Se lo presto si me lo devuelve

Publicado el prestosidevuelve

Para los nietos, anécdotas de viaje y para la descendencia, el libro

Tal vez fuera en Europa Occidental los peregrinos, los guerreros y los misioneros, aquellos que relataban sus viajes con mayor éxito de difusión en sus relatos. Fueron ellos, los que continuaron con un hábito antes oral y lentamente convertido en una narración a veces con cronograma, otras veces dividido por largas jornadas o espacios de tiempo determinados en diferentes territorios.
Fueron ellos quienes comenzaron. Quizás.

Sin embargo, en América no fueron solamente estos personajes los encargados de contar historias de viajes y como es de suponerse, aclaro que no fueron los intelectuales los encargados de relatar estas travesías y evolucionar un estilo literario que atraviesa dos géneros todavía sin definirse a sí mismo. En América, también impulsaron el asunto personajes que, debido a una condición económica, podían realizar largos viajes alrededor del mundo y que, justamente por su cultura y educación, sabían representar bastante bien todo aquello que se apreciaba en cada viaje.

Isabel Carrasquilla , una mujer en pleno auge de los años 30. En un lugar del mundo que comparado con otros, parecía estar en una época pasada y apenas comenzaba a progresar económica, política y socialmente. Una mujer, reitero. Viajera e intelectual.
Todavía me pregunto cómo logró encontrar un punto tan exacto para defender su posición en una sociedad que todavía discriminaba a las mujeres, lo hizo sin parecer extrema y sin liderar movimientos feministas, como insinuándole una necesidad a su gente, apenas dejando ver una realidad que exigía cambios.

Su independencia se combinaba en la medida exacta con su figura maternal en la familia, sus apreciaciones del viaje incluso, eran tan intelectuales como cariñosas, a veces sugiriendo consejos de madre y abuela (Véase 1 ) y otras veces dejando ver posturas políticas (Véase 2 ) y fuertes impresiones sobre reconocidas construcciones u obras de arte (Véase 3 ). Nada mas hay que mencionar el título de su obra: Impresiones de viaje, escritas de una abuela para sus nietos (1929-1936 ).

1
“También íbamos a los almacenes de Ten Cents, donde compré varias chucherías que mandé de allá. Isabelita, Adela, Nena, Ana e Ita se hubieran encantado: las unas comprando chismes de tocados a cinco y diez centavos; los hay lindos, lo mismo que collares, pasadores y toda clase de adornos y baratijas curiosas; y las chicas con el surtido de muñecas, de muebles y vajillas para los muñequeros y las cocinitas (p.49,50)”

2
“En carreteras y vías de comunicación están mas retrasados todos los departamentos del interior. Lo mismo el ferrocarril y el puerto de mar: son una vergüenza para Colombia. Éstos son los últimos trenes donde se ven faroles de petróleo amarrados con lazos, para el alumbrado de los carros. Razón tienen los extranjeros, cuando llegan a nuestra tierra, en juzgarnos como salvajes (p.23)”

3
“Los moros eran verdaderos estetas que sentían la belleza y sabían traducirla en obras. Con razón lloró el Rey Moro, según la leyenda, al abandonar este palacio de ensueño (p.100)”, “Los labrados y pinturas de los techos de la Sala de los Reyes, de la de Las Dos Hermanas, Peinador de la reina, Sala de Embajadores y el Mirador de Lindaraja, parecen acabados de salir de las manos del artista, por lo fresco de sus colores (p.99)”

Isabel entonces, viaja a Panamá, Estados Unidos y Europa, inicialmente impulsada por motivos familiares y luego decidida a realizar unas impresiones de viaje que representaran aquello que pudo apreciar tan de cerca en otros continentes y que para entonces, era un placer al que pocos podían acceder. Pensaría uno que quizás la impulsara a escribir la situación de la mujer para aquel tiempo y tantas ideas feministas u orientaciones políticas que apenas comenzaban a verse en Medellín (Véase anexo), pero su momento como escritora, en el Rancho , ya con 71 años, evidencia su interés por relatar las anécdotas especialmente como legado para su familia.

Un legado familiar para leer y disfrutar. No hay duda.

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Isabel Carrasquilla nació en Santo Domingo, Antioquia el 8 de octubre de 1865 y murió en Medellín el 5 de enero de 1941. Hermana del reconocido escritor Tomás Carrasquilla a quien este año en Colombia se le hacen importantes homenajes por los 150 años de su nacimiento.
Medellín, Antioquia. Segunda ciudad más importante de Colombia marcada en los años 30 por el comienzo de un desarrollo empresarial luego definitivo para este país.
Carrasquilla, Isabel. Impresiones de viaje escritas por una abuela para sus nietos. Editorial Universidad Eafit, 2011. Prólogo Paloma Pérez Sastre.
Libro publicado por la celebración del Bicentenario de Antioquia y los 150 años del nacimiento de Tomás Carrasquilla.
Año de escritura del diario, 1929. Año de organización y escritura del relato, 1936.
El viaje tenía una motivación inicial, se quería llevar a un hijo a una reconocida clínica en Panamá, para que le fuera realizara una cirugía. Más tarde, el viaje se extendió a Estados Unidos y Europa, en un recorrido de ocho meses por seis países”
“El Rancho” La casita de Elena. Ibid. dedicatoria.

ANEXO

“Aquí, y para terminar, hay que acotar que la orientación política de Isabel resulta muy interesante, y no tanto en el aspecto político como en el cultural; lo que hace de ella una mujer de mentalidad liberal y no ultramontana, como lo fue buena parte de la sociedad colombiana, y muy especialmente la sociedad antioqueña durante el siglo XIX y el XX. Una mujer católica, pero no aprisionada por los prejuicios de una iglesia retrógrada que veía en la modernidad el fin del mundo”.
Extracto del prólogo de Paloma Pérez Sastre para el libro Impresiones de viaje de Isabel Carrasquilla. Editorial Universidad EAFIT, 2011

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