Es uno de los artistas del diseño que serán expositores en la “Feria Bambazú y Serranía para emprendedores del Chocó”, donde exreinas del departamento lucirán sus accesorios en la pasarela del viernes 25 de febrero, 5 pm, en El Tablazo, de Quibdó (entrada con invitación). Aquí un perfil para los admiradores y compradores de su arte en oro y plata.
Por Edi Moya, abogado y hombre de letras tomar.
El oro y la plata predominan en lo que hace: son sus elementos. Abelino Palacios Rentería es un renombrado joyero de la región. «Seven», como es ampliamente conocido, hace arte: elabora creaciones de manera artesanal con mucho empeño y, sobretodo, destreza.
La orfebrería en el departamento del Chocó no es un tema de poca monta. Esta se encuentra intrínsecamente enlazada con la minería artesanal o barequeo, que se hace en los municipios. Después se realiza la compra, venta, cambio o préstamo del metal extraído, siendo el oro el más atrayente.
Abelino proviene de una familia de la zona conocida como Calle Quibdó, área que limita con el corregimiento de Sanceno, perteneciente a la capital chocoana. Sus creaciones son anillos, aretes, cadenas, pulseras y variados accesorios en oro y plata, que fabrica empleando diferentes técnicas, entre las que se destaca la filigrana.
La filigrana se compone de hilos finos de plata u oro, que se unen o soldan a una parte de la joya que constituye la base, o unidos entre sí, sin esta. El pulir y ultimar detalles es un acto decisivo porque estiliza y moldea el producto final, dando como resultado una digna obra de arte.
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Este notable orfebre ha estado en el medio por más de 30 años. Siendo solo un joven, se inicia como aprendiz en un taller, limpiando herramientas, barriendo el espacio y realizando una u otra asignación de su patrón de aquel entonces.
Mientras hacía lo suyo, se proyectaba; una independización que se veía venir, logrando, en años posteriores, crear y afianzar un nombre y una marca: «Seven», fuertemente reconocida en el nicho. Ese es el nombre de la joyería que representa, pero registrada como Filicha en la Cámara de Comercio del Chocó.
Cuenta con un catálogo de joyas, también las elabora de manera personalizada, mediante un laborioso proceso que requiere de muchas horas, experiencia y talento. Consiste en conseguir la forma y aspecto deseado de la pieza mediante la manipulación, calor y herramientas manuales.
La conformación engloba, a su vez, un conjunto de técnicas y operaciones como la fundición, el estirado, el laminado, el conformado, el mecanizado y el soldado, entre otras. Una de sus técnicas de eminencia, ya mencionada, es la filigrana, desarrollada en varios estilos como el tomatillo, la filigrana plana, en pandero, casquilla, en alto relieve, relleno en jala’o, etc.
El oro lo trata con aleaciones que, según la proporción, pueden producir oro rosado, amarillo y blanco. «Seven» trabaja con oro chocoano, el apetecido, de alta calidad, el que yace incrustado en peñas, en las orillas, en monte adentro.
Considera que debe continuar con el oficio en la región, en forma artesanal, imprimiéndole ese toque único que solo logra la manualidad. Su visión es posicionarse, dentro de 3 años, como el establecimiento de comercio líder en el Chocó en cuanto a alhajas se refiere, y también transformarse en un eje de empleo en el territorio.
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Quiere dejar un legado, y lo está logrando, impartiendo talleres a los que se interesan en el oficio. Su objetivo es perpetuar lo que hace. La orfebrería es su fuerte, y lo disfruta con su equipo, con quienes trabaja y, al mismo tiempo, tertulian sobre quilates, gramos o castellanos.