El rector de la Universidad de Antioquia habló en En vivo extra junto con Carlos Pinilla Gallego, presidente del Comité Universidad-Empresa-Estado-Sociedad, CUEES, de Urabá; y Jairo Jiménez Zapata, vicepresidente del CUEES del Bajo Cauca, sobre los retos y logros de la Innovación en las subregiones del departamento de Antioquia.
El rector Arboleda afirma que uno de los logros más importantes ha sido sentarse en una mesa las universidades, las empresas y el Estado para luchar por un objetivo superior: con ayuda de la ciencia, la tecnología y la innovación, servir a la sociedad y “generar mejores condiciones de vida para todos”.
John Jairo Arboleda es médico veterinario y magíster en Ciencias Básicas Biomédicas de la Universidad de Antioquia. Entre algunos de los cargos que ha ejercido en dicha institución están: decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, jefe del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Agrarias, Vicerrector General, Director de Regionalización, y actualmente Rector.
Estas fueron sus respuestas a la periodista Katerin Panesso:
¿Cómo se entiende y promueve la innovación desde la Universidad de Antioquia?
Alguien dijo muy acertadamente hace tiempo, que la investigación en las universidades es invertir grandes cifras de recursos económicos para obtener conocimiento allá en la frontera del mismo. La innovación es utilizar ese conocimiento para generar riquezas, y riquezas para todos. Yo creo que así lo hemos entendido y así lo hemos venido manejando.
Se nos ocurrió, no solo a nosotros, sino a una serie de personas muy importantes en nuestra ciudad, que tenían y conocían experiencias de este tipo en el mundo, sentarnos todos en una mesa, hablo todos como sociedad: universidades que tenían el conocimiento, tratando de acertarle a esas necesidades de la sociedad; las empresas que tenían necesidad de resolver los problemas que se encontraban cada día en su ejercicio; y el Estado como un ente legitimador en cabeza de sus gobiernos, tratando de responder por esa interacción.
Yo creo que lo más importante que hemos hecho es que sí era posible sentarnos en una mesa las universidades, las empresas y el Estado, y que cada cual contara y aportara lo suyo, desde cada quehacer específico para la sociedad. Lo más importante a lo largo de estos 18 años que llevamos es generar confianza.
Yo creo que por primera vez nos podemos sentar en una mesa los tomadores de decisiones en cada una de las tres hélices: los alcaldes y gobernantes, pero también los rectores de las universidades, los directores de los cuerpos de investigación e igualmente los empresarios. Ese ha sido un entendimiento muy importante y es lo que hemos tratado de llevar a todas las regiones del departamento.
¿Nos puede contextualizar los objetivos de los Comités Universidad-Empresa-Estado-Sociedad y su relación con la innovación?
Yo creo que, con los ajustes y las contextualizaciones que hemos logrado hacer estos 18 años en la ciudad de Medellín, de la mano de nuestra universidad, pero también de universidades hermanas, con el apoyo de las empresas, con la articulación del gobierno y con la participación de la sociedad, hemos logrado entender un asunto y construir un tema fundamental, que es un objetivo superior.
Tiene que haber un objetivo superior que sume las voluntades, pero también los esfuerzos, los trabajos, los direccionamientos de cada uno de los sectores.
Y ese objetivo superior es que la ciencia, la tecnología y la innovación, tienen que servir para generar mejores condiciones de vida para todos; que el conocimiento no basta con producir artículos publicados por nuestros profesores, que generan una gran visibilidad y un gran prestigio desde el punto de vista investigativo, sino que como institución tenemos una enorme responsabilidad social que es devolverle a la sociedad todo ese conocimiento para que se les convierta en algo útil en su vida de rutina.
Que las empresas tienen que contribuir con esos procesos pero, además, hacer uso del talento humano nacional de nuestros investigadores para resolver esos problemas, volverse más competitivos y generar mayores recursos, mayores empleos y mayores dividendos, que se traduzcan en una mejor sociedad.
Que el Estado tiene que facilitar estas acciones; y que la sociedad tiene que ser consciente de que, precisamente, esa ruta genera saltos muchísimo más largos, más altos y de mayor impacto, que los que podría hacerse sin innovación.
Me parece que esa es la consolidación de un ecosistema, y después viene algo que venimos haciendo en las distintas subregiones. Esto es un tema relativamente nuevo en nuestro contexto territorial, pero creo que hay una gran ventaja y es que cuando hemos hecho desarrollos en el nivel central, hemos tenido la posibilidad de cometer errores y aprender.
Esto permite transitar por esos caminos de una manera más rápida y poderle atinar a muchos de los asuntos que, una vez contextualizados en las regiones, seguramente van a generar unos buenos resultados. Pero lo más importante es que tenemos el enorme compromiso de mejorar las condiciones de vida de todos los habitantes de nuestro territorio antioqueño.
En Urabá tenemos un Parque E con excelentes resultados, seguramente vamos a seguir trabajando en las regiones, después vendrán más Rutas N. Necesitamos generar ecosistemas que permitan que la innovación sea un tema un tanto más común dentro de nuestras sociedades.
¿Cuál es una historia de éxito en innovación para la competitividad impulsada por la U. de Antioquia y una historia de éxito en innovación social?
Yo quiero empezar por la innovación social. Hace 25 años a ninguna universidad se le había ocurrido instalar sedes en el territorio departamental. Teníamos un modelo de desarrollo centralizado, y se nos ocurrió, habló de las universidades públicas, ensayar, devolver, saldar una deuda histórica que teníamos como universidad con los territorios alejados.
El programa de regionalización de nuestra universidad me parece que es un excelente ejemplo de innovación social que les sirve a las comunidades en el Bajo Cauca, en Urabá, pero también el occidente, suroeste, oriente, Magdalena Medio. Me parece que ahí hay conocimiento, experiencia puesta al servicio de hacer cosas distintas a las que veníamos haciendo hace 200 años.
Y la innovación tecnológica la estamos viviendo. Un grupo de profesores expertos en biomedicina, tan pronto se decretó la emergencia sanitaria, económica, social y ambiental en el país, sabiendo que todo se iba a complicar enormemente, lograron en un mes, sobre la base de sus conocimientos, generar un ventilador de bajo costo, que utilizara recursos nacionales, que dependiera muy poco de artículos importados porque ya estaban cerrados los aeropuertos, y que atendiera a una necesidad que se veía que iba a llegar: no íbamos a tener la posibilidad de atender con ventiladores los pacientes con Covid-19 que se agravaran, porque no teníamos en nuestro sistemas de salud los suficientes ventiladores para atender a esos enfermos.
Eso se hizo, están en este momento en fase 3, pero lo podemos utilizar en cualquier parte del territorio con un uso compasivo. Es un proceso largo, pero ya está funcionando. Construir sobre base de equipos que se utilizaban para anestesia, utilizarlos para mantener la respiración asistida de los pacientes que se agravan, es un muy buen ejemplo de innovación puesta al servicio de las necesidades, en este caso el sistema de salud para atender enfermos.
¿De qué modo la Universidad de Antioquia podría profundizar su impacto en innovación en las subregiones?
Yo creo que tenemos que seguir haciendo lo que sabemos y además estamos haciendo bien. Yo quiero felicitar a nuestros coordinadores en la CUEES de las distintas subregiones. Esto es un tema que parecía absolutamente imposible siquiera pensarlo por fuera del Valle de la Aburrá o por fuera de Medellín. Ellos han sido, con su tesón, capacidad y liderazgo, capaces de convertir imposibles en realidades.
Eso es lo que tenemos que seguir haciendo, tenemos que seguir fortaleciendo esta estrategia del CUEES porque funciona muy bien y porque necesitamos cohesionar y mantener unida la sociedad y los integrantes de esta.
Me parece se ha demostrado que eso es posible, las cifras que se saben hoy desde las 8 subregiones son muy alentadoras y hay que seguir y persistir. Nada bueno que logremos es fácil, ni de un día para otro, esto es un trabajo arduo que genera grandes responsabilidades, pero por fortuna siempre encontramos grandes personas que están dispuestas a avanzar, empujar y, sobre todo, persistir.
Luego vendrán estrategias que acompañen esa generación de un ecosistema que permita que la innovación, donde quiera que este, encuentre un nicho importante donde desenvolverse en nuestros territorios.
Esa es una ruta absolutamente virtuosa que, seguramente, en el tiempo va a empezar a dar los frutos que sabemos que da. Tenemos toda la capacidad y necesidades para hacerlo, y una sociedad expectante de que tengamos propuestas y realidades para mejorar sus condiciones de vida, y esto es una ruta muy adecuada.
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Carlos Pinilla Gallego, John Jairo Arboleda y Jairo Jiménez Zapata estuvieron en el En vivo extra #41 «Innovación en Urabá y Bajo Cauca». Puede revivir la emisión aquí en Canal VIP.tv (minuto 30-60).
Editó: Michelle Serna Esquivel, de la redacción de la plataforma de comunicaciones de Color de Colombia.
*Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 3: Mercados inclusivos y desarrollo sostenible. Iniciativa: Promoción de consensos estratégicos para el desarrollo sostenible. Proyecto: Urabá y Bajo Cauca piensan en grande.