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El futuro de La Guajira: habla César Arismendi, exdirector del Centro de Pensamiento Guajira 360º

César Arismendi habló en En vivo extra con Luis Guillermo Baquero, director del mismo Centro; y Amylkar Acosta, exministro y expresidente del Congreso, sobre el futuro económico y social de La Guajira, en el marco de los 55 años del departamento. 

César Arismendi,  economista y consultor con amplia experiencia y reconocimiento, es un convencido de la importancia crucial de la calidad de las instituciones para alcanzar el desarrollo y el bienestar.

Enfatiza la necesidad de diversificar la estructura productiva, teniendo presente que el Cerrejón cerraría en 2032.

Dice que “se han perdido muchos empleos en el sector de la hotelería y el turismo, en el sector inmobiliario, de la construcción e igualmente en la agricultura”, por efecto de la pandemia del Covid-19.

Estas fueron sus respuestas a la periodista Vanessa Serna. *

¿Cuáles son las principales lecciones para el futuro que a su juicio dejan los primeros 55 años de vida del departamento de La Guajira?

El departamento de La Guajira generalmente está asociado a comunidades indígenas, regalías, carbón y gas. Esto hace que, visto desde el desarrollo económico y social del departamento, muchas veces se le considere un departamento fallido que vive la maldición de los recursos naturales, que no los aprovecha suficientemente.

Se han generado recursos a través de la producción de gas y de carbón. Los recursos no han faltado, pero han faltado instituciones de calidad. Entonces, la más importante lección es que los recursos han estado y estarán, pero no están las instituciones de calidad para efecto de que se puedan generar procesos de inversiones localizadas, que generen economías externas y puedan activar otros sectores de la economía regional.

¿La pandemia del Covid-19 qué impacto ha tenido en La Guajira y qué cambio provocará en la agenda del departamento?

Indudablemente, la emergencia social y económica que vive el país por la pandemia ha impactado duramente la estructura económica del departamento. La Guajira hoy depende muchísimo, en un 48%, de la producción del carbón, de la minería; y es precisamente ahí donde se centran los impactos más fuertes que ha tenido esta pandemia en el sector productivo.

Igualmente, se han perdido muchos empleos en el sector de la hotelería y el turismo, en el sector inmobiliario, de la construcción y la agricultura. Esto nos lleva a pensar en la fragilidad que tiene la estructura productiva del departamento de La Guajira, que necesita un proceso de diversificación pos-Covid que nos permita que, cuando el Cerrejón cierre sus puertas, que se ha determinado en el 2032, los empleos puedan sostenerse perfectamente en un departamento como el nuestro.

En esa medida, lo más importante que ha generado el contexto de la pandemia a nivel económico es su gran impacto en la estructura productiva regional, con la fragilidad que está determinada por la alta informalidad de la generación de empleo que llega alrededor del 65% en el departamento de La Guajira. Creo que después de la pandemia todos tenemos un inmenso reto hacia la recuperación económica.

¿Cuáles son las ventajas comparativas y competitivas y los activos sobre los que La Guajira puede construir su futuro a 2030 por los Objetivos de Desarrollo Sostenible y más allá?

Son 17 objetivos totalmente claros y consensuados, sobre los cuales el país tiene unas metas y, por supuesto, la región tiene sus propias metas determinadas por los planes de desarrollo territoriales; pero económicamente la estructura fiscal está muy débil, el territorio tiene una estructura fiscal demasiado débil como para poderle apostar de manera contundente a erradicar la pobreza en todas sus formas y poner fin al hambre.

En La Guajira muchos niños se mueren a temprana edad por malnutrición. Garantizar la vida saludable, un bienestar, es absolutamente complicado en esta circunstancia. Yo diría que tiene que recurrir a un acuerdo región-nación para desarrollar estos propósitos comunes en torno a los ODS.

Afortunadamente, tenemos una sentencia que tanto la nación como la región pueden esgrimir, se trata de la sentencia T-302 del 2007, que es como un plan de desarrollo para el cumplimiento de estos objetivos de desarrollo sostenible. En esa medida, la región y la nación pueden perfectamente entenderse alrededor del cumplimiento de estos acuerdos internacionales.

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** Amylkar Acosta, Luis Guillermo Baquero y César Arismendi estuvieron en el En vivo extra #34 de magazine tv «Cuarentena musical Pacífico y Caribe» (24 de julio). Puede revivir la emisión aquí.

Editó: Juan David Morales, jefe de redacción de la plataforma de comunicaciones de Color de Colombia.

**Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 1: Mercados inclusivos y desarrollo sostenible. Iniciativa: Incidencia pública para cumplimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS 2030 a nivel subregional y municipal. Proyecto: Control público para el desarrollo sostenible.

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