Esta columna , es una columna de solidaridad contigo.

Por Mar Candela

 

Las tasas de suicidio en Colombia han aumentado a razón de la depresión qué ha sido atizada por la realidad de este virus pandémico qué nos cambió todas las condiciones de vida, sumado a las circunstancias hostiles que han estimulado la decisión de acabar con la existencia misma, teniendo mucho que ver también sentirse solo o sola en ese infierno .

No pocas personas huyen de su realidad con el consumo de drogas y yo en lo que va de estos dos últimos años de «destierro social» he sabido de tres suicidios a razón de las drogas y ha sido algo muy fuerte .

Pensé mucho antes de escribir esta nota en el día de hoy.

Siempre les escribo desde la experiencia íntima con la realidad que enuncio siempre,  he estado muy comprometida con este tema porque en mi vida he tenido que ver a seres queridos tanto cercanos como lejanos perderlo todo a causa del consumo. Aún así no puedo alejarme de la franqueza política y social que siempre me ha caracterizado con mis lectores. Para nadie es un secreto que he dicho que estoy a favor de la legalización de las drogas y que defiendo la idea de combatir  el consumo con la educación; La educación debe ser integral en el hogar ,en los colegios e instituciones educativas.

Soy una convencida que desde la primera infancia tenemos que hablarle a los niños  y niñas sobre la existencia de las drogas y el gran daño que puede ocasionar el abuso del consumo de ellas en las familias; Honestamente les he contado que para mí el problema de las adicciones no son en sí mismo el consumo de las drogas sino todo lo que hay detrás de un ser humano para que decida abrir la puerta al consumo irresponsable de sustancias psicoactivas.

Es crucial que nos hagamos la pregunta clave:

¿Porque una persona le entrega su agenda y agencia propia a las drogas?

¡Sencillo!, porque su vida le parece un sin sentido, porque a causa de diferentes situaciones que no pudo manejar, ni resolver lo único que le hace sentir medianamente aliviada la existencia es la sensación de desconexión con la realidad a través del consumo de sustancias psicoactivas,  ya que sienten algo de alivio al drogarse .Es un efecto placebo, ya lo sabemos, sabemos que en realidad no es solución alguna y  sin embargo esa sensación de anestesia se convierte en su único refugio. Y ya cuando al tocar fondo las drogas acaban con su cerebro y con todo lo que son casi siempre es demasiado tarde .

Pienso que todo esto se podría evitar con una construcción social de familia más honesta, en donde las personas podamos hablar de nuestra situación emocional y de nuestra salud psicológica a tiempo.Generalmente quienes son adictos no tienen o encuentran una red de apoyo saludable, ni en su familia, ni en su entorno social.

Tenemos que hablar de esto sin doble moral .

La realidad actual es que algunas personas huyen de si mismas mediante el abuso del consumo de drogas, otras personas lo hacen a través del alcohol, otras por medio de  la hiperactividad sexual y otras con la gula o adicción a los dulces.

Siempre que hablo con una persona que le ha entregado su agenda y su agencia propia al consumo de drogas le hago saber que yo no soy mejor ser humano por no estar en esa adicción, que sería bueno que pensáramos en esta sociedad tan enferma y vacía llena de falencias, sumergida en la esclavitud del consumo como una caja de Pandora llena de todas las falencias humanas y condiciones lamentables de nuestra especie.

Así podríamos darnos cuenta que de un modo u otro todos tenemos algún tipo de adicción, aunque algunas adicciones resultan ser más problemáticas que otras. La falta de empatía no nos ha permitido pensar esta problemática de manera objetiva, yo solamente veo adictos y adictas en esta sociedad y que nuestra adicción no sea el consumo de drogas no nos convierte en superiores morales.

Yo invito a ejercitar la empatía y la compasión porque nunca sabemos cuándo una adicción se nos va a salir de las manos, algunas personas son adictas a su ego tanto así que no caminan sino levitan y viven adorándose así mismas con idolatría sumergidas en su micro mundo sin sentir la más mínima compasión por nadie que esté sufriendo a su alrededor.

He sabido de muchos centros de rehabilitación  muy similares entre si , hoy quiero hablarte de uno que me parece muy especial. Y no es especial por su terapia tanto como lo es por el calor humano de quien está a cargo.

Estoy hablando de el abogado colombiano Andrés Bunch qué hace un poco más de tres décadas renunció a su vida profesional y secular para hacerse cargo de un trabajo social muy complejo,  el trabajo de rescatar las vidas del consumo de drogas; Decidió hacerlo desde la mirada cristiana, este hombre dejó todo para hacerse cargo. Su compromiso con una auténtica transformación es admirable.

En nuestra familia siempre puede haber alguien que pierde el control de su propia vida  a causa de las malditas drogas,  soy consciente que detrás de ese descontrol en el consumo de cualquier cosa no necesariamente tienen que ser drogas hay una historia de vida que necesita apoyo.

Después de años de estar trabajando con mujeres y reconocer tantas historias y enfrentarme a la triste realidad de que el flagelo de las adicciones acaba con tantas vidas y que muchas veces no he podido hacer nada realmente eficiente, hoy me animo a decirte que si estás en esa condición y no tienes con quien hablar y estás desesperada o desesperado por tu propia vida o la vida de un ser querido, te animes a buscar ayuda profesional en el lugar que te va a coger con amor con respeto y con solidaridad.

Te hablo de la Fundación El Pacto, trabajan de manera integral y aunque parte de su herramienta de trabajo es la denominada Teo terapia como principio en el proceso de rehabilitación, no solamente se trata de procesos reflexivos en torno a la Biblia sino que cuentan con todo un equipo profesional humano dispuesto a tomar tu mano y  acompañarte en este viaje al interior de tu ser para transformar tu realidad y tu espiritualidad.

Hay varios expertos alrededor del mundo que han hablado sobre lo que ha sido la  vida para las personas adictas en tiempo de pandemia.

La profesora investigadora del Departamento de Neurociencias, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) en Mexico , doctora Aideé Guadalupe Uribe González, dijo :

“La pandemia llevó al confinamiento y aislamiento a los enfermos que ya estaban en tratamiento o adición, exacerbó su patología e incrementó los problemas de salud mental, ansiedad, depresión, lo que orilló el consumo de sustancias y el surgimiento de nuevos consumidores”. Explicó que, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que hay más de 900 drogas nuevas, y más de la mitad desconocida, lo que generará un impacto más grave en la salud. “Hay mucha vulnerabilidad alrededor de las adicciones, que son un tema discriminado por distintas razones históricas, estigmas, economía. A pesar de que ya tiene tiempo considerándose un problema de salud mental y salud pública, es de las últimas que quedan en la distribución del presupuesto, a pesar de su precariedad en infraestructura y programas de atención”, señaló. Este asunto me importa en todo sentido especialmente por la razón de entender que al final las adicciones acaban con familias , la adicción en niños en todo el mundo ha ido en aumento y eso lo pueden verificar con solo indagar en google

La reflexión de la doctora Mexicana me cautivo sobre todo porque es una reflexión que aplicaría a cada país.

Si quieres conocer todo el análisis de esta situación hecha por la doctora les invito a leer en este link .

https://www.cucs.udg.mx/noticias/archivos-de-noticias/se-incrementa-el-consumo-de-drogas-durante-la-pandemia

Yo soy consciente que no todas las personas pueden asumir el consumo de drogas de manera responsable, así como muchas personas asumen con responsabilidad el consumo de alcohol y mientras encontramos la manera de evitar que las personas pierdan el control con el consumo de drogas nuestro deber ético es ofrecer alternativas Yo hoy te ofrezco esta alternativa de manera espontánea no como un publirreportaje sino como un servicio social movido por la empatía y con el profundo deseo de que puedas encontrar un punto de apoyo real.

Si necesitas información de esta Fundación puedes comunicarte a este número. 321 209 6440 en Colombia .