*Conviene ver el video antes comenzar a leer
La escena anterior pertenece al filme de 1969, «007 al servicio de su Majesta«, la sexta entrega de la saga de aventuras del agente secreto James Bond. George Lazenby, Diana Rigg, Telly Savalas e Irma Bunt aparecen en la secuencia, que marca el final de la cinta del espía británico, quién, antes de iniciarse la balacera, se preparaba para comenzar su luna de miel junto a la Condesa Teresa di Vicenzo, personaje interpretado por Rigg. Sin embargo, la sed de venganza de sus enemigos convirtió el matrimonio de Bond en uno de los más breves del cine, con apenas unas horas de vigencia.
Este largometraje es particularmente recordado por los fanáticos de las historias de Ian Flemings por diversas razones:
- Fue el primer cambio de protagonista de James Bond. El australiano Lazenby sustituyó a Sean Connery, quien hasta ese momento había dado vida al espía en las cinco películas anteriores.
- El frustrado intento de sentar cabeza del 007, circunstancia que no se repetiría en las siguientes entregas.
- Las muy alabadas escenas de acción y la banda sonora de John Barry, ganador de cinco premios de la Academia. (En este link puede disfrutar del tema principal de la película).
Además de estas peculiaridades podría señalarse que esta cinta representó el “regreso a casa” de Bond, pues varias escenas fueron rodadas en Portugal, específicamente en Estoril, lugar que inspiró la creación del famoso personaje.
El alumbramiento creativo que dio vida a Bond en la mente de Fleming ocurrió a partir de 1941, durante la estadía de este último en la localidad portuguesa, ubicada a unos 25 kilómetros de Lisboa. En pleno Segunda Guerra Mundial Estoril se convirtió en un centro para el espionaje y el contraespionaje, dando albergue a funcionarios de diversas nacionalidades y múltiples intereses. En medio de todo aquel ambiente de secretismo se dio el «parto» de uno de los personajes más importantes de la historia del cine.
La huella de Portugal
En “007 al servicio de su Majestad” es evidente la importancia de los paisajes lusos. Por solo tomar dos ejemplos, las escenas iniciales –cuando Bond conoce por primera vez a la que sería su futura esposa– así como las de cierre –en las que Bond ve por última vez a su cónyuge-, fueron filmadas en los alrededores de Lisboa. De hecho, el asesinato de la Sra. Bond (escena del video) ocurre en uno de las carreteras del Parque Natural da Arrábida, en Setubal, mientras que la secuencia de apertura se desarrolla en la Playa de Guincho, en Cascais.
El famoso Casino de Estoril, el Palacio de Benfica y la joyería Ferreira Marques Filhos (en la plaza Dom Pedro IV, en Lisboa) también formaron parte de los locales visitados por el espía británico. Otro de los atractivos lisboetas que se coló en “007 al servicio de su Majestad” fue el puente 25 de Abril, que une los bordes norte y sur del río Tejo. El viaducto se puede apreciar unos minutos antes que los villanos acaben con el precoz matrimonio del agente secreto.
A pesar del éxito de taquilla que obtuvo la sexta entrega de James Bond (recaudó más de 80 millones de dólares a nivel mundial, después de haber costado tan solo 8 millones) Lazenby decidió abandonar el papel dando paso al retorno de Connery, que volvió a vestir el smoking del 007 en un par de ocasiones más (Los diamantes son eternos, 1971, y Nunca digas jamás, 1983).
Lazenby no volvió a interpretar al personaje de Ian Fleming, no obstante siempre será recordado por ser el único actor en llevar a Bond al altar, un suceso inédito cuyo telón de fondo fue Portugal.