Tumaco 2040: habla María Fernanda Cárdenas, de @UNALoficial

La docente de la Facultad de Arquitectura de la sede Medellín de la Universidad Nacional de Colombia estuvo en el streaming en El Espectador “Tumaco 2040: urbanismo y Plan de Ordenamiento Territorial”, de la Revista Colombia Afro TV, de la Fundación Color de Colombia.

Se trató de un preludio de la sexta parada del circuito nacional por un urbanismo de alto impacto en ciudades afrocolombianas que llegará a Tumaco el 02 y 03 de abril, gracias a una alianza de la Fundación Color de Colombia con la Secretaría de Planeación Distrital de Tumaco y la Cámara de Comercio de Tumaco.

Después de Buenaventura, Turbo y Quibdó (2024), Riohacha y Quibdó (2025), es el turno de Tumaco en el circuito nacional que cuenta con la participación de los dos exalcaldes más reconocidos por haber realizado transformaciones urbanísticas en sus ciudades, Enrique Peñalosa (Bogotá) y Sergio Fajardo (Medellín) .

En la agenda “Tumaco 2040: urbanismo y Plan de Ordenamiento Territorial”, del 02 y 03 de abril, se abordarán los siguientes temas en sendos foros:

• ¿Continente o isla?: ¿Dilema existencial para el nuevo POT por riesgo de tsunami?
• Interconexiones económicas de Tumaco y POT 2027-2039
• Tumaco en una visión estratégica de largo plazo: ¿2040?
• Ideas de urbanismo de varios países para el futuro Tumaco y POT 2027-2039

María Fernanda Cárdenas Agudelo es docente de la Escuela de Planeación Urbano Regional de su Facultad. Ingeniería Forestal, especialista y magister en Planeación Urbano Regional de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, y doctora en Recursos Hidráulicos de la UNAL Sede Medellín.

Ella será una de los expertos y académicos nacionales que estarán en Tumaco 2040. Estas fueron sus respuestas en el streaming en El Espectador, en el que participó junto con la secretaria de Planeación Distrital de Tumaco, Drema Yaneth García, con la conductora periodística Carolina Cortés.

Comencemos con una pequeña oda o elogio de Tumaco. ¿Por qué está bien decirle “La Perla del Pacífico”?

Más allá del asunto histórico que se ha conservado gracias a la tradición oral de la población, Tumaco se sitúa en un punto estratégico para la conectividad marítima con su puerto sobre el Pacífico.

Esta localización le da al Distrito un alcance incluso internacional, que es potenciado por su riqueza natural, social y cultural, lo cual se reconoce y se fortalece con la declaración de Tumaco como Distrito Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico.

¿El riesgo de un tsunami qué tanto ha impactado o condiciona la planeación del desarrollo de Tumaco?

Las amenazas y riesgos a los que la población tumaqueña está expuesta son más o menos conocidos. Los habitantes y los dirigentes saben de los antecedentes y son conscientes de la situación; no obstante, las oportunidades (económicas, laborales, de habitar) restringen las posibilidades de tomar decisiones diferentes a convivir con este riesgo.

Algunos estudios reconocen que las comunidades locales de Tumaco son organizadas y han generado estrategias propias para actuar frente a un evento natural de este tipo, pero se evidencia aún una desconexión entre las iniciativas comunitarias y los planes institucionales.

Es necesario fortalecer un ejercicio de articulación que reconozca las oportunidades, pero también las limitantes del territorio; lo cual implica buscar alternativas de gestión del riesgo y de regularización de las construcciones expuestas, tratando de buscar alternativas a propuestas como la reubicación (de más de la mitad) de la población del Distrito.

¿Se requiere una decisión previa sobre cómo enfrentar el riesgo de tsunami para pensar el futuro de Tumaco?

Es imprescindible diseñar todas las posibles rutas de gestión del riesgo en Tumaco, tradicionales y alternas, que pasen por procesos de capacitación de las comunidades, y el diseño de vías de evacuación seguras e infraestructuras críticas con las personas que habitan el territorio.

Así mismo, es necesario pensar en los condicionamientos o restricciones del uso del suelo a futuro, buscando evitar que nuevas zonas se incorporen como áreas en condición de riesgo.

De manera complementaria, también debe fortalecerse la recuperación y mantenimiento de ecosistemas estratégicos que puedan ayudar en la mitigación del riesgo.

Pero, en últimas, las decisiones de un POT o un plan de gestión del riesgo para un territorio como Tumaco, deben tomarse con las comunidades y las autoridades encargadas.

Un error común que se ha cometido en Colombia es creer que las decisiones tecnocráticas, aunque estén bien soportadas, son suficientes para resolver los problemas y los retos de los territorios, desconociendo las demás dimensiones -social, cultural, económica, política, institucional- que lo atraviesan.

Y es por eso que, hasta ahora, no han mostrado mayores logros.

La ciudad cumplirá 400 años en 2040, y por eso el horizonte de 2040. A su juicio, ¿ese sería un horizonte de largo plazo o de mediano plazo para la planificación territorial de la ciudad? Para los chinos sería de casi de corto plazo.

No es comparable la manera de pensar y ordenar el territorio de una civilización con más de 3,5 milenios de historia.

Si bien 400 años son importantes y tienen un peso significativo, esta historia está cruzada por cambios de población, de sus sistemas naturales, sociales, culturales, políticos, económicos.

En otras palabras, se trata de un territorio supremamente dinámico, cuyos cambios son difíciles de anticipar en un ejercicio prospectivo; por tanto, hay que dar pequeños pasos y revisar si va bien o si se requieren ajustes para orientar el desarrollo del territorio en la ruta correcta, que es la deseada y la soñada por sus habitantes; aunque claramente algunos proyectos requieren una mirada y una apuesta de más largo plazo.

Por otro lado, la norma colombiana es clara en que tres períodos administrativos se consideran largo plazo para los POT; y es que ya es un reto grande lograr que tres o más alcaldes integren en sus Planes de Desarrollo los proyectos planteados.

Es un proceso en el que apenas se está avanzando con educación y capacitación tanto a los funcionarios como a las comunidades que deben ser las veedoras de la materialización de estos planes.

Si la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial es adoptada por el Concejo Distrital en 2027, el POT regiría hasta 2039, casi 2040. ¿Existe o se va a construir esa visión de Tumaco que se verá reflejada en el nuevo POT?

El POT vigente de Tumaco (2008 – 2019) plantea ya una visión del -entonces- municipio, que tiene gran cantidad de elementos que siguen siendo pertinentes y necesarios, ya que habla de una ciudad región integrada y competitiva, que aprovecha las ventajas comparativas naturales y sociales.

Habla de un territorio equitativo, con acceso a infraestructura y equipamientos básicos, ambientalmente sostenible, que reconoce y respeta la autonomía de los pueblos étnicos; y eficiente fiscalmente.

No obstante, un nuevo POT deberá revisar y actualizar esta visión, de acuerdo con los nuevos retos que emergen, y las aspiraciones de quienes lo habitan.

¿Sobre qué grandes obras o decisiones ya hay consenso que deben estar en la planificación de Tumaco?

Además de los retos impuestos por el sistema natural -como la exposición a amenazas y el cambio climático- sobre los cuales es necesario incorporar información actualizada y más detallada para tomar decisiones acertadas; creo que la planificación de Tumaco debe integrar las herramientas que le otorgaron al nombrarlo Distrito.

El POT se convierte así en el instrumento que permite incorporar todos los nuevos estudios, análisis y decisiones territoriales que se han desarrollado pero que aún no se han vuelto vinculantes para la planificación y ordenamiento del territorio.

¿Qué tipo de urbanismo existe en Tumaco y qué tipo de urbanismo creen posible para el bienestar o la calidad de vida de sus habitantes, en un equilibrio con la naturaleza, pero privilegiando a los seres humanos?

Aunque Tumaco cuenta con planes y con proyectos urbanísticos desde la primera mitad del siglo XX, gran parte de su expansión urbana se ha dado de manera orgánica, atendiendo los requerimientos y las necesidades de la población que llegaba sin muchos recursos o posibilidades.

En otras palabras, el crecimiento de la cabecera urbana de Tumaco se ha dado de manera espontánea y autoconstruida; lo cual ha derivado en un desequilibrio entre las viviendas, la infraestructura de comunicación que garantiza la accesibilidad y movilidad, y la de servicios públicos, que son bastante precarios en algunos sectores; con un déficit en la disponibilidad de equipamientos colectivos y de espacio público para el esparcimiento y la recreación de los habitantes.

Ese equilibrio es por el que se debe propender, y con él mejoraría la calidad de vida de los habitantes y del entorno.

*Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 3: Empoderamiento económico, mercados inclusivos y desarrollo sostenible. Programa: Promoción de un urbanismo de alto impacto económico y social en ciudades afrocolombianas.