El exintegrante del legendario dúo Los diablitos y líder de la dinastía de los Morales, padre del ídolo fallecido Kaleth Morales, en entrevista con los periodistas musicales Juan Carlos Piedrahita, de El Espectador; y Jaime Andrés Monsalve, de Radio Nacional de Colombia, en magazine tv «Cuarentena musical Pacífico y Caribe». Habló de su biografía musical y de su hijo Kaleth.
Por Breidis Sánchez Herrera, estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Cartagena*.
Miguel Morales es un importante cantautor vallenato nacido en Valledupar, Cesar. Intérprete de grandes éxitos románticos como Sirena Encantada, Mi Diosa Humana y Acompáñame.
A comienzos de los años ochenta arranca su historia junto a Omar Geles, con quien fundó la agrupación Los Diablitos y realizó siete trabajos discográficos.
Es la cabeza de la dinastía Morales y padre de Eva Sandrith Morales, Kanner y Keyner Morales, Los K Morales, y del fallecido cantante Kaleth Morales.
Estas fueron sus respuestas a los periodistas Juan Carlos Piedrahita y Jaime Monsalve:
¿Cómo le ha ido con los proyectos musicales en este contexto de encierro y cómo ha hecho para que la musa siga fluyendo?
En este momento estamos haciendo conciertos virtuales, ya hicimos el concierto de la Dinastía Morales y nos fue muy bien.
Estamos grabando mi nueva producción, titulada Simplemente hoy. Esta contará con varios acordeoneros invitados como Omar Geles, Gabriel “Chiche” Maestre, Víctor Rey Reyes, Juan David “El Pollito” Herrera, Marcos Bedoya, Iván Zuleta, Juan José Granados y otros acordeoneros más. Estamos haciendo esta producción musical con el fin de lanzarla, al lado de Omar Geles, en diciembre.
Lo más bonito es hacer música y llevar este mensaje musical a todos aquellos que quieren vernos y estar con nosotros. Tenemos que ser conscientes de que el virus que vivimos no es un juego y que debemos cuidarnos.
Uno, maestro, no se vuelve cabeza de una dinastía porque sí, eso no pasa arbitrariamente ni por cuestiones del destino. Entonces quiero que nos vayamos a esos primeros años en Valledupar. ¿Cómo era el entorno ahí?
Yo creo que mis principios fueron muy bonitos. Lo que soy hoy en día se lo debo más que todo a Dios y a un público que creyó en mi voz, en mis canciones, en mis composiciones y en mi talento.
Después de ser un hijo de pescador, de coger una canoa, manejarla y canaletearla en el río Cesar, luego pasar a ser chef profesional en diferentes hoteles de Colombia, llega esa musa cocinando y cantando y una disquera que se interesa por mí. Es ahí donde inicio, junto a Omar Geles, con Los Diablitos del vallenato.
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Usted tuvo muchas labores antes de dedicarse a la música. Quiero preguntarle precisamente eso. ¿Esa labor de pescador, de chef, de cocinero, nutre de alguna manera al rol musical que tiene y desempeña hoy día?
Estar canaleteando la canoa en un río contra la corriente inspira. Siempre he dicho que la naturaleza hace parte de la vocación para crear, imaginar, decir “tengo la oportunidad de pensar en una canción”. Así, canaleteando la canoa, comenzaba a componer y cantar.
Cuando llega esa musa del canto yo me dije: “voy a ser un gran cantante, mi voz se presta para eso”. Yo creo que logré el objetivo que Dios quería para mí, llevar este talento a toda Colombia y países que he recorrido y que sigo recorriendo.
Para este año teníamos muchas presentaciones internacionales y conciertos acá en Colombia. Lo más bonito es que estamos vigentes, agradecidos con Dios y tratando de que esto pase para continuar y llegar a los escenarios nuevamente.
Hay un personaje muy particular por ser quien descubrió y dio la primera oportunidad a muchos y grandes artistas vallenatos como Rafael Orozco, Diomedes Días y también a Miguel Morales, ¿es así?
Claro. Debido al conocimiento y esa capacidad de descubrir cantantes, Oviedo obtiene un casete de Miguel Morales y lo lleva a la compañía Codiscos. Allá aceptaron mi voz, sin embargo, yo ya estaba tocando con Omar Geles. Entonces les dije que grabaría con él. Es ahí donde nacen Los Diablitos.
Es gracias al comandante Emilio Oviedo, que hace esta gestión, que Miguel Morales y Omar Geles salen a la palestra.
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Su particularidad principal, maestro, es la voz, porque lo llaman La Voz del Vallenato ¿Qué lo llamen de esta manera ha representado algún peso especial para usted o alguna responsabilidad singular?
Al independizarme de Los Diablitos del Vallenato yo me dije: “tengo que buscar un remoquete que identifique a Miguel Morales, que él era el cantante de Los Diablitos y que yo era La Voz de los Diablitos del Vallenato”. Entonces quedó Miguel Morales La Voz de Vallenato. Muchos periodistas en Valledupar, y en muchas partes del mundo, decían que la voz es Frank Sinatra, yo decía: “sí pero que la voz del vallenato es Miguel Morales”.
¿Podría contarnos un poco sobre la historia del gran éxito Mi Diosa Humana?
Mi Diosa Humana es independiente de Los Diablitos. Esto fue con Juan David “El Pollito” Herrera, y ya como Miguel La Voz. Es una historia muy bonita.
Mi Diosa Humana es de la autoría de Huber Hernández, un muchacho que traduce lo que vive a la poesía. El sentimiento que le puse en el canto a esta canción se convirtió en poesía cantada. Yo creo que ha sido un palo y que ha sido uno de los clásicos que me mantiene vigente a nivel nacional e internacional.
Les cuento una anécdota con esta canción. Yo iba en mi camioneta, de camino a la casa de campo y un policía me para, le dije: “mucho gusto, Miguel Morales”, y el policía responde ofuscado: “¿¡qué!?, ¿¡cuál Miguel Morales!? Si a Miguel Morales yo lo conozco bien, yo soy un seguidor”. Así que le respondí: “pero no parece, pues yo soy Miguel Morales”.
El policía, seguro de lo que dice, me contesta: “yo le voy a demostrar que usted no es Miguel Morales”, y me saca el vídeo de Mi Diosa Humana; como ahí tengo el cabello largo no creía que era yo y le dije: “¡lo que pasa es que ya yo no tengo pelo!”. Me tocó cantarle para que me creyera que yo era Miguel Morales.
Arranca su historia con Omar Geles a comienzos de los ochenta y termina en 1991, allí termina la historia conjunta de Los Diablitos con la voz de Miguel Morales ¿Por qué arranca en Los Diablitos y por qué termina en Miguel Morales?
Yo siempre he tenido sueños y me he atrevido a cosas que la gente cree imposibles, pero las he logrado. Mi esposa sintió temor de que me separara de Los Diablitos, sin embargo, yo estaba seguro de mi voz y de mi talento.
Me decía: “yo soy la voz y así me voy a titular”. La oportunidad de ser independiente y de ser yo se me estaba dando, porque Los Diablitos era una sociedad de Omar Geles y su hermano, no era mía.
Lo importante es que los retos me gustan. Entonces llamo a Víctor Rey Reyes de Barrancabermeja, un acordeonero muy versátil y muy buen músico. Grabamos El Pueblo Quiere Al Cantante.
Después, independientemente, grabé un éxito como Acompáñame, y es ahí donde revienta el triunfo a nivel nacional y se representa una nueva voz en el vallenato, Miguel Morales como solista.
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Usted es la cabeza de un movimiento con varios colegas que es el vallenato romántico, y después sus hijos, pero sobre todo hablemos puntualmente de uno de ellos, Kaleth Morales, quien encabezaba otro fenómeno absolutamente rompedor dentro del género que denominado El vallenato de la nueva ola, ¿Cómo ha sido para usted la vivencia de esos dos segmentos tan interesantes de la historia reciente de la música de acordeón?
Yo creo que lo que hizo mi hijo Kaleth fue romper el esquema del vallenato en dos partes y por eso lo catalogan todavía como El rey de la nueva ola. Es más, yo no creía en ese proyecto.
Cuando yo escuché Vivo en el limbo le dije que a mí no me parecía porque yo venía haciendo otra música llena de poesía y de sentimiento. Yo le preguntaba: “¿cómo es que tú vas a dañar la carrera de tu papá?”.
Él me dijo que lo que quería era marcar la diferencia entre él y yo, pero también entre todo el vallenato. Lo hizo con mucha seguridad. La misma seguridad que yo tenía y que todavía tengo la llevaba mi hijo en la sangre.
Kaleth siempre decía que haría de ese disco un éxito, que iba a ser diferente a mí, a hablar y cantar diferente a mí, que su actuación en tarima sería diferente a la mía. Me demostró que era capaz de lograr lo que quería.
¿Cuáles son esos consejos que le da usted a los K Morales y que le daba también a Kaleth para triunfar y para tener un estilo en este género vallenato?
Uno de los consejos que siempre le di a Kaleth, y que le sigo dando a mis hijos, los K Morales (Kanner y Keyner), es que no se debe perder la humildad por mucha fama que se logre. Nosotros hemos logrado muchas cosas como dinastía. Logramos que hicieran una novela que ha sido un éxito en muchos países. Yo creo que la responsabilidad y hacer las cosas bien, con disciplina, con respeto y organización son los mejores consejos.
El ejemplo que les he dado a mis hijos de seriedad y de responsabilidad, son indispensables. De Miguel Morales jamás se ha oído ningún tipo de escándalo. Siempre he tenido la disciplina por delante y eso es lo que le he demostrado a mis hijos.
Mi felicidad no es lo que he logrado profesional y económicamente, sino lo que he logrado familiarmente. Ese amor de mis hijos, de mi esposa, de mi familia y hermanos, es más fundamental que todo lo demás.
*Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 4: Cultura, identidad y comunicaciones. Iniciativa 1: Periodismo cultural. Proyecto: Dinastías y leyendas musicales.