Solteras DeBotas

Publicado el Solteras DeBotas

Cuando la violencia se disfraza de amor

durmiendo-con-su-enemigo1

En aquel entonces era demasiado ingenua para saberlo, pensaba que como me querías tanto, eran normales tus ataques de celos y que te molestaran ciertas cosas, incluso llegué a culparme a mí misma y hasta creí que yo era una mala mujer por causarte esos disgustos. Con el paso del tiempo me di cuenta lo frágil que era y mi obvia inexperiencia en los temas del amor, pues cuando por fin abrí los ojos, vi que en realidad nada podía justificar tus agresiones, como esa vez que me sentí presionada por ti y me quité el rojo de mis labios pues vociferabas que parecía una mezcla rara de payasa y puta.

Nada justificó que me prohibieras usar minifalda y que dejara de hablar con mis amigos hombres porque no te parecían cosas de mujer decente. Nada justificó que me mandaras a callar delante de tus compañeros de trabajo porque yo no sabía lo que estaba diciendo. Nada justificó que tuviera que pedirte permiso para salir a cine con mis amigas porque algunas no te caían bien y eran demasiado liberadas para tu gusto. Nada justificó que manejaras mi cuenta de ahorros y mi tarjeta de crédito, y me viera obligada a pedirte dinero ¡mi propio dinero!. Nada justificó que te diera las claves de mi correo electrónico y de mis redes sociales para que tú revisaras con quien intercambiaba mensajes.

Y sobre todo, nada justificó que yo fuera tan pendeja. Es más, todavía me culpo por haber permitido tantos vejámenes, y hoy en día trato de ser menos dura conmigo misma, trato de entender que en aquel entonces mi baja autoestima y mis inseguridades fueron la puerta que se abrió de par en par e hizo que entraras a mi vida, y que nos convirtió en el típico cliché de víctima y abusador.

Las señales estaban allí y me negaba a verlas, yo estaba ciega o tenía la visión tan nublada que percibía tus acciones como una muestra de ese gran amor que me tenías. En mi ignorancia creí que la violencia era sinónimo de un ojo hinchado o los brazos con moretones, pero no, la violencia también se presenta de forma psicológica y emocional. Aunque nunca me diste un puño o una patada, tus palabras fueron tan duras como los golpes. No entendía esa combinación agridulce de “te amo” al tiempo que me hacías semejante daño. Ahora sé que tenía miedo de dejarte, miedo a tu reacción, miedo a que nadie me fuera a querer, miedo de todos esos cuentos chinos de “sin mí no eres nada”.

Hoy en día, si otro sujeto intentara hacer lo mismo que tú me hiciste hace 9 años, yo lo detendría y jamás aceptaría una relación así,  por fortuna tú ya no eres mi tipo de hombre, y yo no soy la misma, soy mejor, más fuerte, más centrada y con más amor en mi corazón, y que después de mucho trabajo interior, bastante lágrimas y ataques de ira reprimida logré perdonarte; y como una despedida a estos sentimientos tan dolorosos, y una renuncia al pasado que me ataba a ti, te digo adiós, de esos que huelen y saben a “para siempre”.

Ahora entiendo lo que es el verdadero amor, tengo un esposo tierno y cariñoso que me apoya y un hijo que me trae felicidad cada vez que escucho su risa loca. Comprendí que si alguien te quiere, nunca te pedirá que dejes de ser tú, se alegrará con tus triunfos, te amará en libertad y sobre todo nunca te hará daño de manera intencional.  Y lo más importante es que aprendí a quererme, a ser consciente de las decisiones que había tomado, y que a partir de ese chispazo de sentido común que iluminó mi oscuridad de aquel entonces, supe que yo tenía el poder de parar lo que no me gustaba, lo que no me hacía feliz, y de decir NI UNA MÁS.

Nota: Fernanda es una mujer valerosa y sobreviviente de una relación tóxica, también es una lectora del blog que me pidió que contara su historia a propósito del día internacional en contra de la violencia de género.

Solteras DeBotas

www.instagram.com/SolterasDeBotas

www.facebook.com/SolterasDeBotas

www.twitter.com/SolteraDeBotas

Visita mis sitios web: www.SolterasDeBotas

www.mujer10.co/Agenda

 

Imagen de la película: Durmiendo con el enemigo

 

 

Comentarios