República de colores

Publicado el colordecolombia

Médicos héroes: como rezarle a Superman frente al Covid-19

Un joven abogado nos remite esta columna de opinión, que publicamos para fomentar el debate respetuoso.  «La epidemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la inexistencia del Estado protector. Hemos entendido que el país está a su suerte», dice. Estamos interesados en publicar opiniones que contrasten con esta.

Por Alí Bantú, abogado. 

El problema de la idealización es que proyecta una idea falsa de la realidad, emboba, entonta y embrutece; te lleva incluso a creer que los héroes existen y, peor aún, que ellos te salvarán.

No extraña que un niño se lance de un edificio creyendo que Superman acudirá en su ayuda.  El resultado será inevitable: morirá o cuando menos quedará bien aporreado o parapléjico ¿y Superman?… jamás aparecerá. El golpe lo despertará, si es que despierta, con la triste realidad: los héroes no existen.

Gran parte de la sociedad colombiana fantasea irracionalmente como el niño. Es así como hemos permanecido desde hace siglos con desigualdades, injusticias y marginalidades intactas: inventado semidioses, adalides salvadores y omnipotentes que resuelven los problemas del país.

Empero y por lógica, nunca se solucionan.  Por el contrario, se prolongan y agudizan en el tiempo, mientras la sociedad vive su propio progreso imaginario, explicando su realidad a través brujos, caudillos, chamanes, curas y culebreros, esperando que el milagro caiga del cielo, como si viviéramos en la prehistoria.

Los héroes en Colombia se han multiplicado como los problemas: a cada dificultad se le inventa un salvador para resolverla, porque no hay Estado, no hay gobernanza.

Hoy, la epidemia de COVID- 19 ha puesto en evidencia la inexistencia del Estado protector. Hemos entendido que el país está a su suerte. La poca esperanza que tenían algunos en un sistema de salud mediocre y cada vez más decadente, se está esfumando, y la solución que ha encontrado el gobierno es recurrir nuevamente a la idealización.

Hoy los héroes son los médicos, que en Colombia viven  en condiciones laborales difíciles, anhelando especializarse porque los estudios de posgrados son costosísimos y no pueden pagarlos. Los médicos “héroes” morirán al lado de los pacientes, pues tampoco hay recursos para ellos, es decir, morirán como mártires.

Desgraciado el país que resuelve sus problemas con el autoengaño. Condenada está la sociedad que pone sus esperanzas en manos de los héroes y heroínas, porque en realidad son seres humanos enviados conscientemente al matadero.

Lamento ser quien intente sacarlos de la fantasía, de la que no se libra ni el presidente, que fue a pedirle a la Virgen de Chiquinquirá para que proteja a los ciudadanos del coronavirus, reconociendo así su impotencia.

Hoy que todos los países del mundo cerraron sus iglesias y están buscando una vacuna, acudimos a  una virgen. No es así como resolveremos esta crisis. Deberíamos estar buscando una solución científica a este virus, apoyando a las universidades públicas para que sus facultades de medicina funcionen, pagando los salarios de los médicos del Chocó y de todo el país.

No será narrando ficticios goles, jamás hechos por la Selección Colombia, que se resolverá el problema de la red hospitalaria del país. Superman no nos salvará.

Comentarios