El señor llegó sin hacer mucho ruido hace ya casi un año a Guatemala para asumir el puesto de comisionado de Cicig -Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala-.
Cicig es una institución de Naciones Unidas en Guatemala creada en conjunto con el gobierno del país para apoyar (enseñar) al Ministerio Público (fiscalía general) y al Ministerio de Gobernación (del Interior) cómo es que se investiga y se persiguen la corrupción, las estructuras ilegales y los poderes paralelos “porque ustedes aquí en Guatemala están en pañales”.
Después de 7 años de Cicig en el país, la institución se ha desprestigiado bastante. Los dos comisionados anteriores, el español Carlos Castresana y el costarricense Francisco Dall´Anese, al retirarse llevaban encima acusaciones serias de corrupción (el español bastantes más que el tico). De manera que en septiembre de 2013 cuando anunciaron que el nuevo comisionado iba a ser el paisa Iván Velázquez, acá en Guatemala se escuchó a más de uno decir con algo de burla que Colombia no era precisamente el mejor referente anti corrupción, anti grupos clandestinos ni anti poderes paralelos.
La teoría dice que este mandato de Naciones Unidas terminará en septiembre de 2015, entonces se dio por sentado que Iván Velázquez había llegado para a mantener un perfil bajo y terminar de cerrar “la tienda”. Y al parecer era verdad, durante todos estos meses no aparecían por ningún lado ni don Iván ni la Cicig. Nadie los mencionaba ni los recordaba.Hasta el miércoles 3 de septiembre.
Ese día de la semana pasada, alrededor de las 6:30 de la mañana todos los noticieros y redes sociales se empezaron a llenar con la noticia de que estaban arrestando a un grupo grande de directivos del sistema de penitenciario del país y al reo más poderoso de Guatemala: Byron Lima Oliva y todo esto, dirigido por la Cicig.
¡No me acordaba que había Cicig! Dijeron algunos.
Byron Lima Oliva en un capitán del Ejército de Guatemala condenado en 2001 a 20 años de prisión por el asesinato del obispo Juan Gerardi. En 24 de abril de 1998, Gerardi junto con su equipo, presentaron el documento de Recuperación de la Memoria Histórica –REMHI- Guatemala:Nunca Más, un informe que reúne testimonios de las víctimas del conflicto armado en Guatemala. En este documento se responsabiliza al Ejército de Guatemala de al menos el 90% de los crímenes cometidos durante la guerra. El 26 de abril de 1998, dos días después de este informe, Juan Gerardi fue asesinado en su casa parroquial y tres años después, un tribunal encontró al militar Byron Lima como uno de los responsables del asesinato.
Desde que Byron Lima está en prisión, hemos escuchado y leído cuánto ha crecido su poder en una de las cárceles más grandes del país, la cual literalmente él dirige. Hay muchas historias acerca de esto en los medios de comunicación, sin embargo, ninguno de los gobiernos le había puesto un alto al capitán. Hasta que debutó el ex magistrado colombiano. A partir del 3 de septiembre, Iván Velázquez empezó a aparecer en todos lados, dio todas las entrevistas que le pidieron y explicó toda la estructura que funcionaba desde adentro de la cárcel, dirigida por Byron Lima y apoyada por las autoridades del sistema de presidios.
Escuchar al colombiano cómo narraba toda la investigación, era historia para oírla con crispetas en la mano, porque nos contó a todos que el capitán Lima tenía una estructura completa que manejaba, extorsionaba y sobornaba para hacer todos los movimientos que quería dentro de las diferentes cárceles del país. Usted puede visitar en este momento cualquier medio de comunicación de Guatemala y enterarse de la historia completa porque en estos días ese es el tema.
A partir del 4 de septiembre la gente por diferentes medios empezó a pedir que se extienda el mandato de la Cicig más allá del 2015 “porque nosotros aquí en Guatemala seguimos en pañales”.
En un sistema tan necesitado de súper héroes, el colombiano Iván Velázquez resulta ser en este momento algo así como el Capitán América o El Zorro.
Twitter @Tolima_Toliman