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Cooperar incondicionalmente con lo inevitable

Foto de mi hermana Angelica Villate, atardecer en Santa Marta

Un día un alumno le preguntó a su maestro cuál era el secreto de su imperturbable serenidad frente a todo lo que le ocurría, a lo que este respondió: 

– Cooperar incondicionalmente con lo inevitable.

– No entiendo, explíquese maestro – dijo todavía confundido el joven alumno.

– La vida nos enfrenta todo el tiempo a situaciones impredecibles, que a veces ni los más experimentados pronosticadores pueden anticipar.

-¿Destino?

-No lo sé… tal vez…  En general estas son situaciones que no queremos y ahí es donde se origina el sufrimiento y donde se perturba el alma. Es en el momento que no aceptamos lo que nos pasa cuando comenzamos a sufrir el desgaste emocional y el sufrimiento que esto conlleva. La pérdida de personas queridas, una pérdida económica o una ruptura sentimental son claros ejemplos del origen del sufrimiento…

En todas las situaciones difíciles por las que pasamos, nuestra mente se resiste a aceptarlo…

-Quiere decir Maestro que aceptar lo malo que nos pasa es el principio de la serenidad…

-si… 

-Pero, eso sería como resignarnos a lo que nos sucede… y no hacer nada.. 

-No, escúchame bien:  Aceptar los hechos que “creemos” que no podemos controlar es parte de elevar nuestra energía y aprender que la aceptación, no debe ser resignación. Aceptar es interpretar que es parte de la vida tener momentos duros que nos llevan a aprender algo.

Cuando más rápido nos adaptamos a una circunstancia menos sufrimos, no hablamos de ser indiferentes, o que nos resignemos como ovejas…  Aceptar significa no resistirnos desde nuestro interior. Entender que cada situación tiene una explicación, que todas las cosas pasan por un «por qué» y dentro del mediano o largo plazo son siempre a nuestro favor. 

-No Maestro, cómo le va a decir a alguien a quien se le murió un ser querido que va a ser a su favor perderlo? o una persona que rompió su relación de amor o amistad con quien quería o que se quebró económicamente y quedó en la ruina y decirle: “siempre es a tu favor” nooooo eso no es así…

-Entiendo lo que dices, pero lo que trato de explicarte es mucho más profundo… Hay cosas que no quisiéramos que pasaran, pero pasan… Es parte de comprender que la vida no te pone en situaciones para castigarte, sino para aprender algo, entender, crecer y luego seguir avanzando a pesar del dolor, de la tristeza o las situaciones difíciles, que no son eternas… 

-Entonces el primer paso es aceptar lo que no está en nuestras manos cambiar… y seguir adelante a pesar de… 

-Así es… Y ese será el primer paso… Para manejar todo desde la serenidad… Esto requiere que primero aceptes lo que te sucede desde adentro. Esto es una actitud de madurez, de crecimiento espiritual y humano.  Y luego de la aceptación profunda viene la claridad… 

Un refrán dice “Dios sabe cómo hace sus cosas”  y está referido a que en general las cosas que nos ocurren no son cuando nosotros queremos sino cuando es el momento indicado. 

-Eso lo entiendo cuando un ser querido muere, pero cuando rompen una relación o hay una quiebra económica?

-Vamos por partes:  En una relación, si alguien no quiere estar contigo, mejor que se alejen de ti. ¿Para qué quieres tener a tu lado a alguien que no te valora? Si cortó contacto contigo es que no te quiere.  Y claro que duele y entre más te resistas, más va a doler…  pero si analizas tus circunstancias en retrospectiva, deberás reconocer, luego de cada mal momento y con una mente clara, el aprendizaje  y el beneficio final de todos los acontecimientos. 

Y en la parte económica, acepta lo que sucede, no sufras, coopera con lo inevitable y la sabiduría llegará a ti para que puedas entender, aprender y adaptarte para comenzar de nuevo. Coopera y con toda seguridad, cuando aceptes la circunstancia, la claridad vendrá a ti y mejores tiempos vendrán.  

Todo tiene una razón de ser, solo con paciencia y mirando hacia atrás vas a poder comprenderlo todo.

El anterior texto es una mezcla de algunas frases que encontré, unidas a unas preguntas personales y a respuestas que brotaron de mi misma mano, al preguntarme el por qué de tantas cosas… 

“La serenidad no es estar libre de la tormenta, sino estar en paz dentro de la tormenta” 

 

En Twitter: @AndreaVillate

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