de la vida, como resultado tiene una increíble conexión con eso que ya ha estado ahí, pero que por ciertas circunstancias de la vida termina siendo imperceptible.
Así que reconocerse luego de perderse, termina siendo una experiencia de conexión hermosa con eso que siempre hemos sido, con las obviedades que te hacen la persona que eres; es una reconexión poderosa con todo lo que está lleno de información de tí, con eso que es obvio para los demás pero que tras ser observado y sobre analizado, termina siendo algo no valorado por ti mismo.

Si no te has llevado a perderte o si estás en ese punto en el que estar perdido es algo de tu día a día, mírate con infinito amor y reencuéntrate desde lo obvio, desde lo poderoso que siempre has sido, desde el verte en tu totalidad con eso que “no crees que valga” y con eso que has estado subestimando en ti desde hace tiempo ya. Si quieres que te ayude a hacerlo y que te acompañe desde la energía del amor incondicional de los ángeles a lograrlo, escríbeme a: [email protected], estoy a tu servicio.

 


Gracias por regresar conmigo a este espacio de transformación desde la palabra, a este espacio para hacerse la vida fácil desde el abrirse a la divinidad, a este espacio de bajar la guardia ante lo divino para permitirse ser el amor que se es.
Me hace feliz regresar, me hace feliz volverme a encontrar entre las palabras que canalizo para ti, me hace aún más feliz compartir mi experiencia viviendo la información que llega a mí para ser compartida, así que iré paso a paso integrando para compartirme desde ese lugar de SER la información.

Comentarios