Pequeñas cosas

Son tiempos difíciles. Mucha gente en el mundo está sufriendo, viviendo cosas muy dolorosas y muy complejas de entender.  Estos días en mis paseos diarios con mi perrito pensaba en lo frustrante que es ver en las noticias a gente sufriendo por el mal que hacen algunos y no poder hacer absolutamente nada por ellos.  

Siempre he creído en esa teoría del psiquiatra Brian Weiss que hablaba en su libro “A través del tiempo” que según sus estudios y análisis sobre la vida, hay un destino personal, que se refiere a las cosas que tenemos que vivir cada uno para nuestro crecimiento personal y hay un destino colectivo, que es el que nos reúne en países, en ciudades, que como comunidades debemos vivir juntos. En algunas ocasiones somos protagonistas y en otras espectadores.   Y aunque no podemos hacer más que solidarizarnos con el dolor de otros cuando vemos en las noticias cosas tan tristes como la violencia, la maldad, el terrorismo, la indolencia, la indiferecia, pienso que es menester en estos tiempos tan confusos ver y resaltar las cosas bonitas que nos encontramos.  Eso no quiere decir que nos auto engañemos y ocultemos la realidad, pero creo que por el bien de todos es importante mental y emocionalmente ver y compartir cosas bonitas que veamos de la vida. Tal vez en una búsqueda del equilibrio! 

Voy a comenzar contándoles las cosas bonitas que vi esta semana:  

Una de estas madrugadas había pasado mala noche, con una tos que no me dejaba dormir y ya estaba como de mal genio, cansada y cuando de repente vi que comenzó a salir el sol, los primeros rayos, un amanecer precioso, los pajaritos cantando… de esos instantes mágicos. 

El jueves fui al parque con Copito, como todas las mañanas y vi a un señor que iba caminando con su hijo, de aproximadamente 12 años. El niño se detuvo y dijo -Pa, tomémonos una selfie-  La verdad me sorprendió escuchar eso, pues los jóvenes de ahora solo se toman fotos ellos mismos o con sus amigos pero pocas veces incluyen a sus papás. Así que me quedé observando….  El papá sonrió y sacó su celular y comenzó a tomar la foto, el niño le indicaba cómo tomar el celular para que salieran los dos. Mientras se la tomaban se reían, hacían muecas y el papá lo miraba, como orgullo de su hijo. Y siguieron caminando, vi que más adelante también se detuvieron a tomar otra. Seguramente Copito y yo salimos a lo lejos en esta última foto. El amor de padres e hijos.

En otro momento, mientras trabajaba vi por la ventana en el edificio de enfrente que salían al balcón, una señora de avanzada edad, parecía que estuviera malita, junto a otra señora mucho más joven, parecía la hija. Ella le acomodaba la silla para que se asoleara y le consentía el pelo, como peinándola. La señora mayor frotaba sus manos como si tuviera frío, queriendo recibir todo el calor y la energía del sol. La otra la miraba tiernamente. Estuvieron más de media hora en el balcón, se veían tan a gusto. Y fue una escena bonita. La vida al final es compartir momentos. Es cuidarnos unos a otros.

Esto pasó ayer sábado, sobre las 5 de la tarde. Salí a sacar a Copito y unos niños estaban jugando fútbol y la pelota se les salió del parque y atravesó la calle. Íbamos caminando en dirección a la pelota, entonces pensé en recogerla y mandársela a los niños… En esas venia un hombre como de 35 años, hablando por celular, tenia audífonos inalámbricos, vio la pelota y ahí mismo comenzó a jugar con ella, los niños lo miraban asombrados y les hizo un pase que llegó directo a la cancha, uno de los niños que tenía la camiseta de Messi de Argentina, le dice ¿Quiere jugar?, el señor se ríe tiernamente y responde -gracias otro día-  se ríe y sigue hablando por teléfono y sigue su camino. Todos tenemos ese niño interior. 

Hace un par de semana mi amigo secreto me regaló, entre otras cosas, una matica muy linda que tenía dos florecitas, hoy ya tiene 5 flores blancas y dos en capullito. Uno cuida lo que le interesa. 

Tal vez son cosas sencillas, sin mucha relevancia, pero me alegraron la semana. Creo que es fundamental poder ser conscientes cada día de momentos mágicos que vemos. Nada dura para siempre. 

Aprovechemos los momentos cuando hay tranquilidad. 

¿Qué fue lo mejor de tu semana?

Andrea Villate  [email protected]

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