Se lo presto si me lo devuelve

Publicado el prestosidevuelve

Mensaje para los anti Prozac

Nacemos incompletos. Físicamente, digo. Unas mujeres por ejemplo, la mayoría en este país de falsa estética y exagerados ejemplos, creen que les hace falta cola, tetas, cintura… Otros, dirán que tienen las piernas muy flacas o que les hizo falta proporción entre su nariz y su cara. Hay unos a los que les hace falta pelo, o, peor aún, nacieron con tan poco que muy jóvenes ya empiezan a perderlo. Hace un tiempo conocí a una mujer con poca frente, como ella, habrá mujeres u hombres de cuellos cortos o de dedos largos, de orejas apenas visibles u ojos escondidos en unas cejas bien pobladas.

A mí, además de nariz y de cola, me hace falta paciencia. Mi desespero, mi angustia y mi ansiedad han terminado por afectarme algunas veces y entonces hace ya varios años y debido a este problema, acudí a un psiquiatra que después de un análisis corto y bastante acertado, concluyó que había nacido incompleta, me faltaba Prozac. O bueno, mi cuerpo necesitaba Prozac.

Dos pastillas en la mañana, me dijo.

Y eso fue hace ya 5 años.

Pero apenas la semana pasada dije abiertamente y sin misterio que tomaba eso. Lo dije en una conversación y de pronto, todos voltearon a mirarme como si fuera un bicho raro. Tal vez lo sea. Sin embargo, me pareció poco coherente que personas que diariamente toman Tylenol para dormir (60% de la población del mundo) o que se auto recetan Dolex y Buscapina para los dolores de la espalda o las indigestiones (alrededor del 80% de la población colombiana), estuvieran tan impresionados porque yo me tomo dos pastillas de Fluoxetina diarias.

No es un antidepresivo, les dije.

Pero fuiste al psiquiatra, me respondieron.

Sí. Una maravilla esa consulta, además. Los psiquiatras te completan el cuerpo, afirmé.

Hubo silencio. La conversación terminó. Se acabó el encuentro y luego de una semana empiezo a recibir mensajes de apoyo y ánimo. Esos que afirman que ahí está la gente cuando uno necesite o que si uno quiere hablar, pues ellos serán todo oídos.

BUAFFF!

¿Qué les pasa a todos?

He terminado por preguntarme si tengo el concepto de depresión o de enfermedad en el lugar exacto. He creído, incluso, que es el resto del mundo el que necesita un Prozac o hasta dos gotas de Rivotril para que aprendan a vivir en este país amurallado y mentiroso.

Y aunque mi intención no es “promocionar” un producto, para aquellos que han afirmado mi demencia tengo un mensaje importante:

Tomaré PROZAC hasta que mi cuerpo se haga inmune. Ese día, buscaré algo más fuerte, que me siga permitiendo conocerme sin excesos y mantenerme con la convicción de que mi ansiedad y mi angustia, estarán, por lo menos, a un nivel digno y conveniente.

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