Si yo fuera

Publicado el José Ricardo Mejía Jaramillo

Si yo fuera …el Consejo Gremial

“Hugo Chávez Frías me ganó las elecciones por culpa de la clase política y empresarial venezolana, nunca fuimos capaces de conectarnos y atender las demandas de los más pobres de nuestro país.”
Carlos Andrés Pérez Rodríguez

 

Si yo fuera el Consejo Gremial, éste sería el comunicado a la opinión pública, después de varios retiros espirituales de los distintos gremios a lo largo de 2020.

El Consejo Gremial se permite informar al país que, después de profundos y rigurosos análisis de orden social, político y económico (excluyendo cálculos macroeconómicos), hemos decidido hacer una serie de propuestas al gobierno, al congreso, a la administración de justicia, a los medios de comunicación y al país en general, para que recuperemos el tiempo perdido y aprovechemos esta profunda crisis producto de la pandemia, y logremos la consolidación de una sociedad más justa en donde las aspiraciones de la Constitución de 1991 se hagan realidad para la totalidad de los colombianos.

Estas propuestas surgieron dentro del empresariado, como producto del lógico temor que nos asiste, de que Colombia, nuestro principal cliente, nuestro mercado natural, quien todo nos lo ha dado y a quien todo le debemos, se encauce en un viaje sin retorno a gobiernos populistas, que lo único que han producido en el mundo es muerte, pobreza y desolación.

El empresariado colombiano desea hacer un mea culpa, pues tenemos una responsabilidad histórica con todo lo que ha pasado en el país. Nos concentramos demasiado en las utilidades y muy poco en la rentabilidad social, creyendo que sólo con el pago de impuesto cumplíamos, y nunca fue así, teníamos el deber de ser más generosos, nunca lo fuimos.

También debemos reconocer que muchos de nuestros recursos sirvieron para auspiciar la guerra, y muchos de nosotros y de nuestros ejecutivos, tuvimos relaciones inaceptables con organizaciones criminales protagonistas del conflicto armado. Ofrecemos disculpas al país y de manera muy especial a las víctimas e invitamos a quienes lo hicieron a contribuir con la verdad ante la JEP y ante la Comisión de la Verdad.

Los actuales momentos del país exigen grandeza y generosidad de todos sus dirigentes, debemos evitar ser inferiores a los retos que la historia actual nos plantea. En el siglo XXI es posible, con imaginación y generosidad, propiciar viviendas, trabajo, salud y educación de buena calidad a la totalidad de los colombianos.

Para que esto que acabamos de plantear sea posible, los empresarios colombianos queremos donar el 50% de las utilidades durante los próximos 25 años, con la única condición de establecer un nuevo frente nacional, pero esta vez, no entre liberales y conservadores, el frente nacional que proponemos es entre el Estado, la academia y el empresariado.

Ese frente nacional supone una absoluta despolitización del empresariado, nuestro partido es y tiene que ser la democracia; despolitizarnos supone dejar de coquetear con los partidos o tendencias políticas, nosotros y nuestros ejecutivos podremos simpatizar internamente con quien nos parezca, pero mientras representemos alguna empresa u organización será prohibido demostrarlo; repetimos, nuestro partido es la democracia y nuestro único interés es que esta funcione y, ojalá, cada día mejor.

Las universidades deben hacer un ejercicio similar al nuestro, su único compromiso debe ser con la ciencia, la búsqueda de la verdad, la innovación y, también, con la democracia. Todas ellas, públicas y privadas, deben purgarse de la política en el sentido que venimos hablando, deben ser dirigidas y orientadas por personas de la ciencia, de la academia, del conocimiento y del saber. Es la única forma como podemos progresar y desarrollarnos.

El Estado también debe despolitizarse, pero a su manera; como ellos son los políticos natos, por naturaleza, entonces deben profesionalizarse. Debe diseñarse, desde la educación media, una formación especial para quienes deseen servirle al Estado, pues es que se trata de una responsabilidad mayor, mayúscula y a la que se le debe poner el mayor énfasis posible.

Así mismo, quien desee aspirar a cargos de elección popular en el Congreso, Asambleas, Concejos de los municipios hasta la segunda categoría, alcaldes y gobernadores, deben estudiar disciplinas afines al Derecho, mientras se diseña un currículum específico para ellos, ojalá, con la ESAP, y claro, la ESAP debe ser modelo de pulcritud universitaria.

Estado, academia y empresariado, poniéndonos serios, como debió ser siempre, tenemos que ser capaces de dar el salto económico y social que los colombianos anhelamos.

Se trata de conformar una comisión de sabios integrada por uno o dos científicos o investigadores de los programas acreditados por por cada una de las universidades del país, quienes deberán reunirse en una especie de cónclave para diseñar, en muy corto tiempo, el cómo podemos empezar a trabajar armónicamente mientras se desarrollan los mecanismos y estrategias legales, que ellos mismos consideren pertinentes, para alcanzar los objetivos señalados.

El empresariado considera que esto es urgente e invita al gobierno, los partidos políticos, los trabajadores, los estudiantes y demás organizaciones sociales, a rodear esta propuesta, y a suscribir un compromiso público, en donde cualquiera que sea el gobierno que resulte elegido durante los próximos períodos, se comprometa con la agenda que resulte de esta ambiciosa propuesta.

El Consejo Gremial propone a esa comisión de sabios y al país, ocuparse de, entre otros, los siguientes temas, para que determinen su pertinencia o no, y de cómo se pueden desarrollar las reformas para avanzar hacia ese propósito:

1. Un serio compromiso anticorrupción como producto de ese frente nacional en donde Estado, academia y empresarios se comprometen a cero coimas y a denunciar cualquier desvío de los recursos públicos.

2. Implementación a fondo de los acuerdos de paz y respaldo incondicional a la incorporación a los mismos de los demás grupos al margen de la ley, con una mayor exigencia en materia de verdad, justicia y reparación.

3. Legalización de fortunas ilegales, también con un alto compromiso de verdad, justicia y reparación, entregando el 50% de las mismas al Estado y desarrollando negocios en el país con el 50% restante.

4. Si el narcotráfico es la causa de todos nuestros problemas, no podemos seguirle dando la espalda o mirando para otro lado en la búsqueda de una solución. En estos momentos es justo y necesario legalizar el cannabis con fines tanto medicinales, como recreativos y de exportación. Este producto puede ser el sucedáneo del petróleo si lo aprovechamos como debe ser, como una industria nueva, más allá de los prejuicios del pasado.

5. Las crisis obligan a tomar decisiones a veces difíciles. Hace 90 años EE.UU. puso fin a su ley seca para superar la gran depresión, utilizando los recursos que en esos momentos manejaban las organizaciones criminales. Hoy, Colombia tiene el deber histórico de liderar ante el mundo la despenalización y regulación de las drogas ilícitas, no sólo porque esa es una guerra contraria a la inteligencia sino, también, porque debemos arrebatarle esos recursos económicos tan importantes a los bandidos, para poder restaurar nuestra economía y generar paz y progreso en nuestro país.

Tenemos la autoridad moral para liderar, a nivel mundial, una campaña de esta naturaleza, invitando a los líderes mundiales partidarios de esta iniciativa para que vengan a Colombia y en un acto simbólico y solemne decirle a la comunidad internacional que no gastaremos un centavo más en semejante despropósito, pero que si nos quieren seguir imponiendo esa absurda guerra, que sean ellos quienes asuman el costo económico de dicho despilfarro, así a nosotros nos toque seguir poniendo los muertos.

Para el efecto, nuestro gobierno debería pedirle al ex presidente y premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos Calderón que lidere nuestra embajada en la ONU con ese objetivo como su principal misión.

6. Precisamos de una gran reforma laboral y pensional, en la cual todos debemos hacer sacrificios. El propósito es formalizar la totalidad de los trabajadores (incluyendo los discapacitados, las personas que trabajan en su casa atendiendo sus hogares y los privados de la libertad), desde los 18 años, las personas deben jubilarse a los 66 años y nadie con una pensión superior a los 10 salarios mínimos mensuales legales vigentes.

7. Una reforma educativa que permita alianzas entre los colegios y universidades mejor calificados del país con los demás para, aprovechando la virtualidad, permitir que más colombianos accedan a mejor educación. Facilitar que las personas validen los programas a través de las pruebas del Estado.

8. En materia de salud la apuesta debe ser por la salud preventiva y la comisión de sabios debe decirnos, ¿cómo hacer de la salud en Colombia, el único negocio que no sea un negocio?

9. Necesitamos una infraestructura de lujo en colegios y universidades, no puede haber colegios o universidades de garaje, necesitamos vivienda digna para todos los colombianos, y terminar de hacer las vías 4G, las carreteras secundarias y terciarias. Tenemos demasiado que hacer en estas materias y hay demasiada mano de obra disponible para el efecto. Además existen desarrollos ferroviarios y portuarios por diseñar y hacer. Aquí la figura de la concesión debe utilizarse a plenitud. Debemos volver a valorar la posibilidad de construir el canal interoceánico Atrato-Truandó.

10. Dejar de darle la espalda a nuestros dos océanos, la Amazonia y a los distintos pisos térmicos que poseemos. Colombia puede tener soberanía alimentaria y ser una potencia a nivel global en este sector.

11. Tenemos todo, también, para ser una gran potencia turística, los sabios deben decirnos cómo hacerlo.

12. Esta comisión deberá, también, ayudarnos a saber cómo utilizar los recursos económicos que vamos a donar para generar empresas y empresarios, no subsidios y proteccionismo que a nada bueno conducen.

13. Los demás temas se desprenden de lo anterior, cero corrupción, rápido desplazamiento hacia las energías limpias, reforma agraria integral, tecnificación de la agricultura, impuesto a la tierra improductiva y a todas las iglesias, educación obligatoria para los menores de edad, vinculación al mercado laboral de todas las personas, incluso, las discapacitadas, con prelación para las mujeres, como protagonistas del nuevo país.

14. El Consejo Gremial le propone al ministro de salud y también a los alcaldes y alcaldesas del país, ofrecer un incentivo, que creemos podría ser de medio salario mínimo mensual, a las jóvenes, para que una vez les llegue su primer periodo menstrual, visiten a Profamilia para que les pongan un dispositivo, y así evitemos más de 500 mil abortos clandestinos y seguramente también muchísimos hijos no deseados. Este no debería ser un problema en el momento histórico que vivimos.

15. Los sabios también deberían ocuparse de mostrarnos un camino para aprender a ser un país más sereno y prepararnos para vivir en paz, desaprendiendo las maneras propias del largo conflicto que enfrentamos. Que las mayorías no se molesten con los derechos de las minorías, y que estas, no traten de imponerse sobre las mayorías.

Nuestra participación como gremios en esta coyuntura histórica será pasajera, pero necesaria. En los próximos 10 años debemos haber logrado un país mucho mejor, empresarios más comprometidos realmente con la vida y la democracia, políticos más serios y comprometidos con la dignidad de sus cargos, y una academia viva y protagónica del desarrollo del país.

Lo que hoy ofrecemos hacer los gremios, puede parecer generoso, pero no lo es, se trata de pagar una vieja deuda que tenemos con las personas más sencillas y humildes de este país, para que nuca teman por la falta de un trabajo o un techo digno para ellos y sus hijos.

Queremos que sea la generosidad y la imaginación las que nos gobiernen, y no la inteligencia tan cicatera y avara, que nos ha gobernado desde siempre. Esto no es comunismo ni nada que se le parezca. Es una democracia real o una social democracia o una democracia cristiana como existe ya en muchos otros países del mundo.

Cambiar el rumbo con imaginación, generosidad y a tiempo, nos puede acercar a un mundo soñado por muchas generaciones de colombianos, seguir haciendo lo mismo sería una estupidez que nos conduciría a la misma tragedia y tal vez, a una peor.

¿Qué haría usted apreciado lector, si fuera el Consejo Gremial?

Poema de Jorge Luis Borgues. los COnjurados

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