Tulio Recomienda más allá del Chucutún “pa’ dentro”

Foto Arte : Cortesía Andrés Reina

Les cuento que hace tiempo estaba detrás de este encuentro, pero las agendas de Tulio y mía nunca coincidían.
“Las cosas no pasan ni antes ni después si no cuando tienen ser y si es que tienen una razón de ser”.
Es lo que siempre me digo cuando estoy buscando a esas personas que mi seguimiento periodístico, en el marco del desarrollo humano, cumplen con los parámetros para los diálogos que propongo.
Cada persona con la que dialogo es para mí una posibilidad de nuevos aprendizajes y siempre busco que, desde mi lugar, estas personas que la vida les dio el privilegio de tener herramientas, procesos y oportunidades nos dejen algo de su luz en los temas abordados.

Las reflexiones desordenadas

Tulio dice que se debe a su esposa y a su familia. La fascinación de sus respuestas me marcó para toda la vida. Hablamos de cómo hacer empresa con un sentido humanístico, como construir país desde nuestro lugar y, sobre todo, analizamos el desarrollo humano desde su experiencia de vida.
No quise hablar de culinaria y gastronomía con uno de los empresarios más potentes de Colombia que ya ha hecho historia, de eso habla en todos los medios de comunicación y sus plataformas siempre.
Quise preguntarle la vida desde su lente. Narró que pasa en casa una vez al año porque su agenda es viajar nacional e internacionalmente como crítico gastronómico.
El reto de nuestro encuentro mi gente, fue que mientras el equipo de producción estaba en la vaina técnica, él y yo hablamos sin registro fílmico de todas esas reflexiones que me sellaron el corazón para siempre.
“Aprendí a cocinar para comunicar la cocina” me dijo con orgullo y me explicaba como para él la vida es magia todo el tiempo.
No quiero dejar por fuera los detalles que más me impactaron de esa “pre entrevista”. Al comienzo lo vi como un hombre demasiado serio en referencia a la idea mediática que he tenido sobre él. Me causo un poco de nervios.

Luego noté que es simplemente un ejecutivo y gran persona. Al terminar el ejercicio me explicó que él no podía estar las 24 horas del día en modo sonriente y lo comprendí.
Fue fascinante su calidez, sencillez y sobre todo el orgullo, no tanto por poseer una exitosa carrera sino por contar con una fabulosa empresa familiar, una empresa que ha construido dentro de una biografía llena de matices que fácilmente podemos encontrar entre redes sociales, en medio de cientos de entrevistas que le han hecho durante años a este icono de la superación personal y para mí, también un icono de solidaridad con los emprendedores.
Me contó que toda su familia trabaja en su empresa. Para él, su esposa María Alejandra es el motor de todo y sus hijos son su deseo más grande desde la juventud. Afirmó que siempre deseó ser papá.

Además, me compartió unos tips para trabajar mejor y más en mis propósitos de vida. Uno de ellos fue que no debe darnos vergüenza desear tener dinero en abundancia, que en los negocios debemos tener firmeza al cobrar lo que es sin la costumbre de “negociar”.
Tulio me dijo, Mar si te dejan un carro que en principio costaba 50 millones en 15 millones, tú vas a pensar mal de la calidad del carro o que buscaron estafarte. Tampoco está bien cobrar “según los clientes”, debes ser firme con tus tarifas, es injusto cobrarles a unas personas una suma diferente que a los demás.

Aseguró no cobrarle un solo peso a los restaurantes y lugares que visita indistinto quienes sean. Él vive de pautas y de acuerdos publicitarios con empresas o actividades referentes a sus talentos. Sin embargo, reconoce que algunos influenciadores culinarios deben cobrar directo a los restaurantes porque no cuentan con patrocinios y piensa que igualmente deben aportar a su trabajo.
Recomienda aprender a leer las señales de la vida, y sobre todo, a reconocer lo que otras personas aportan a nuestro desarrollo.
Vi a un hombre con una carrera multifacética y llena de pasión, que sabe darle a todos un lugar de poder en su espacio. Un hombre que hace país con sus talentos.
Estas reflexiones van más allá del “chucutún  pa´ dentro”, se trata de todo un estilo de vida conseguido con esfuerzo, herramientas, procesos y oportunidades.
Hablamos hasta de la hambruna en el mundo que está por llegar, anunciada por la OMS y que a pocos lideres con injerencias en los países no le han puesto la suficiente atención. Fue muy emocionante escuchar cada una de sus respuestas.

Colofón: Agradecimientos a la producción audiovisual, liderada por Fabian Martínez y con el soporte de Lorena Velásquez y su productora Kaele producciones, una mujer inspiradora, quien realizó apoyos de cámara mientras cargaba a su bebé de 3 meses.

También un reconocimiento por su labor en dirección ejecutiva a Leidy Echeverry y por supuesto, agradecimientos al hotel W en Bogotá, lugar donde se realizó este diálogo.

Les invito a disfrutar de estas reflexiones desordenadas