Se lo presto si me lo devuelve

Publicado el prestosidevuelve

En cine y en televisión que se de lo necesario

Pocas veces apruebo la adaptación de los libros a la pantalla grande, creo que es sesgar la imaginación y limitarla a la de otro, que puede ser mas o menos interesante, pero es, finalmente, ajena.

Con todo y eso después de leerme los libros de la saga de JK Rowling concluí que sería inevitable ver las películas. La pasión que genera la creación de un mundo como el de Harry Potter hace que los lectores terminen la creación en sus sueños o quizás empiecen a creer que tal fantasía realmente existe. Bien lo dice el sabio Dumblerdore en la película final: “¿Quién dijo que lo que está solo en la mente no es real?”.

Empezamos entonces a creernos las palabras y los nombres, a tenerle fe a criaturas extrañas y de manera sorprendente a reconocerlas luego en la pantalla grande, cuando después de una espera prudente, pero ansiosa, compramos boleta para primera fila con la intención de confirmar lo que ya hemos conocido en la cabeza.

Y es que esta película que ya ha recaudado más de 7.300 millones de dólares en los cines se ha convertido en una ventana para que tantos cerebros ya cerrados con candado por los dispositivos móviles e Internet, puedan regalarle un espacio a la lectura, al cine, a la imaginación y al arte.

Sin embargo, con todo y aporte a la cultura, los seguidores de las sagas también han sido señalados. Si usted, tiene más de 15 años y sigue Harry Potter entonces usted es un inmaduro o si tal vez, se apasiona por los vampiros, es entonces un des adaptado.

Me pregunto, quienes juzgan, ¿Cómo estarán calificando a la mayoría del público colombiano, que no siguen sagas, sino pobres telenovelas de un humor costeño triste y sin sentido o que caracterizan los acentos regionales en personajes de poco coeficiente intelectual?

Si juzgamos por lo que vemos, entonces diría yo que los peor librados serían los televidentes de Chepe Fortuna, que, debo decir, fue casi la mitad de Colombia y que, además, fue una producción tan exitosa que al final hasta alargaron la historia para mantenerse mas tiempo con alto raiting.

No se si sentir vergüenza o preocuparme. Creo que las telenovelas en este país son necesarias. Representan una distracción en la que muchos se reconocen y dejan de pensar en sus problemas y esto las convierte en un elemento indispensable de los medios en el país. Sin embargo, todo debe ser medido y creo yo, que justamente, ese es el problema en Colombia: o damos más, o damos menos, pero nunca damos lo necesario.

Por eso tenemos telenovelas desde las 6pm y hasta las 11pm con espacios de noticias en los que se extiende la información de la farándula, y en los qué, con vergüenza, debo decir que entrevistan a los personajes de las telenovelas dizque para crearle expectativa al televidente.

¿Sabe a qué me refiero?

Sí. Se sienta el actor junto a la presentadora y, me imagino, en un esfuerzo por mantener su seriedad, ésta debe preguntarle seria y con interés aspectos de la vida cotidiana a un personaje que NO EXISTE.

En fín, desde esas entrevistas y hasta telenovelas de duraciones extremas en Colombia, al parecer, siempre será mejor ver televisión que cine y quienes optamos por lo segundo, tendremos que continuar, ya estigmatizados, como si se tratara de tribus urbanas.

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