Si yo fuera el hacedor de la justicia en Colombia

Por José Ricardo Mejía Jaramillo

“La apreciación es algo maravilloso. Hace que lo que es excelente en otros nos pertenezca también.” Voltaire

Si yo fuera ese hacedor, diseñaría una página web, una de Instagram, otra de Facebook y un módulo permanente dentro de los periódicos del país, físicos y virtuales, para homenajear a símbolos éticos de nuestra justicia y lo inauguraría con el maestro Jota Guillermo Escobar Mejía, tal vez el mejor ser humano que yo haya conocido en ese mundo arduo de los abogados y de los profesores de Derecho. Siempre pensamiento, palabra y acción en su sola persona; cuando uno lo escucha, lo invade un indescriptible deseo de ser o de hacerse bueno, de ponerse al servicio de los demás y muy especialmente en favor de los más humildes y necesitados.

Aunque la mayor parte de sus amigos, discípulos y condiscípulos se dedicaron siempre a adularlo, ninguno hizo nada para que este hombre lleno de sabiduría y elevado sentido de la justicia, llegara a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Pero él nunca lo buscó, ni lo necesitó, tal vez intuía que esa vieja cortesana siempre al servicio del poder, no merecía tener entre los suyos a un hombre de su estatura moral y de su carácter excepcional.

Hoy quiero utilizar este espacio, para rendirle un sencillo pero fraternal homenaje al maestro que cumplió 84 años el pasado viernes 23 de octubre y que usted podrá conocer mejor a través de los siguientes escritos de algunos de sus discípulos y colegas.

Muchas, muchas gracias, a los invitados por participar y por supuesto, larga y saludable vida al maestro Jota Guillermo Escobar Mejía.