ADVERTENCIA!!!!!!!!
Antes de leer esta nueva entrada le aconsejo tener a mano un tapabocas.
Mauricio aunque es sordo y no habla, es un bullicioso, sí señor, y él sabe hacer bulla de lo mejor (si no lo lee cantado no tiene gracia) porque él usa su cuerpo como instrumento sonoro.
De su boca sale un «ahhhhh» ronco y aguardientero que utiliza cuando exige algo, porque él no pide, él exige.
De sus manos salen aplausos que puedo decir no han sido escuchados ni siquiera en las más grandes ovaciones hechas a alguien en toda la historia del mundo mundial.
De sus pies, grandes recuerdos, gracias a sus pies nos han echado la policia en varias ocasiones pero creo que los vecinos eran muy exagerados porque un indefenso niño zapateando en piso de madera de 3 a 10 de la mañana sin parar no es que sea para tanto, o si? Juzguen ustedes.
¿Tapabocas en posición? Espero que sí.
Mauricio y sus nalgas sonoras se contonean por toda la casa, y no solo en su casa, el supermercado, el colegio, la iglesia, mejor dicho el lugar no importa, él deja saber que «aquí voy yo».
Esta particularidad no solo es sonora, es olfativa además, cosa que la hace un poco más difícil de controlar. ¿Dije controlar? ¡JA! ¿Cómo le explico a Mauricio que eso no se hace en público ? Sí ya lo intenté N cantidad de veces y no, no la cogió, así que decidí esperar a que madurara; por cierto yo debería darle un empujoncito envolviéndolo en papel periódico y sentándolo detrás de la nevera… humm, no, tal vez no sea tan buena idea.
Volviendo al tema, por ahora preferí perder la pena y dejar de disculparme con las personas que se la huelen.
Así que ya saben, si escuchan algo que parece pólvora de diciembre, miren a su alrededor, puede ser que Mauricio está cerca. Ah, y protéjanse, recuerden que es un RIESGO BIOLÓGICO…..¡¡¡FO!!!