República de colores

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En sus propias palabras: Luis Durán Escorcia, heredero de la dinastía de Alejo Durán

En conversación con Juan Carlos Piedrahita, periodista musical de El Espectador, y Jaime Monsalve, jefe musical de Radio Nacional de Colombia, el artista Luis Durán Escorcia habló sobre su trayectoria musical, la dinastía de los Durán, y los temas que le grabarán próximamente.

Proyecto de periodismo cultural: Dinastías y leyendas musicales. 

Por María Camila Aguirre Arrieta, estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Cartagena.

#EstudiantesReporteros*

Luis Durán Escorcia, compositor, acordeonero y cantante de vallenato, es uno de los descendientes de la tercera generación de los Durán, dinastía ampliamente reconocida en el mundo del vallenato y el acordeón.  Oriundo de El Paso, Cesar, es hijo de Nafer Durán, rey vallenato en 1976 y sobrino de Alejo Durán Díaz, su tío, quien fue el primer rey vallenato.

Como compositor, ha escrito para reconocidas figuras musicales como Jorge Oñate, Farid Ortiz, Diomedes Díaz, Silvio Brito, Peter Manjarrez, Martín Elías, Iván Villazón y “Poncho” Zuleta. Con ellos y otras agrupaciones, Luis Durán suma más de 200 canciones grabadas.

Estas fueron las respuestas de Luis Durán a Juan Carlos Piedrahita y Jaime Monsalve.**

¿Qué decir de esa herencia de la familia Durán? 

La dinastía Durán ha hecho un aporte significativo y muy valioso a la música vallenata, a nuestro folclor colombiano, en cabeza del viejo Alejo, “Naferito” mi papá, Jader Durán, mi hermano, que hace parte de las nuevas generaciones y es uno de los grandes acordeoneros que tiene la música vallenata.

Nosotros hemos sido herederos de esa dinastía, algo que nos satisface mucho. Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance para que la música vernácula, la auténtica, la original, se conserve a lo largo y ancho del tiempo en nuestro folclor.

 ¿Cómo fue la celebración del natalicio del maestro Alejo Durán?

Fue algo apoteósico, realmente el viejo Alejo tuvo un carisma y un cariño de la fanaticada de Colombia extraordinaria. El Congreso de la República tuvo bien en rendirle un homenaje a través de la Ley 1860 del 2017. El año pasado se le hizo dicho homenaje el 9 de febrero, día de su nacimiento, en El Paso, Cesar.

Contamos con la presencia de la junta directiva del Festival Vallenato, de ministros, representantes a la Cámara, senadores, pero sobre todo nos regocijó la presencia y colaboración de Carlos Vives ese día.

¿Qué decir de la simbología que tuvo para el vallenato la canción “El sombrero de Alejo”?

Carlos ha sido una de las personas que ha tenido un cariño especial, no solamente por los Durán sino por la música vallenata en general. Al grabar ese tema, lógicamente se le está rindiendo un homenaje a una persona que hizo cosas importantes a lo largo y ancho de la música vallenata.

¿Su padre todavía toca el acordeón?

Esas son cuestiones hereditarias, que van en la sangre, eso siempre muere con la persona. Mi papá entre más viejo se pone, más le gusta el acordeón, él ha sido uno de los grandes músicos del folclor vallenato.

En este momento tiene 87 años, pero tiene herederos. Por lo menos, mi hermano Jader, acordeonero profesional, ha grabado con Farid Ortiz y tiene su propia agrupación “Los Pelaos de Jader”. La música de los Durán tiende a permanecer en el tiempo.

¿Cuál siente que era la diferencia entre el toque de Alejo y el toque de Nafer a la hora de usar el acordeón?

La diferencia era que el viejo Alejo tocaba en un estilo sabroso, mientras que mi papá Nafito, aunque también lo hacía, era un gran digitador del acordeón.

Mi papá digitaba excelentemente el acordeón, a raíz de eso fue Rey Vallenato en el año 1976. Él llevó a Diomedes Díaz a la casa “Codiscos” a grabar su primer CD: “Herencia Vallenata”.

¿Qué tiene de particular El Paso para ser cuna de tan grandes figuras y leyendas del folclor vallenato?

Sin tratar de ser inmodesto, El Paso es el pueblo más bonito que tiene el departamento del Cesar, Colombia y el mundo entero. La gente es caritativa, hospitalaria, muy buena, es un pueblo que va en desarrollo, en este momento está poseído de grandes minas carboníferas y la economía tiende a desarrollarse.

¿Qué ocurre en el Festival Pedazo De Acordeón en El Paso, por qué es la antesala perfecta del Festival de la Leyenda Vallenata? 

El Festival Pedazo De Acordeón es un festival que se hizo en honor al viejo Alejo y va desde el 21 hasta el 25 de abril. Es la antesala del Festival de la Leyenda Vallenata, allá se hacen concursos de todos los niveles, pero hay una particularidad, una categoría se llama “Músicos completo”, los que se presentan tienen que cantar, tocar, componer, de todo.

Hay categoría infantil, canción inédita, aficionado, juvenil. También se incluye la participación de Tambora, un género musical que se vivió mucho en El Paso, en Chimichagua y zonas aledañas.

¿Existe material inédito de la distaría Durán, sobre todo de mayores, los maestros Alejo y Nafer?

Claro, hay una cantidad de música inédita de Nafer, mi papá. Del viejo Alejo no tanto porque la mayoría de sus temas fueron grabados por él mismo y la gente que musicalmente lo vino sucediendo, pero hay mucha música inédita de Naferito.

Teniendo en cuenta que usted estudió ingeniería, ¿en qué momento decidió incorporarse en el mundo del vallenato?

Son cosas que se transmiten por herencia, de generación en generación, eso viene en la sangre. Usted ve los hijos de mi papá o del viejo Alejo, y ya tocan, componen, y el que no compone toca guacharaca, y el que no toca guacharaca, toca caja y el que no toca caja, chifla.

¿Cuál fue la primera composición que grabó?

El primero que me grabó una canción fue Ponchito Cotes en el año 1983, posteriormente me grabó mi papá con Julio Cesar Córdova. Luego viene Farid Ortiz y simultáneamente “Los Betos”. Ahí es donde se dispara el nombre de Luis Durán Escorcia como compositor, desde el momento en que me grabó Beto Zabaleta, Farid Ortiz, Jorge Oñate y así.

La lista de intérpretes de sus canciones es inmensa, usted ha mencionado a algunos: Jorge Oñate, Diomedes Díaz, Silvio Brito, Poncho Zuleta, Peter Manjarrez, Martín Elías, es decir, es eterna la lista de sus intérpretes.

Contamos con suerte gracias a Dios. Nuestras canciones calaron en los diferentes artistas de la música vallenata. Al público le gusta ese tipo de canciones porque nosotros nunca nos hemos apartado de las raíces del folclor vallenato, hemos mantenido esas raíces.

En este momento hay cualquier cantidad de conjuntos que de pronto se hicieron a un ladito de la música vallenata y eso está bien, pero yo siempre he considerado que los cambios se dan en todos los medios. Lo importante es que dentro de los mismos cambios se mantengan las raíces del folclor vallenato.

¿Cómo logran sus composiciones escalar en nuevas generaciones y calar en el gusto popular en un momento en el que el vallenato va exigiendo una evolución?

La evolución del vallenato empieza a ser exigente, pero el futuro siempre depende del pasado. El vallenato de ahora, como lo llaman, depende del vallenato original, que nunca en la vida va a pasar de moda, vengan las generaciones que vengan. Las bases están establecidas, pueden venir vientos y mareas que se sostienen sobre la roca.

En el vallenato tradicional, canciones como “039” o “Sin ti” son antológicas, pero en el vallenato actual todo es transitorio, las canciones duran dos o tres meses y después no se sabe cuál es el uno o el otro.

Usted se refiere a Nafer y a Alejo como “Naferito” y “el viejo Alejo”, ¿De esa manera los trataba usted desde la infancia?

Sí, a nivel de familia nosotros cariñosamente les llamamos así. El viejo Alejo es una persona caritativa, muy familiar, una persona prestante dentro del marco de la familia. A mí incluso me dicen Lucho.

¿Cuántos hermanos son ustedes?

En este momento 11, antes éramos 13 conmigo, pero murieron dos: Nafer y Denia. De los hermanos mayores, quedaron conmigo 11 y ahí estamos en la lucha tratando que el vallenato, que es lo que verdaderamente nos gusta, siga adelante y permanezca por mucho tiempo.

Usted ha aportado más de 200 canciones para que esa tradición continúe.

Gracias a Dios he contado con esa suerte. A los diferentes conjuntos del vallenato le agradan mis canciones. Ahora el que no me ha grabado es Silvestre Dangond, pero canta mis canciones en las presentaciones y eso es como si me hubiese grabado ya.

¿En qué momento decidió que también podía estar en el mundo del canto?

Cuando empezó la revolución del vallenato, los músicos nuevos se apartaron bastante del vallenato original, entonces me decía un amigo: “Lucho, pero tú puedes cantar tus propias canciones, así como las canta Gustavo, Roberto, Rafa”. Y tenía razón.

Tomé la determinación de cantar mis propias canciones, yo he grabado como 4 o 5 CD’s acompañado de mi papá y de Jader, mi hermano. Nosotros grabamos vallenato auténtico, ese vallenato que pase lo que pase nunca pasará de moda.

¿Como funciona en el mundo del vallenato ese primer acercamiento entre compositor e intérprete?

Yo soy más compositor que cantante, lo mío verdaderamente es la composición. Yo recuerdo que cuando empecé como compositor, mi carta de presentación era Naferito, mi papá.

Una vez en Barranquilla me encontré por accidente con Beto Zabaleta, me le presenté y le dije “yo soy Lucho Durán, el hijo de Nafer”. Él me dice: “ombe lucho». Yo tengo esto y esto, «llévamelo al apartamento”, se lo llevé y empezaron a grabarlo.

Si me voy al ámbito del canto, a mí me conocen todos. Yo me encuentro con Jorge Oñate, con Poncho, con todos, somos grandes amigos. Ahora mismo, Poncho Zuleta me tiene unas canciones grabadas con el Cocha Molina que deben salir próximamente. Dentro de todos, tengo muchos amigos, pero Jorge Oñate es mi hermano.

Escoja 5 canciones del vallenato, que para usted sean muy importantes.

“Luna Sanjuanera” de Roberto Calderón, “Sin ti” de Nafer Durán, “039” del viejo Alejo, “El Testamento” del maestro Escalona, y “La Diosa Coronada” de Leandro Díaz.

¿Cuál es su aire de vallenato favorito? ¿Algún otro gusto musical?

Yo compongo mucho “Paseo Vallenato” y “Merengue”, ese vallenato original que hacían antes es el que yo compongo.

Después del vallenato, me gusta la salsa cubana y la ranchera de José Alfredo Jiménez, de Pedro Vargas y de Antonio Aguilar.

¿Cuál es su rutina para componer?

Esas rutinas surgen espontáneamente y en cualquier lugar, no tiene tiempo estipulado, es algo que va surgiendo de manera espontánea. Son las canciones que le surgen al compositor. Hay otras canciones que se hacen de encargo, pero esas no salen del corazón.

¿En el vallenato se hacen buenos amigos?

Claro, esa es la riqueza que le deja la música vallenata al compositor, al artista, al cantante, al acordeonero. La cantidad de buenos amigos es una gran la riqueza que nos deja esa música tan hermosa como la vallenata.

¿Está componiendo ahora mismo? ¿Quiénes le han hecho invitación para grabarle a usted últimamente?

En este momento hay unos temas que me acaba de grabar Poncho Zuleta y vienen otros temas con Jorge Oñate. Hay otro tema que viene con Jader Durán y “Los Pelaos de Jader Durán”. Ahí estamos pendientes de aportar un granito de arena para que el folclor vallenato permanezca.

**Luis Durán Escorcia estuvo en magazine tv «Cuarentena musical Pacífico y Caribe» (3 de junio)

*El “Fondo Obeso-Coronel para reporteros en formación” ofrece un pequeño estímulo monetario a estudiantes de la asignatura de “Géneros periodísticos” o similares de facultades aliadas en distintas ciudades del país para que, con el apoyo del docente, escojan realizar piezas en temas de interés de la Fundación Color de Colombia. Si surten todo el proceso, el estímulo principal es la publicación. El Fondo rinde homenaje a dos ilustres hombres de letras de raza negra del siglo XIX colombiano, que hicieron periodismo: Candelario Obeso (1849-1884) y Juan Coronel (1868-1904), ambos de la Costa Caribe. Contacto: [email protected].

*** Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 4: Cultura, identidad y comunicaciones. Iniciativa 1: Periodismo cultural. Proyecto: Dinastías y leyendas musicales.

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