La denuncia de Jennifer Pedraza y mi voz: la ética en venta y el activismo como moneda de cambio.
Jennifer Pedraza, representante a la cámara por Bogotá, tiene toda la razón en denunciar y me representa como política y como feminista. Mientras a cientos de activistas les cuesta la vida educarse para que en este país no existan funcionarios con cartones falsos, una joven abanderada de los activismos juveniles sin ninguna idoneidad suena para…
La noticia: una denuncia que sacude el Ministerio de Igualdad
Jennifer Pedraza, representante a la cámara por Bogotá, tiene toda la razón en denunciar y me representa como política y como feminista.
Hechos recientes y una reflexión desde el Feminismo Artesanal
La representante a la Cámara por Bogotá, Jennifer Pedraza, del partido político Dignidad y Compromiso, denunció públicamente la hipocresía de un gobierno que instrumentaliza las causas sociales al sonar a Juliana Guerrero como viceministra de la Juventud. La causa: Guerrero no cuenta con tarjeta profesional ni con la experiencia mínima requerida para el cargo.
Pedraza expuso que, hasta hace dos semanas, la hoja de vida de Guerrero en Función Pública no registraba título profesional. Sin embargo, justo antes de su nombramiento, el documento fue actualizado abruptamente a finales de agosto para incluir un título en Contaduría Pública. En respuesta a esta incongruencia, la congresista radicó varios derechos de petición, exigiendo que se certifique la formación académica y la experiencia de la funcionaria.
La joven aspirante a viceministra, de 23 años, se defendió en entrevista con Blu Radio, afirmando que se graduó y que su hoja de vida fue actualizada de forma “legítima”. Declaró que cumple el “primer requisito” para el cargo: ser joven. También señaló que ha trabajado con juventudes desde hace años, aunque no cuenta con especialización ni maestría.
El presidente Gustavo Petro salió en defensa de Guerrero, sugiriendo que las críticas estaban motivadas por prejuicios de clase y raciales. Pedraza, con la contundencia que la caracteriza, respondió que exigir preparación no es clasismo, sino la garantía fundamental de idoneidad para ejercer funciones públicas.
Mi voz: una opinión desde la indignación y el compromiso
Estoy cansada. Aburrida. Triste. Decepcionada. Las causas sociales que hemos defendido con el cuerpo, con la palabra y con la vida están siendo convertidas en caricatura por culpa de traficantes de derechos, por culpa de gente sin ética que posa sin convicción. Son personas que se presentan como defensoras de derechos, como representantes de las minorías, sin haber hecho el recorrido ético, formativo y político que exige esa inmensa responsabilidad. Concuerdo con Jennifer cuando afirma que exigir Formación No es clasismo.
Sé de a una cantidad impresionante de jóvenes y personas de todas las edades en los diferentes colectivos y grupos de acción que se han esforzado por educarse, por informarse, por capacitarse. Y es el colmo que en el llamado “gobierno del cambio” se escoja a gente que no cumple cualitativa ni facultativamente —hablando en términos ejecutivos y operativos— para ocupar un cargo. Esa, sin duda, es una forma de corrupción.
El servicio público No es para improvisar
No debería ser posible que cualquier persona se convierta en política —ni edil, ni concejal, ni representante, ni nada— sin demostrar formación real en servicio a la ciudadanía. No basta con tener carisma, hablar bonito o saber moverse en los pasillos del poder. Se necesita conocimiento profundo en áreas administrativas, judiciales, sociales y políticas. Si no sabes cómo funciona el Estado, cómo se gestionan los derechos, cómo se atienden las necesidades de la gente, no deberías tener acceso a ningún cargo público.
Ni siquiera una persona que asuma el cargo de edil debería llegar a él sin una formación básica en trabajo comunitario, gestión pública o derechos ciudadanos. No se trata de exigir títulos imposibles; se trata de establecer un mínimo ético y técnico que garantice que quien aspira a representar a otras personas entiende lo que significa servir. La política no es un escenario para improvisar ni para aprender sobre la marcha a costa de la gente. Es una responsabilidad seria, que debe partir del conocimiento, la ética y el compromiso con el bien común.
Desde la ignorancia se toman decisiones que afectan vidas enteras. Y eso no puede seguir siendo aceptable. Aquí, cualquiera que hable bonito, que tenga carisma y se sepa mover con alguien en el Concejo o en la Cámara, se vuelve edil. Y si no, se mete en acuerdos económicos y legales que terminan beneficiando a unas pocas personas. La política está podrida desde las bases.
El activismo: entre la vulnerabilidad y la lucha
También hay corrupción en los activismos. Aun así, defiendo a las activistas, porque son la parte más débil de la cadena partidista. La mayoría son mujeres pobres, luchando por sus propias vidas mientras intentan servirle a la comunidad. Son las más vulnerables emocional y culturalmente, y muchas veces terminan sometidas a los caprichos del edil, que es apenas el último eslabón de esa cadena alimenticia del partidismo.
Por eso yo estoy estudiando. Para fortalecer mi experiencia de 25 años de activismo y de defensa de la política social justa y necesaria desde los diferentes activismos que me atraviesan. Estoy estudiando para tener la calificación y la cualificación necesarias para representar las causas que defiendo, donde quiera que me pare, en el lugar que esté.
No es justo que existan personas ganando sueldos con nuestros impuestos sin tener la formación idónea y la experiencia certificada en los campos de acción. Yo sé que una debe trabajar con sus cercanos, con gente de confianza. Yo eso no lo cuestiono. Sin embargo, esa gente debe ser gente cualificada. No se puede seguir menospreciando el estudio y poner a cualquiera a ocupar cargos en el Estado.
Esa es otra forma de violencia política.
Un propósito de vida: Del activismo al legado, por una sociedad neuro afirmativa y Feminista
Mi propósito de vida es aportar a la creación de colegios e instituciones con políticas y dinámicas de educación afirmativa. Para eso estudio, y para eso resisto cada día, porque ya estoy harta de confiar en la palabra de otras personas que simplemente trafican con el dolor y las necesidades ciudadanas. Hay que brindar herramientas, procesos y oportunidades para la formación integral de todas las personas, para que cada una pueda ejercer su derecho a un desarrollo humano completo. Eso implica generar políticas públicas y de Estado de inclusión y no exclusión, sin dejar de exigir cualificación a las personas que manejan nuestros impuestos y toman decisiones. Eso no es clasismo, es simple lógica. Por eso sigo trabajando para que votemos por gente digna de su investidura y de sus cargos de libre nombramiento. Busco que mi visión trascienda lo educativo y se convierta en política pública; aspiro a impulsar leyes que garanticen el desarrollo humano integral en la vida laboral y profesional. Que contemplen políticas neuroafirmativas para el trabajo, porque todas las personas tenemos derecho a desarrollarnos plenamente: en el empleo, en la educación, en la cultura, en la vida. Quiero aportar y espero que la vida me lo permita antes de morir, porque al fin y al cabo todas las personas nos vamos a morir. El asunto es qué cosas estamos dejando en este mundo antes de irnos.
La lucha por la idoneidad: un imperativo de justicia
Mi formación no se dio por atajos; me ha tomado más de 25 años. Soy como cientos de activistas a quienes les ha costado la vida educarse para que en este país existan funcionarios y políticos con cartones falsos o sin certificaciones idóneas. ¡Ya basta! Debemos exigir con vehemencia que las personas a cargo del poder sean idóneas. A mí poco o nada me importa si son hermanos, amigos, primos o amantes; me basta con que sean personas cualificadas y que no sean corruptas.
Periodista Para el desarrollo humano – Comunicadora para la vida y las resistencias. Edu comunicadora , Escribidora, disléxica , neuro divergente, Autista. madre. esposa ,Ama de casa . Ácrata
Quién propuso la iniciativa de Feminismo Artesanal – Expositora de opinión y este es un espacio de reflexiones desordenada con textos largos.
Los editores de los blogs son los únicos responsables por las opiniones,
contenidos, y en general por todas las entradas de información que deposite en el mismo. Elespectador.com no
se hará responsable de ninguna acción legal producto de un mal uso de los espacios ofrecidos. Si considera
que el editor de un blog está poniendo un contenido que represente un abuso, contáctenos.