La magia de sentirse acompañado

El médico Mario Alonso Puig habla de lo importante que es para el ser humano sentirse acompañado.

Contaba que cuando nos sentimos con miedo, con temor hacía algo, enfrentando una enfermedad, una situación difícil, se activa inmediatamente el eje del estrés y se libera la hormona del miedo, el cortisol.  Sin embargo, hay algo maravilloso y muy sencillo que ayuda de una manera considerable al manejo del estrés:

Un gesto por pequeño que sea de otra persona, que le transmita de alguna forma tranquilidad, lo escuche, que lo acompañe, le de serenidad, hace que se libere otra hormona, que es la oxitocina, que corta gradualmente el eje del estrés.

Dice además que las personas que están hospitalizadas, se ha comprobado que el hecho de recibir visitas de familiares que les muestran afecto hace que su evolución mejore de alguna manera.

Es increíble lo que podemos hacer en otras personas y lo que otras personas pueden hacer en nosotros. Que una persona se sienta apoyada, valorada, acompañada, pasando por la circunstancia que sea,  es algo muy significante.  Sentirnos que alguien nos escucha, que le importamos a alguien, que a alguien le interesa lo que estemos pasando, siempre va a tener un impacto positivo en nosotros mismos.

Creo que todas las situaciones difíciles por las que pasamos tienen un punto en común y es la incertidumbre, el no saber qué va a pasar. Y eso genera una desconfianza interior en el futuro inmediato. Pero cuando nos sentimos escuchados, apoyados, acompañados,  así no tengamos la respuesta frente a lo que ocurrirá, comienza a nacer de nuevo la confianza. Y eso ya es un primer paso.

Ojalá todos fuéramos conscientes del poder que tenemos y de la importancia de acompañar a otros, un gesto auténtico pueda tener tanto impacto positivo en otros que vale la pena intentarlo.

La vida da muchas vueltas y en esas… un día estamos de un lado y en otra ocasión del otro. Un día somos quienes necesitamos esa compañía y otras veces somos quienes la podemos ofrecer.

Considero que también debemos valorar a quienes nos quieren y se preocupan por nosotros. Algún día no van a estar, entonces seamos agradecidos con esa llamada, con ese saludo, con que alguien quiera estar presente en nuestra vida ayudándonos a llevar la carga. No seamos despectivos con esos instantes donde otras personas solo quieren acompañarnos y hacer de nuestra vida o de la situación por la que estemos pasando, algo mejor.

Todos tenemos un poder inimaginable de ayudar a otros, como alguna vez le escuché decir al Dr. Juan Carlos Trallero: “Acompañar y cuidar son dos actos de amor. Dejarse acompañar y dejarse cuidar también lo son. Porque permiten al otro expresar su amor”.

Acompañar, Atender, Escuchar, Compartir, Estar. 

Andrea Villate

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