Carvajal habló en En vivo extra junto con Carmen Millán, directora del Instituto Caro y Cuervo, y Fabio Martínez, escritor y académico de UniValle, a propósito de los cinco años del fallecimiento del novelista chocoano Arnoldo Palacios, autor de Las estrellas son negras.

Carvajal Rueda, uno de los críticos que mejor conoce la vida y las novelas de Arnoldo Palacios, resaltó el realismo de sus obras y aspectos biográficos del escritor.
Alfonso Carvajal es escritor, editor y columnista. Autor de las novelas Hábitos nocturnos (2008), El desencantado de la eternidad (1994), La sonata del peregrino y Ruega por nosotros. De los libros de cuentos Pequeños crímenes de amor y Jardines sin flores. Columnista de literatura de El Tiempo.
Estas fueron sus respuestas a la periodista María Perea Villegas:
¿Por qué parece que le bastó a Arnoldo Palacios una novela corta para hacerse a un lugar en la literatura colombiana?
Las estrellas son negras es una novela pionera en Colombia que trata y describe lo urbano en medio de la selva, y logra transmitirlo en un ambiente y lenguaje originales.
Es la Quibdó de la década de los cuarenta en el siglo XX. Antecede a Cien años de soledad y La tejedora de coronas, en una época donde la industria editorial era precaria.
Su lenguaje combina lo castizo con el dialecto vernáculo, expresado a través de una voz poderosa y espontánea.
Con momentos poéticos y un crudo realismo narra una historia casi inocente, porque el protagonista es Irra, un adolescente, entonces vemos el mundo a través de su mirada.
En el trasfondo la novela recorre también la adversidad y pobreza de una raza que está sometida, que no participa de los privilegios de una clase dominante.
Creo que este fragmento resume el hondo mensaje del libro: «Algunos nacemos para morir sin tregua… Otros nacen para la alegría. Son estrellas diferentes. Las de ellos titilan eternamente y tienen el precio del diamante. Y la mía, Señor, es una estrella negra… ¡Negra como mi cara, Señor!».
Háblenos, por favor, sucintamente de los orígenes, la formación y la vida de Arnoldo Palacios.
Los orígenes de Arnoldo Palacios comienzan en Certeguí, Chocó, donde nace en 1924.
En su infancia, rodeado del río y la espesura selvática, oyó en las rondas nocturnas algunos cuentos de Las mil y una noches, que leía el tío Juan, y el tío Arcesio relataba la rica oralidad de la región, en décimas, versos o coplas.
Estudia en Quibdó y termina su bachillerato en Bogotá, en el Camilo Torres. En 1949, en la capital, el editor catalán le publica 500 ejemplares de Las estrellas son negras.
Se gana una beca y va a estudiar a París Lenguas clásicas. En Francia vive más de 50 años, donde estudia literatura, idiomas y el sentido histórico de su raza.
Otras novelas que publica posteriormente son La selva y la lluvia y Buscando mi madrededios que son textos de obligada lectura para acercarse a su literatura y a la población afrocolombiana.
¿Conoce a un escritor o poeta afrocolombiano vivo, ojalá joven, que nos quieran recomendar?
Recomiendo a Javier Ortiz Cassiani, historiador y escritor cartagenero, columnista de El Espectador. Su espíritu crítico lo ha llevado a escribir Un diablo al que llaman tren, sobre el ferrocarril Cartagena-Calamar, y es un estudioso de la masacre de las bananeras, entre otros temas.
También le puede interesar:
Sobre cuentista Carlos Arturo Truque: habla Fabio Martínez, escritor y académico de UniValle
Sobre el poeta Helcías Martán Góngora: habla Carmen Millán, directora del Instituto Caro y Cuervo
El Centenario de Manuel Zapata Olivella en su tierra natal, Lorica, Córdoba
Editó: Gustavo Adolfo Acuña Romero, de la redacción de la plataforma de comunicaciones de Color de Colombia.
*Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 1: Reconocimiento e integración. Iniciativa: Memoria histórica y social de la población negra en la nación colombiana. Proyecto: Efemérides afrocolombianas.