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«Convoquen mucha gente para la propiedad del equipo de Buenaventura»: director de Asociación de Futbolistas Profesionales

Carlos González Puche, director de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro, es una voz sonante en el debate del balompié colombiano. En exclusiva, se refirió a la estructura de propiedad de los clubes profesionales y a su aplicación en Buenaventura.

«Puche», como es conocido, considera que «la figura ideal es la apropiación de los hinchas para que participen en la propiedad de los clubes, de tal manera que pueda haber una vigilancia e incidencia sobre las decisiones de las directivas», y esa es la fórmula que recomienda en esta entrevista para el proyecto de Buenaventura con equipo de fútbol profesional.

 

Carlos González Puche

Carlos González Puche es miembro fundador y director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro). Como futbolista profesional, jugó en Millonarios, América y Cúcuta Deportivo. 

Además, es abogado de la Universidad Externado de Colombia, especialista en derecho penal y con más de 25 años de experiencia en Derecho Deportivo.

Actualmente es miembro del Board de FIFPro y de su División América. También se desempeña como árbitro de la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA en representación de los futbolistas.

Usted se opuso en 2018 a un proyecto de ley que iba a permitir que los clubes pasaran de Sociedades Anónimas (S.A.) a Sociedades por Acciones Simplificadas Deportivas (S.A.S.D.), con el argumento de la inconveniencia de posibilitar un dueño único de un club. ¿Qué quedó claro en esa discusión?

Lo que quedó claro en la discusión en el Congreso de la República era que definitivamente no podíamos volver al pasado donde una sola persona era dueño de un club, sin ningún tipo de control. 

Creo que la Ley 1445 del 2011 ha permitido la consolidación de las estructuras de los clubes como sociedades anónimas, con controles con vigilancia, con la obligación de liquidez, patrimonio líquido y los beneficios que se han recibido. 

Claro que hay excepciones, obviamente ya no es asunto de la ley sino un tema del control, con relación a un equipo en particular que es el Cúcuta Deportivo, que definitivamente rompe todos los esquemas. 

Pero los demás clubes han venido cumpliendo, la mayoría tiene al día sus obligaciones laborales y fiscales, han tenido tropiezos, pero es clarísimo que la posibilidad de ser sociedades anónimas encareció la operación, pero ha brindado garantías al Estado, a los trabajadores, a todo el tema pensional y a las obligaciones a cargo de los clubes.

Por lo tanto, es claro que ese beneficio no se puede suspender bajo la justificación de que los costos de intermediación son muy altos, a no ser que el Gobierno saque una norma especial para los clubes con deportistas profesionales. Yo creo que el régimen es claro para efectos de los clubes con deportistas profesionales y ha funcionado.

Por la experiencia que usted conoce de Colombia y América Latina, ¿qué cantidad de accionistas de un club profesional de fútbol parece funcionar mejor?

No hay esquema perfecto. Yo creo que en cuanto a las sociedades anónimas, el siguiente paso que nunca terminó de formalizarse es que se cotice en bolsa. Ese es un tema de palabras mayores:  sucede en Inglaterra, Italia, pero en Colombia nos quedamos en la fase hasta ahora de sociedades anónimas. 

La figura ideal es la apropiación de los hinchas para que participen en la propiedad de los clubes, de tal manera que pueda haber una vigilancia y participación sobre las decisiones de los clubes. Así operan muchos. 

El origen nuestro, infortunadamente con todo el tema del desarrollo del deporte, es que las élites eran las que tenían derecho a hacer deporte en lo privado. O sea, los clubes sociales se desarrollaron para que la oligarquía pudiese hacer deporte. 

Aquí no hay un concepto por actividad, localidad, apropiación o un tema cultural, tal como existe Argentina o como pasó con la creación misma de los clubes en Inglaterra.

En estos países, por ejemplo, hay clubes de comerciantes, de gente dedicada al transporte; como Independiente en Argentina, un club que surge de los transportadores del tren. Entonces sí hay un arraigo, un enlace entre la composición de los clubes.  

A una ciudad como Buenaventura, ¿usted qué le recomendaría en materia de estructura de propiedad de un club profesional de fútbol?

De acuerdo con mi propuesta anterior, en Buenaventura se puede hacer una convocatoria a través de la cual participe mucha gente. Es una ciudad que maneja miles de millones de pesos en su comercio marítimo.

En Buenaventura perfectamente se puede constituir y crear este mecanismo para buscar presionar a que se constituya la tercera división, y así comience esta organización a trabajar con el objetivo de llegar a ser un club grande dentro del fútbol profesional de Colombia. 

Yo creo que la limitación de no tener una ficha no debe ser un impedimento para que se inicie un proceso, consolidando a Buenaventura como una ciudad que merece y necesita un club profesional de fútbol.

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Editó: Juan David Morales, jefe de la plataforma de comunicaciones de Color de Colombia.

**Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 3: Mercados inclusivos y desarrollo sostenible. Iniciativa: Promoción de consensos estratégicos para el desarrollo sostenible (sobre proyectos de gran impacto en territorios de población afrocolombiana). Proyecto: Internacional por Buenaventura 2040 (500 años de la ciudad).

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