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LA VERDAD COMO PATRIMONIO INVALUABLE DE LA HUMANIDAD Y LOS DOS DANIELES (Parte I)

Hoy les hablo como periodista en formación  y les comparto  parte de mi mundo  desde muy niña siempre
quise ser periodista y, antes de tener la oportunidad de estudiar he estado haciendo mis pinitos como periodista, he encontrado cosas muy fuertes en esta búsqueda de mi sueño.
¿Por qué les hablo de mí?, porque es importante contarles desde dónde me paro para compartir estas reflexiones.
Las y los periodistas, decidimos esta carrera por muchas razones y, todas son diversas y  válidas, sabemos de periodistas que decidieron este oficio porque querían ser los superhéroes que mostraran al mundo las mentiras del poder, otras personas simplemente decidieron ser periodistas por tener la oportunidad de encontrar experiencias nuevas  y así encontramos una y mil razones para ejercer este oficio. Yo por ejemplo, quise siempre ser periodista porque soy una mujer ávida de conocimiento y me fascinaba la idea de conocer diferentes puntos de vista y crecer como persona,
con el tiempo supe que esto era mucho más fascinante que el simple hecho de crecer en lo individual, que ser periodista me podría llevar a ayudar al crecimiento colectivo desde la exposición de los saberes; poco a poco, caminando en este oficio mis sueños se fueron empañando con el dolor de la corrupción que camina y habita acá, dentro; empecé a darme cuenta que mi sueño idílico era solo eso, un sueño, que la verdad del periodismo es muy compleja y que estudiarla de manera profunda y filosófica desde lo endógeno,requería de muchos elementos humanistas, filosóficos, sociológicos y de derecho, aun así, mi pasión por el periodismo no fue apagada, todo lo contrario, encontré una razón más para ser periodista : rescatar el oficio más noble del mundo  (segùn Gabriel García Márquez)  que  hoy está en crisis.
Es triste cuando encontramos periodistas famosísimos diciendo que no estudiemos esta carrera o que cualquier persona puede ser periodista si quiere, sin necesidad de formación, yo me opuse, porque en la piel  entendí que eso no era cierto,   en mi experiencia  desde lo empírico pude darme cuenta que sí necesitamos de técnicas,  que sí necesitamos de formación, sin embargo, ni la técnica ni la formación nos da la ética, ni la técnica ni la formación nos da el estilo propio, ni la técnica ni la formación nos da el carácter periodístico, eso  solamente nos lo da el camino.
Cuando inicié mi búsqueda para hacerme periodista, recuerdo que a uno de los periodistas  a quien  le escribí fue a Daniel Coronell, donde le dije que estaba muerta del susto porque yo me conocía y no sabía diferenciar lo personal de lo político  siempre , ya que para mí  lo personal es político  y yo tenía un estilo muy «callejero» que no sabía guardar la compostura en todo tiempo , recuerdo que me contestó que se aprende en el camino y respaldó mi deseo de arrancar con ‘Mujer y Sociedad’, me dijo que no tenía duda de que lo iba a lograr . Eso ocurrió sólo un tanto después de la primera vez que tuve que confrontarlo por un trino  que mandó sin perspectiva de género y enfoque diferencial  que fue bastante negativo y admiré profundamente cómo respondió y reconoció que había cometido un error, me contestó a mí, que no tengo ni su fama ni su poder y, lo hizo públicamente, eso reafirmó en mí la admiración que tenía, ya le admiraba como periodista , pero como persona absolutamente nada  tenía que decir  hasta ese dia , que demostró ser una persona libre de la soberbia y antipatía de la que nos hace presos muchas veces la fama y el poder .
Con el estilo de Daniel Samper, siempre tuve conflictos. El humor y yo tenemos problemas serios de convivencia , siempre reflexiono sobre el sentido del humor y las dinámicas del humor :
¿Hasta dónde el humor es beneficio y hasta dónde no?, ¿hasta dónde el humor se convierte en persecución y en matoneo?, ¿hasta dónde el humor termina mofándose de los Derechos Humanos?, sin embargo, la contundencia de sus críticas y sus reclamos no podían hacer que yo  odiara su trabajo ,  su trabajo màs allà del humor me parecía fascinante como factor político. yo quería ver lo que el veía , quería entender su cabeza entender, porqué lo hacía y cómo lo hacía.
Un día me invitó a ver su  puta obra e hice un análisis de ella con perspectiva de género y enfoque diferencial, después lo invité a tener diálogo de saberes y tuve la oportunidad en mi programa  para publimetro Colombia  » Mujer y sociedad»  de dialogar dos veces con él,  sé que no serán las únicas veces , en ambas pude cuestionarle y criticarle sin miedo, pude entender que realmente no es un discurso más, sino que es una práctica,  que èl cree en la libertad de expresión. ¿Por qué les cuento todo esto? porque  considero que es necesario que entiendan desde dónde voy argumentar mi posición frente
al tema que me convoca, es decir el tema de  la verdad como patrimonio de la humanidad.
Recién despidieron a Daniel Coronell, por segunda vez, por las mismas razones, de la revista semana, mi cabeza se convirtió en un tsunami de pensamiento filosófico, de cuestionamientos, incluso de confrontación conmigo misma y con la profesión, y allí empecé a llamar a  diferentes periodistas que  admiro no solo como profesionales, sino como personas;  estudie cosas sobre el trasegar de estos dos periodistas, sobre Daniel Coronell, ¿en qué sentido?, en el sentido del contexto, porque conozco al escritor, al que opina, al que investiga y a él lo admiro, pero no conozco la persona; aunque hemos tenido algunos cruces de palabra virtualmente,  y le agradezco su amistad virtual , en «mi estudio de pasos »  todas las personas que consulte porque  le conocen coinciden en que es una persona no solo amable, si no coherente y, en virtud del oficio siempre tiene piso para cada una de sus afirmaciones .
Quiero llegar a ser una periodista con estilo propio, no simplemente  para ganar premios, ni adulación .  Sino para satisfacción propia, para saber que mi voz es mía y que no emula ninguna otra voz y, eso es lo que hace la voz de Daniel Coronell, por eso tanta admiración `profesional  de mi parte . Es imposible lograr hacer esto en un mundo actual en que las lógicas empresariales nos dicen todo el tiempo que uno no patea la lonchera  refiriéndose al lugar donde  se trabaja, que nadie puede cuestionar a su empresa, sin terminar pagando un coste profesional y personal.
porque evidentemente será despedido;  y mucha gente ve esto como norma y algo lógico ya que si en tu casa tú no te comportas como son las
reglas de tu hogar  así te amen simplemente te echan, y ahí es donde viene el dilema moral, ¿podemos cuestionar a nuestra familia?, ¿podemos enfrentar la ideología de la familia sin terminar en conflicto?
Casi nunca se logra, es por un tema de ego . En la empresa es de ego y de ejercicio de poder la misma situaciòn . Críticas las normas y métodos y te echan .  Esto  es medio comprensible en la familia y una empresa comùn , pero jamás si la empresa es un medio de información .

¿Porque es distinto? Porque una revista, un periódico, un programa de radio, un medio de información no es una empresa común y corriente, es decir, cualquier empresa, cualquier marca, pongamos cualquier nombre reconocido, alguna gaseosa famosa, alguna marca de ropa. ¡Lo que sea! son objetos no son derechos, y si a ti no te gusta trabajar en esa empresa puedes reprochar la gerencia, puedes cuestionar la empresa y serás despedido, , como cuando te echan de casa por no cumplir las normas  , y no hay nada que alegar frente a esa decisiòn . Esa marca no le pertenece a la humanidad, y no es patrimonio de la humanidad.

LA VERDAD sí es patrimonio de la humanidad,  LA VERDAD es un derecho,  y está cobijado en el derecho a informar y ser informados pertinentemente;  en el derecho a la libre expresión.

Les guste o no a los  mercaderes de la informaciòn amañada  LA VERDAD es patrimonio de la humanidad, y es lo que nos construye como sociedad libertaria, no hay democracia sin ese derecho, no existe democracia sin la verdad como patrimonio de la ciudadanía.

He querido resaltar  la gallardía de estos dos periodistas de defender este patrimonio de la humanidad  y lo hago  al margen de cualquier opiniòn sobre su estilo periodístico  .

Lo hago como una periodista en formación  y también como una activista defensora de los derechos humanos  individuales como colectivas.

decidí hacerlo en dos columnas mañana expondré la segunda parte.

                  Mi gratitud por su compañía.

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