República de colores

Publicado el colordecolombia

Así surgió la Escuela Ambiental del Cesar

Hace 23 años, por iniciativa del  administrador de empresas y ecologista Olmar Fernando Quintero y la donación de un terreno por parte de Fernando Matiz.

Por Daniela Girón Rumié*

Olmar Fernando Quintero Sanguino cuando iba a las escuelas observaba cómo se dictaban las clases sobre educación ambienta. Veía que estas clases eran tan incómodas, sin ventilación, encerradas y sin contacto con la naturaleza.

En una ocasión le preguntó a una maestra que estaba dando clases de educación ambiental ¿porqué no sacaba a los estudiantes a dar las clases en el palo de mango del colegio?.

La respuesta de esta profesora fue: porque lo que usted dice no es
institucional. Un pensamiento se reafirma en Olmar: “no se puede enseñar educación ambiental si no se experimenta y se goza de lo que es la naturaleza”.

Entonces, nace el sueño de una escuela ambiental en Valledupar. En 1997, Fernando Matiz vendía unas tierras a la salida de la ciudad de Valledupar por el lado de Badillo. Cuando Matiz escucha la idea de Olmar de hacer una escuela ambiental le donó parte de estas tierras (alrededor de hectárea y media).

Olmar Fernando Quintero

A pesar de que estas tierras estaban justo al lado del río Guatapurí, era un lugar feo, no había nada, no había árboles. Parecía que la tierra se hubiera tragado los árboles de por ahí como castigo, pero lo peor era que en ese lugar se sacaba carbón.

Sin embargo, Olmar solo pensó que era una buena oportunidad. Así que comenzó con un proceso de reforestación y bajo la premisa de que “todo tiene doble uso” se logra llenar la Escuela Ambiental de pequeños árboles y pronto se convertiría en un lugar mágico.

El sueño apenas comenzaba a tomar forma. A pesar de que muchos decían que estaba haciendo una locura y  perdiendo tiempo y dinero,  Olmar siguió persistiendo. Poco a poco el lugar comenzó a ser visitado. Los visitantes solo debían llevar un elemento para reciclar como requisito de entrada al lugar.

El lugar comenzó a llenarse de objetos reciclables. Vivir en la escuela se volvió un estilo de vida para  Olmar, por lo que contra viento y marea buscó ayuda por parte de la Policía para resolver los problemas de inseguridad.

La Escuela Ambiental del Cesar comenzó a volverse un lugar para enseñar mientras se experimenta con la naturaleza. Muchas escuelas en Valledupar van a hacer sus clases en este lugar.

Han pasado 23 años. Hoy es una escuela ambiental que hace parte de los procesos formativos de instituciones educativas y de servicios públicos. Donde se aprende sobre educación ambiental y se vive una experiencia inolvidable con la naturaleza.

Además, se ha convertido en un lugar donde cualquier persona, de cualquier edad, puede vivir una experiencia con la naturaleza. Actualmente, Olmar y su familia, a través de la escuela, tratan de velar por un presente y un futuro de este mágico lugar.

Hay más por contar. Pero como dijo una las señoras que me acompañaba “contar y hablar de lo que hay aquí no se puede, se vive, es que si se cuenta todo se pierde la magia”.

* Escuela de entrenamiento en periodismo para estudiantes, convocatoria 2021-1, de Fundación Color de Colombia.

Comentarios