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Mi Lista de Cosas Para Hacer Antes de Morir

Han pasado 5 años desde que escribí mi lista de cosas para hacer antes de morir.  Al volver a leer la lista hoy, después de tanto tiempo, es impresionante cómo van cambiando las prioridades en la vida. No se si es cuestión de la edad, las circunstancias y situaciones que fui pasando en la vida, que lo que antes me parecía importante, ahora ya no lo es.  Les confieso que al leer esa lista sentí un poco de nostalgia, pues había escrito en ella cosas que deseaba con el alma y que no se dieron, por más que hice todo lo que estuvo en mis manos… cosas del destino… Bien dice el viejo adagio popular “Lo que es para ti, aunque te quites y lo que no, aunque te pongas”.  También leyendo esa lista sentí la emoción con los deseos que tenía en ese momento de hacer miles de cosas. 

Al hacer esa lista, en ese entonces comencé haciendo un recuento de las que cosas que ya había hecho: 

“Me gustaba mucho cantar pero la voz que me tocó en esta vida no me dio, pero aún así, fui corista de una artista de música popular en el año 2000 y hasta me fui de gira por algunas ciudades de Colombia. Salí en Padres e Hijos y otras series de la época, casi siempre de extra y uno que otro parlamento.  Luego de hacer algunas locuras para lograrlo, conocí en persona y muy cerquita a los cantantes que yo quería conocer: Luis Miguel y Alejandro Sanz. Participé en dos realities musicales de TV. Siempre quise dar las noticias al mundo y lo logré, en dos de las cadenas más importantes de radio hablada en Colombia. Recuerdo con emoción cómo me latía el corazón cada hora en las tardes cuando entraba a cabina a dar el boletín de noticias.  Trabajé en campañas políticas, algunas con familias que marcaron no solo mi infancia sino la historia de Colombia. Quería estar en un programa radial donde le alegrara la vida a la gente y se dio la oportunidad. Abrí un concierto y dije a grito herido ¡Buenas noches Bogotá! Quería tener un turno en radio para presentar canciones y hablar de letras y amor, y también tuve el espacio. Viajé de “Mochilera” a Chile y Argentina, en el viaje más largo y aburrido de mi vida. Fui editora de revistas. También me enamoré, hice toda clase de locuras por amor, no me quedé con nada por decir. Luché y también me desenamoré y me caí y fracasé muchas veces en varios campos de la vida.  Y he disfrutado de los colores del cielo la mayoría de madrugadas y cada tarde en su ocaso. Hice muchas cosas que quería hacer, unas me hubiera gustado que duraran más, otras menos, y otras que nunca hubieran sucedido, pero esa es la vida”.

Luego mi lista continuaba con las cosas que deseaba hacer, eran 25 puntos que contenían cosas simples como visitar ciertos lugares del mundo, escribir un libro; otras complejas que no dependían 100% de mi sino de la vida y el destino, otras un tanto frívolas.  Algunas cosas de esa lista si las hice, por ejemplo conocer la nieve, viajar, grabar un disco, aprender a cocinar algunos platos, empezar a escribir el libro, entre otras cosas. 

Lo que me impresiona de esta lista es que de todo lo que está ahí, de las cosas que estaban escritas 5 años atrás, ya no me interesa ninguna.  Después de leer esta lista llegue a la conclusión que la vida no es de afuera hacia adentro, sino de adentro hacia afuera, es decir, chevere las experiencias, las vivencias, disfrutar de cosas materiales y poder darnos gusto, trazarnos metas y cumplirlas… Esas cosas son y deberían ser del diario vivir, deberíamos tenerlas en cuenta siempre.  Pero la verdadera lista importante creo que son las cosas profundas de la evolución del alma y el corazón. 

Hoy mi lista sería muy diferente. Se centraría en buscar el equilibrio. Ser mejor ser humano. Tener un carácter más fuerte sin endurecer el corazón.  Aceptar las alegrías como las tristezas con el mismo equilibrio. Reír más. Compartir más con la gente que me trae alegría. Dejar atrás a quienes no.  Disfrutar más instantes y conversaciones con la familia. Tomar las cosas con calma. Ser menos dura conmigo misma, entender que los fracasos y los errores no definen quién soy. Aceptar las cosas que no puedo cambiar. Comer más helados, pisar más prados, como decía Jorge luis Borges. 

Hace unos meses subí a mi twitter un video del colibrí que pasa por mi ventana todos los días y me escribió alguien y me dijo “Usted pierde mucho el tiempo” y yo me sentí como mal… Y me cuestioné, ¿será que pierdo mucho el tiempo viendo por la ventana, o contemplando el cielo?  pero no, me doy cuenta que hay que hacer más cosas de las que me hacen feliz. Y si viendo al colibrí me hace feliz, entonces no estoy perdiendo el tiempo. 

Al leer los 25 puntos de mi lista, confirmé una vez más lo que siempre digo: por el hecho que intentemos realizar lo que queremos, no indica que lo vayamos a lograr, porque nada es garantía de nada, porque influyen muchos factores que están fuera de nuestro control, pero por lo menos lo intentamos.   Que si nos llega el día de la muerte, que nos coja en medio de algo que disfrutamos hacer.   

Ojalá de esta nueva lista cumpla todas y que al final de la vida no desee nada más.

Cambia lo superficial

Cambia también lo profundo

Cambia el modo de pensar

Cambia todo en este mundo

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