Hace 10 días lancé el Reto #1 que consistía en Ayudar a alguien que lo necesitara. Fue sorprendente tantas personas que se unieron, que ayudaron a otros y que se comprometieron con causas que les mueven el corazón.
El reto de esta semana también consiste en hacer algo por alguien pero de una manera diferente.
La vida no es fácil para nadie, así intentemos ponerle filtros positivos hay momentos complejos donde necesitamos con urgencia que algo ocurra que nos haga sonreír y nos saque de lo cotidiano, que cambie la monotonía diaria, que haga que los días dejen de ser iguales. Todos necesitamos que la vida nos sorprenda en algún momento.
A veces el día se resume en: madrugar, ir a trabajar o estudiar o buscar empleo, almorzar a la carrera, pagar facturas, quejarse del tráfico y de las noticias, llegar a casa, comer algo y a dormir, para mañana comenzar el mismo proceso.
Lo único cierto es que la vida es muy corta para que todos los días nos pasen iguales. Y eso nos lo recuerda todos los días el cielo: Algunos días amanece nublado, otros un cielo azul precioso, otros con lluvia, otros con un sol tímido entre nubes. Y ¿qué decir de los atardeceres? Jamás son iguales. Entonces ¿por qué acostumbrarnos a los días iguales, a los días en que nada nos sorprende?
Tal vez no notamos la monotonía en la que vivimos y lo mucho que necesitamos no perder la capacidad de sorprendernos con pequeños detalles que le pongan un toque diferente a nuestros días.
Esta semana el reto es: SORPRENDER A ALGUIEN
Les tengo varias ideas.
¿Qué tal si estamos en un Juan Valdéz, Oma, Tostao, Starbucks (el sitio que prefieran) y mientras tomamos un delicioso café, le dejamos pago uno a la persona que está detrás de nosotros en la fila? No importa si esa persona tiene para pagar su café, se trata de la sorpresa que le daremos a un desconocido. Si eso me sucediera a mí, yo me sorprendería. Y con toda seguridad le haría lo mismo a alguien, para que no se pierda esa cadena de sorpresas.
¿Qué tal si a la señora que siempre vemos en la misma esquina vendiendo dulces, le llevamos un combo Corral o McDonald’ o un Subway de almuerzo?
¿Qué tal si un día preparamos ese postre que nos queda delicioso y le llevamos a nuestros compañeros de oficina?
¿Qué tal si a esa persona que vemos que hace un excelente trabajo, se lo hacemos saber?
En ocasiones solemos pensar que sorprender consiste en algo muy, muy grande y no lo es. Podemos sorprender con palabras, con acciones, con detalles, con simples actos de bondad hacia otras personas, las conozcamos o no.
Hacer que una persona tenga un momento diferente a lo de siempre, es un buen ejercicio que beneficia al que lo hace como al que lo recibe.
Creo firmemente que el sentido de la vida está en lo que hacemos por los demás. A veces una palabra, una acción hace la diferencia.
No perdamos la capacidad de sorprendernos y comencemos por sorprender a alguien.
Compartan esta iniciativa, cuéntenle a sus amigos, a su familia y hoy unámonos para Sorprender a Alguien.
En Twitter @ANDREAVILLATE