“Hay un sabio dicho que dice que las heridas no duelen tanto cuando se hacen, sino cuando están cicatrizando. Por esta razón cuando alguien nos ha herido, es difícil pensar en perdonar.”
En la Biblia, la palabra “perdonar” significa literalmente “dejar pasar”. Perdonar significa disculpar a alguien que nos ha hecho daño o no darle importancia a la falta que cometió con nosotros. Perdonamos a otros cuando dejamos de guardar resentimiento y no insistimos en pedir una compensación por el daño que nos hayan hecho o por la pérdida que hayamos podido sufrir.
No poder perdonar nos genera sentimientos negativos como la rabia, el rencor y el odio.
A veces es tan complicado perdonar, que llegamos a acumular tanto resentimiento y odio hacia esa persona que nos ha herido, que le deseamos lo peor. Estos sentimientos son nocivos para nuestro corazón, ya que lo van endureciendo y lo amargan. Pero lo peor de todo es que impiden que la herida hecha por esa persona cicatrice.
En diferentes momentos de nuestra vida nos veremos abocados a la tarea difícil de perdonar, y no es una acción sencilla. Cuando atravesamos una situación en la que no podemos perdonar, nunca nos sentiremos tranquilos. Por ello buscar el perdón es el principal medicamento para liberar nuestra alma del rencor.
¿Cómo perdonar a alguien que nos ha hecho daño?
R/ Simplemente es cuestión de convicción.
Para poder perdonar es vital tener en cuenta lo siguiente:
- Perdonar no sólo implica decir: “te perdono”. En ocasiones podemos creer que hemos perdonado, pero al tiempo estamos esperando el momento en que nos podamos vengar. Perdonar es un proceso que va más allá; en donde tiene que estar conectada tu mente, sentimientos y acciones. Nada de esto debe ir por separado. La tranquilidad que genera en tu alma el perdón ayuda a que tu mente pueda respirar tranquila y que puedas experimentar nuevamente la sensación de paz en tu interior.
- Hacer una análisis de consciencia. Cuando una persona hace algo que nos genera dolor, parte de la culpa recae en nosotros, por lo que también es importante tomar consciencia de ello y aceptar si nosotros tuvimos algo que ver en la situación. Por otro lado, si al examinar el hecho te das cuenta que no tuviste nada que ver, siéntete tranquilo; que sea la vida la encargada de pasar la factura y no tú.
- Reconoce que tienes una herida que tarde o temprano debe cicatrizar. En cualquier proceso de catarsis, es necesario dejar a un lado la negación ante un hecho, ya que eso te ata y te impide dar el siguiente paso. Es de importancia aceptar que hay que doblar la página. No reconocer que hemos sido heridos o vulnerables ante alguien, incrementa los sentimientos negativos y acumula rencor; lo cual es peligroso y le hace daño a tu salud física, emocional y mental.
A veces nos aferramos a sentimientos negativos que aunque sepamos que nos hacen daño, no los dejamos ir.
- Toma la decisión de perdonar. Sentir que llega el momento de liberarte del pasado, y elegir llenar tu vida de amor y comprensión; es la mejor decisión que puedes tomar. También aceptar tus errores y antes que nada, perdonarse a si mismo; atrae hacia ti sentimientos de paz y tranquilidad. Lo que te ayudará a salir de ese túnel de emociones negativas al cual nunca debiste entrar.
- Lucha por perdonar. Perdonar no sólo implica reconocer la necesidad de perdón y tomar la decisión de perdonar. Es de vital importancia tener la constancia de haber perdonado y es crucial no volver a experimentar el sentimiento de venganza, ya que es contraproducente meter el dedo en una herida que ya está cicatrizando.
- Vuelve a ser tú. Hay personas que nos pueden dañar el alma, convirtiéndonos en seres distintos a los que hemos sido siempre. Nunca debemos cambiar nuestra esencia, nuestros buenos sentimientos y acciones, sólo porque alguien en algún momento las echó a perder. Las demás personas no deben ser culpables de las acciones de otros y tampoco tu nobleza se debe perder porque una persona basura no te valoró.
En esta vida nada es gratis, ni siquiera el amor. Todo tiene un precio y tarde o temprano pagamos todo lo que hemos hecho mal y alguien cobra el daño que nos hicieron. Quizás el tiempo no sana rápido las heridas y el viento no se lleva fácilmente los malos recuerdo, pero qué bonito es dejar a un lado eso que tanto nos hizo daño y sentir el perdón.
¡Para ser feliz hay que tener mala memoria!
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Alvaro J Tirado
Este espacio es dirigido por Alvaro J Tirado. Odontólogo/ Rehabilitador Oral y periodista de oficio. Actualmente escribe para varias comunidades de blogs en importantes medios de comunicación del país y a través de redes sociales.
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