Educadora colombiana que transforma vidas con pedagogía, creatividad y fe en Los Ángeles

Con una trayectoria de 19 años dedicada a la enseñanza, Jenny Neira Cárdenas ha demostrado que la educación puede ser un puente entre la mente, el corazón y la esperanza. Lo que comenzó como un trabajo auxiliar en un jardín infantil de Bogotá, hoy se ha convertido en una misión de vida que une la pedagogía, la neuroeducación y la fe cristiana en beneficio de las familias latinas en Estados Unidos.

Su historia educativa inició en el Jardín Infantil Universo Mágico, donde descubrió su vocación por la docencia y decidió formarse como Licenciada en Pedagogía Infantil en la Universidad El Bosque. Desde entonces, ha trabajado en reconocidos colegios colombianos como Santa Rosa de Lima, Nuestra Señora de Chiquinquirá, Centro Educativo Los Andes y Bosques de Sherwood, dejando huella con métodos didácticos innovadores basados en el juego, la música y la creatividad.

Entre sus aportes más destacados se encuentra el proyecto “La música como estímulo en la escritura”, premiado por su impacto pedagógico al demostrar cómo los ritmos y emociones pueden activar la imaginación y la producción escrita en los niños.

“La música toca emociones y activa zonas del cerebro que despiertan la creatividad; cuando un niño escribe inspirado, no solo aprende palabras, aprende a pensar”, afirma la educadora que ha sido reconocida por su talento extraordinario y sobresaliente.

Su carrera trascendió fronteras al llegar a Estados Unidos, donde continúa su formación académica en el Condado de Los Ángeles, California, cursando un Máster en Administración Global de Negocios en Western Covenant University. Actualmente, desarrolla una labor extraordinaria apoyando voluntariamente programas de formación familiar, talleres para padres y proyectos de educación emocional y espiritual que fortalecen los lazos familiares y de la comunidad.

Además, forma parte de la Organización de Iglesias Bautistas Americanas Latinas de Los Ángeles, Suroeste y Hawái, donde voluntariamente colabora en la planificación de eventos educativos y conferencias para niños, familias y docentes. Su enfoque combina la pedagogía, la neurociencia y la espiritualidad, promoviendo la formación integral de las nuevas generaciones.

Su labor como su talento extraordinario y sobresaliente han sido reconocidos con distinciones internacionales como el Premio Líder Internacional por su trabajo comunitario en el Condado de Los Ángeles, el Premio Anton Awards 2025 como Educadora del Año por su excelente labor como docente —evento realizado en República Dominicana— que se transmitió internacionalmente por Enlace TV, ABC TV, Señal de Vida TV, Audaz TV y 26 televisoras regionales en Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y Estados Unidos, reunió a grandes personalidades del ámbito educativo, artístico y social, destacando el extraordinario compromiso de líderes que inspiran a través de su vocación.

También recibió un reconocimiento del Máximo Galardón Colombia Educadores, otorgado por la Federación Interamericana de Periodismo “por su sobresaliente trayectoria y aporte a la educación en el exterior, ejemplo de dedicación, vocación y servicio”.

“Educar es mucho más que enseñar —explica—, es acompañar el crecimiento del alma y la mente, sembrando pensamiento crítico y valores que transformen vidas”. Su sueño actual es escribir un libro que fusione la neurociencia y la pedagogía para enseñar a padres y docentes cómo desarrollar el pensamiento crítico desde la primera infancia hasta la adolescencia.

Desde las aulas de Bogotá hasta los espacios de formación en el Condado de Los Ángeles, su historia es un testimonio de vocación, resiliencia y propósito: la convicción de que cada niño tiene una mente brillante y un corazón capaz de aprender con amor.