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Osman «Fosforito» López: “Es mejor muchos accionistas en equipo de Buenaventura”

El gran exdefensor central de la Selección Colombia, uno de los futbolistas más destacados que ha dado Buenaventura, es formador y técnico de categorías infantiles de fútbol en Estados Unidos, donde también trabaja para un programa de desarrollo olímpico.  

Se une a la conversación pública sobre el proyecto de un equipo de fútbol profesional para su ciudad: «pasé por clubes donde el dueño era una sola persona y por eso recomiendo una sociedad anónima de muchos accionistas», dice. 

Osman López fue jugador profesional de fútbol durante más de 15 años entre 1988 y 2005, período en el que jugó como defensor central en clubes como Millonarios, Deportes Tolima, Cúcuta Deportivo, y a nivel internacional en Olimpia de Paraguay, Talleres de Argentina y Trujillanos de Venezuela. Entre 1995 y 1998 fue convocado a la selección Colombia para disputar parte de las eliminatorias al mundial de Francia 1998.

Desde su retiro en 2005, empezó a capacitarse como entrenador y administrador deportivo. Es administrador de empresas de la Fundación Universitaria San Alfonso (de Bogotá). Además, cuenta con licencia FIFA / CONMEBOL y distintas licencias de entrenador de fútbol en Estados Unidos.

En trabajo actual como entrenador y seleccionador de talentos en la academia PSA Thunder y el distrito escolar Anna Independent School District, Dallas, en Estado Unidos, cumple funciones de entrenamiento, administración, liderazgo, exploración, desarrollo de jugadores y análisis de juegos.

Usted vive ahora en EE.UU, pero siempre ha tenido un compromiso con Buenaventura. Tuvo allá escuela de fútbol. Recordemos esas experiencias. 

Yo soy un doliente no solo por el deporte en Buenaventura, sino también por los temas sociales. Nosotros tuvimos una escuela de formación a través de nuestra Fundación Paíz Pazífico, con el socio Bonner Mosquera, un programa que fue auspiciado por la USAID de Estados Unidos.

Fue muy grato porque tuvimos la ayuda de amigos cercanos como Óscar Gamboa y Juan Camilo Cabezas, que fue principal en esto. Fue un programa de la presidencia de Barack Obama que buscaba reforzar la economía de empresarios negros que cumplieran un perfil.

Gracias a Dios, nosotros cumplíamos ese perfil. El programa de nosotros se llamaba Vení jugá, y tenía tres componentes: psicosocial, comunicativo y deportivo. Lo desarrollamos entre 2010 y 2012, período en el que fortalecimos más de 10 escuelas de formación deportiva en Buenaventura. También tuvimos el aporte del entonces alcalde José Félix Ocoró para extender el programa hacia la zona más vulnerable.

Indiscutiblemente, fue un éxito porque 20 de nuestros chicos y chicas tuvieron la experiencia de ir a hacer intercambio en Uruguay, y otros 50 lo hicieron en Bogotá.

Fortalecimos estas escuelas que ahora están registradas en la Cámara de Comercio, tienen su reconocimiento deportivo, los profesores se capacitaron, a los chicos les dimos toda su implementación y también  había un componente nutricional.

Fue un hit, pero desafortunadamente estos programas no son autosostenibles. Hace cinco años también hicimos una intervención con el ICBF en un programa de territorios étnicos que también tenía esta clase de componentes.

¿Y ahora en EE.UU. sigue trabajando en formación para el fútbol? 

Claro, yo sigo ligado en el tema deportivo, más que todo en el tema formativo. Hago parte de una organización que se llama PSA, Plano Sport Association. Ellos tienen un club deportivo en el cual soy técnico de niñas de categorías entre 2006 y 2012.

Aparte de eso tengo un nombramiento donde hago acompañamiento al ODP, un programa de desarrollo olímpico donde mi función es hacer veeduría para escoger niños y niñas en la fase regional para competir a nivel nacional. De ese contingente de chicos se nutre la selección de los Estados Unidos.

También estoy esperando decisión del F.C. Dallas, donde estaba Óscar Pareja, sobre un programa  que les presenté para entrenar defensas.

Así que gracias a Dios sigo trabajando, también estoy ligado a mi distrito escolar con los niños especiales, muy ligado en la parte social y capacitándome, estudiando para estar preparado para cuando me llegue la oportunidad.

¿Qué sensaciones guarda de lo que fue la experiencia de Pacífico Fútbol Club, el equipo prestado de la B en Buenaventura en 2010 y 2011?

Esa es una pregunta para la que tengo la respuesta en la mano porque se siente uno mal de que simplemente lo utilicen para llevar recreación los partidos de fin de año, pero no para los proyectos deportivos grandes.

El equipo debe ser de la ciudad, no de alguien que se lo pueda llevar cuando quiera. Esa experiencia es mejor no repetirla.

La selección ideal de todos los tiempos de Buenaventura sería muy difícil de vencer por cualquier otro equipo similar.

Se está promoviendo una conversación social al respecto y una de las premisas es que los ídolos del fútbol de Buenaventura (Tren Valencia, Freddy Rincón, Osman López y los actuales) participen y eventualmente jueguen un rol en la realización del proyecto. ¿Qué opina?

Como administrador deportivo y persona que ha pasado por clubes de malos manejos porque el dueño es una sola persona, creo que esto no se puede manejar como sociedades en acciones simplificadas deportivas.

Este es un proyecto de todos y para todos. Si nosotros estamos aquí levantando una voz es porque queremos ser accionistas, y no simplemente eso, porque no se puede mirar al accionista como algo simplemente económico, aquí somos accionistas dolientes que podemos ser hasta más importantes que cualquier otra persona.

Desde ese punto de vista, yo soy una persona que me comprometería con esto, a luchar para que esta clase de proyectos sean realidad.

Hay un programa argentino llamado Atlas, la otra pasión, una serie sobre el equipo más humilde de Argentina, pero que pudo llegar muy lejos porque se manejó de las mejores formas.

Nosotros tenemos ejemplos tanto en Colombia como a nivel internacional sobre cómo se manejan las acciones, cuál es el mejor beneficio para un club, que no sea simplemente de una sola persona sino que sea de todos y para todos. Indiscutiblemente, las sociedades anónimas son lo mejor que le puede pasar a un club.

Solo una lesión le quitó a Osman López la titularidad en la Selección Colombia.

Otra premisa es que las acciones de la sociedad propietaria del club estén en muchas manos. ¿Usted se le mediría a comprar unas acciones?

Claro que sí, y no simplemente compraría unas acciones, sino que trataría que muchas personas también entraran a este proyecto.

Hay gente que estaría muy interesada para tener acciones en esta clase de proyectos, y no simplemente las acciones, sino que hay otras formas también de estar presentes en nuestro equipo amado.

Entonces estamos de lleno, muy comprometidos con esta causa y convencidos de que vamos a salir adelante.

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Editó: Juan David Morales, jefe de redacción de la plataforma de comunicaciones de Color de Colombia.

**Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 3: Mercados inclusivos y desarrollo sostenible. Iniciativa: Promoción de consensos estratégicos para el desarrollo sostenible (sobre proyectos de gran impacto en territorios de población afrocolombiana). Proyecto: Internacional por Buenaventura 2040 (500 años de la ciudad).

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