Tributos y Atributos

Publicado el

¿Cuál es la urgencia de la Reforma Tributaria?

Hace cerca de 30 días el Gobierno Nacional radicó un proyecto de Reforma Tributaria. Desde ese momento, el propio de ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas, ha tenido que aclarar varios de los temas de la Reforma que en opinión de expertos y otros no tanto, no son muy claros. De hecho, el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, ha tenido que salir a reforzar el tema de la iniciativa que apenas fue abordada hace una semana en las comisiones económicas del Congreso. La tarea de mercadear la Reforma ha sido muy juiciosa en todos los frentes de Gobierno.

El tiempo pasa y vale la pena preguntarse si dentro de las responsabilidades que tiene el legislativo, está la de abordar el proyecto de ley con tal ligereza que apenas seis semanas o18 días de Congreso son suficientes para ello. Siendo responsables, la respuesta es un rotundo NO.

Recientemente en un encuentro organizado por ANDESCO, expertos tributaristas y hasta reformistas, porque dos de ellos han tenido la tarea de hacerlo, se quejaban de lo confusa que resultaba esta iniciativa. La intención es buena, pero la redacción es pésima, dijo uno de ellos, quien además agregó, cuánto tiempo le va a tomar a los congresistas leerla y entenderla.

Estaban en el encuentro, Lucy Cruz de Quiñones, Julio Roberto Piza, Carolina Hoyos y Julián Jiménez, entre otros.

Precisamente Cruz de Quiñones, hizo parte del equipo que durante más de un año trabajó, externamente, en el tema de proponer una reforma tributaria estructural, la que en su momento defendía el ex ministro, Juan Carlos Echeverry. Ella misma señaló los problemas de redacción y presentación de la Reforma y hasta llegó a decir que en el articulado no se plasma ni siquiera el 20 por ciento de lo que se hizo, lo que generó algún desconcierto en el auditorio.

Sea lo uno, o se lo otro. Que la Reforma esté bien planteada, o que por el contrario, tenga deficiencias, lo cierto es que el tiempo pasa y en el Congreso de la República, están ya bien montados, en que rendirán una ponencia favorable, con algunos cambios; que la discutirán en comisiones conjuntas en una semana de debates y que pasarán a las plenarias de Cámara y Senado, para otra semana de discusión y más bien de poco análisis. A partir de ahí, terminarán en una sesión de conciliación, justo cuando el país entra en fiestas decembrinas. El guayabo por lo aprobado y lo conciliado vendrá en enero, cuando el país tendrá un régimen tributario para declarar renta, otro para realizar los aportes a la seguridad social, uno más para declarar y pagar el IVA y una que otra sorpresa que surgirá durante el encuentro donde los congresistas que son tan creativos, ratifican ese viejo principio de la tributación según el cual, no hay impuesto sin ley.

Maratónica tarea para cambiar el sistema tributario colombiano, introduciendo reformas económicas que tocarán el bolsillo de contribuyentes directos e indirectos, así con el mercadeo de la iniciativa se pretenda introducir el argumento que se trata de otra de las iniciativas para la Prosperidad Democrática y nada que ver con los pobres.

Qué bueno que haya una reforma y que malo, otra vez, que se de esta forma. Justamente por estos temas es que el Estatuto Tributario de hoy es como diría otro reconocido tributarista, un queso chambourcy (lleno de huecos por todo lado)

Ayer o mejor en el pasado, fue la urgencia del recaudo. Hoy, en el presente y sin urgencia de recaudo, ¿qué és? Propongan sus respuestas.

[email protected]

Comentarios