El empoderamiento intelectual, la neuro divergencia,el periodismo y La feminista
– Parte I
Me remití a la tesis de maestría en comunicación titulada “De los susurros a las gritos” del maestro en comunicación Raúl Díaz, así como la tesis titulada “El alfabeto contra nadie” de la antropóloga y licenciada en lenguas Olga Lucía Molano Ardila. Estos dos expertos.
Por coincidencia, ambos son profesionales de la Universidad Javeriana, y el trabajo se hizo para certificar sus profesiones. Ella y él fueron los profesionales con los que tuve la oportunidad de colaborar en muy diferentes momentos de mi proceso de empoderamiento intelectual.
Como resultado, fueron obras con objetivos, técnicas y propósitos diferentes. Se trabajó cara a cara y a los ojos con Raúl Díaz, un maestro de la comunicación.
Conectando a la piel con el conocimiento, pero todavía algo impersonal. Nos cruzamos por casualidad interpretando “La tarea”, y fue allí donde creo que nació una amistad inquebrantable. Sin pestañear, amablemente y con observación, definitivamente fui observada.
Aunque las conversaciones no fueron tan íntimas como lo fue la experiencia, había intimidad presente porque solo nos estábamos conociendo. Fue un trabajo más personal y visceral para Olga Lucia Molano Ardila, antropóloga y licenciada en idiomas. Principalmente porque la conocí en circunstancias más íntimas y activistas. Entonces surgió el propósito de escribir la tesis dentro del contexto del feminismo y la dislexia. Era un escrito igualmente íntimo, académico y personal.
Lo personal era incuestionablemente intelectual y polític
Fue una síntesis de nuestro conocimiento teórico e intelectual con nuestro conocimiento humano, orgánico y empírico. Recuerdo con melancolía y cariño nuestro proceso de amistad, resistencia y construcción de conocimiento.
Mi agradecimiento va para esa experiencia por inspirarme a pensar en mi objetivo original una vez más. La calificación académica.
Usó una lupa para observarme mientras yo trabajaba.
Pude superar mi miedo de volver a mi formación académica después de encontrar difícil obtener mi bachillerato.
A través de largas horas, días y semanas llenas de experiencias de comunicación del ejercicio de la entrevista. Certifico que aún con dislexia y disgrafía, que en ese momento me habían servido como mi literal “piedra en el zapato” y “cuarto del infierno”, donde todos mis demonios aprisionados me aullaban y susurraban todos los días que nunca podría ser una productora de conocimiento. Que tenía que conformarme con ser una materia básica de estudio. Estos dos profesionales, a través de su trabajo y mis contribuciones a ellos, “me salvaron la vida”
Yo no era merecedora de la academia porque yo “estaba dañada”.
Me ayudaron a ver las cosas con claridad y me dieron una herramienta para comprenderme mejor como persona con diferencias cognitivas y neurodivergente.
Mi comprensión del papel del periodismo como una herramienta pedagógica valiosa y un elemento que apoya los procesos cognitivos se ha visto fortalecida por las experiencias descritas hoy.
Agradecí su interés en mí como tema de estudio, fuente de conocimiento y vagamente una productora de conocimiento
Me ayudaron a ver que yo era más que una simple expositora de opinión y que yo era contribuyente al cuerpo de conocimiento.
Lograron ver y pasar más allá de mi “No Lugar”. Haciéndome creer a pesar de mis líos con el alfabeto y mis pesadillas relacionadas con las palabras. Además de los prejuicios que conlleva tener un bagaje lector y escritor inestable o prácticamente inexistente, vivir como paria intelectual.
Lecto escritora precaria
Mi capacidad para tomar una decisión bien meditada y comprender mi camino en la vida se vio favorecida por su experiencia profesional y académica obtenida a través de las numerosas entrevistas que me realizaron.
Y gracias a eso logre poder tomar con tranquilidad el control de mi realidad cognitiva
Pude comprender las técnicas y tecnologías que sin saberlo empleé y desconocía porque eran procesos inconscientes gracias a estos dos procesos de quienes vieron en mí un objeto de análisis, observación y conocimiento.
Solo fui conciente de todo ello debido a estas comunicaciones y entrevistas. En cada etapa, el periodismo tenía que ser visto como un método.
Utilicé una variedad de métodos de lecto escritura y comunicación para llevar a cabo todos mis procesos emancipatorios y para perseguir la emancipación social de quienes eran excluidos por una u otra razón.
El día de la sustentación del trabajo de investigación de Olga, Juan Pablo Vera profesor asociado de la Universidad Javeriana, junto al jurado calificador me dieron la esperanza de que podía creer en mí misma y darme cuenta de que podía ser una intelectual independiente de cualquier clasificación o etiqueta.
A los ojos me dijo: “Dejame decirte que eres una Intelectual Orgánica, Mar Candela “.
Recogiendo los pasos
Mucho tiempo después fui en busca del profesor Juan Pablo Vera, quien tiene una Maestría en Derecho de la Universidad de los Andes y un Doctorado en Antropología de la Universidad de Rutgers.
Ya no podía recordar muy bien la tesis.
Es comprensible porque había pasado mucho tiempo y él califica cientos de trabajos cada año. Además, no recordó que me denominó Intelectual Orgánica.
Siendo una estudiante universitaria tardía con neuro divergencia que para esa fecha cursaba sexto semestre de comunicación social y periodismo en la Universidad Uninpahu.
Gracias a esa experiencia académica puedo ser quien soy. Y hoy me dedico a buscar a la mujer que seré mañana.
Esto es posible al patrocinio de una mujer que pide que no se exponga su nombre.
Le agradezco la donación de los fondos en su nombre paara que yo pueda estar en una universidad privada.
Quería hablar con el hombre que me miró a los ojos y reconoció que yo era una intelectual orgánica, signifique lo que signifique eso.
Como he dicho, en esa entrevista. Él No guardaba a memoria de ese suceso que me marco para el resto de mi vida , y yo lo comprendi .
Sé que fue un suceso irrelevante para un académico de tiempo completo .
Para mi fue una revelación.
Y le conté a los ojos que esta experiencia me dio la motivación que necesitaba para pensar que la persona neurodivergente que fui, soy y he sido podría traspasar la línea que separa al intelectual académico del intelectual orgánico o artesanal y dejar de sentirme “nadie” intentando reconocerse como una aprendiz siempre eficiente en su puesto y comenzando a caminar con la promesa no solo de recibir conocimiento sino también de producirlo, y poder utilizar todas mis experiencias para contribuir al avance del conocimiento humano.
Además, debo convertir el conocimiento en una piel dondequiera que esté.
Dado que todo conocimiento que no se transforma en piel está muerto, es obvio para mí que el conocimiento debe hacer lo mismo. Es inútil como resultado.
Gracias a esa situación corta de denominación que me dio Juan Pablo Vera, profesor. Esta periodista disléxica y activista orgánica se propuso encontrar una manera de validar académicamente su talento y elevarse a sí misma a través del poder intelectual activo en lugar del poder intelectual pasivo.
Luego de ese encuentro, el profesor Juan Pablo Vera me dio la oportunidad de trabajar en temas académicos de neuro divergencias y se formó una nueva amistad.
Espero que esta amistad ayude a la nación a darse cuenta de que un espectro de las neuro divergencias en la academia y la sociedad.
No es una carga sino una forma diferente de avanzar en el conocimiento.
Por supuesto, como feminista ignorante que era y paradójicamente con una gran cantidad de conocimientos teóricos y académicos debido a que siempre he sido mujer ávida de conocimiento y en cierto modo autodidacta , pensé en las realidades de las mujeres todo el tiempo.
Cuando ya había incorporado el feminismo a mi vida, tomé la decisión de crear lo que llamé Feminismo Artesanal, y fue en ese momento que comencé a reconocerme y aceptarme a nivel cognitivo.
Cuando tenía 19 años y me dieron el “diagnóstico”, tomé la decisión de cuidarme en privado porque no podía pagar el tratamiento y no estaba segura de si tuviera el dinero, estaría dispuesta a decirle a la gente que “Soy discapacitada”.
Solo después de un tiempo.
Gracias a todo lo que voy a contar sobre lo que he experimentado en mi propia historia.
He llegado a comprender que tener una discapacidad cognitiva o ser neurodiverso no es motivo de vergüenza ni de culpa y que soy mucho más que una rebelde que utiliza el feminismo para arañar los muros de la injusticia social.
Puedo ofrecer un alivio genuino desde mi experiencia a todos los que han luchado por decantar su neuro divergencia y aceptarla.
Trabajé en mí misma en ese momento.
Gracias al periodismo, la lucha contra las exclusiones sociales tiene ahora una perspectiva única para mi.
Mi activismo era, en teoría, la única fuente de periodismo ciudadano que hacía, y después de un largo camino, evolucionó hacia un periodismo con enfoque social para el desarrollo humano.
Y fue el periodismo educativo el que surgió de esa estrategia para mi camino.
Además de usarlo como una herramienta para mi propia educación, lo uso como un método de preguntas y respuestas para ampliar mi conocimiento sobre varios temas.
No hice esto conscientemente; Solo me di cuenta de esto cuando entré al salón de clases para estudiar antes no estaba clara de este procedimiento de aprendizaje e intelectual.
Me quedó muy claro en mis prácticas comunicativas y periodísticas que el periodismo es una herramienta para la educación y que puede convertirse en una herramienta de aprendizaje desde algunas líneas del periodismo, de la mano de todo conocimiento científico y académico.
Aunque yo inicie esta experiencia sin ninguna herramienta mayor a mi hacer.
Doy cuenta que tenía experiencia de primera mano con el periodismo educativo, más que porque lo conocía en un sentido técnico, sentí que era real y transparente para mí.
Además, he aprendido a través de mi propio desarrollo humano y social que el periodismo es un método de enseñanza.
Este es sólo el comienzo del registro de mi memoria de empoderamiento intelectual , que por la presente concedo a cualquiera para cualquier fin lícito que estime conveniente.
Puedes leer sobre mi experiencia en la universidad como neurodivergente en la siguiente columna. Ser un estudiante rodeado de personas neurotípicas ha implicado algunos desafíos.