Reflexiones desordenadas: Entre la Intimidad, la Indignación y la Neuro diversidad: Reflexiones sobre un País en Crisis.
Un Encuentro Imprudente
En la calidez de un restaurante norteño, una tertulia entre amigas viró hacia un campo de batalla ideológico.
La política, espectro omnipresente, irrumpió en la conversación, sembrando en mi la sensacion de vulnerabilidad y una sobrecarga sensorial palpable.
Confieso mi desazón ante mi insuficiencia técnica en políticas públicas.
Me sentí empequeñecida, incapaz de un debate a la altura.
En mi torpeza, incurrí en la imprudencia de repetir información no verificada sobre la vida privada del presidente.
Un desliz innecesario, ajeno a mi experiencia directa.
Asumo el desacierto.
Pensamientos Atípicos en la Vorágine
En ese torbellino de emociones y argumentos, mi mente, con su peculiar arquitectura neurocognitiva, luchaba por mantener el equilibrio.
Una tarea ardua en medio de la sobreestimulación emocional e intelectual.
Una voz interna sentenciaba: la esfera íntima de cualquier individuo es inviolable como arma política, excepto cuando incide directamente en su capacidad para ejercer un cargo público o representa una amenaza comunitaria.
Simultáneamente, otra parte de mí, infantilmente sincera, rehuía protocolos y evasivas, respondiendo sin filtros.
Un tira y afloja constante con mi yo adulto, ávido de convencionalismos y temeroso de las consecuencias de una sinceridad desmedida.
Ahí estaba yo.
Desde mi perspectiva neuroatípica, intentando descifrar las estrategias de una persona “típica” para eludir la confrontación, para navegar protocolariamente el encuentro sin fisuras, hilvanando palabras sin sustancia.
Paradójicamente, terminé abordando temas que, en un estado de equilibrio sensorial, jamás me habría atrevido a verbalizar.
Ahí estaba, recurriendo a mis lecturas y comprensiones sobre la neurodiversidad. Explicando que, desde mi estudio, puedo albergar sospechas sobre el neurotipo ajeno, basadas en información y conocimiento, sin que ello constituya o sustituya un diagnóstico clínico.
Mi voz no es determinante en ese terreno.
Debo opinar, desde mi vivencia, que en la hipótesis de que el presidente se encontrara dentro del espectro autista o una condición similar, como su hermano Juan Fernando Petro reveló en una entrevista
Lo cierto es que esto no menoscabaría sus facultades políticas o profesionales.
La competencia e incompetencia de un ser humano, al igual que su calidad ética, trascienden los neuro tipos y los rasgos de personalidad.
La bondad o maldad intrínseca van mucho más allá de cualquier condición neurológica.
Un Gobierno Cuestionable y la Deuda Haitiana
La defensa de este gobierno me resulta insensata.
Se erige sobre cimientos de medias verdades y falsedades completas, prometiendo paz y redención, mientras entrega escándalos de corrupción y, a mi juicio, manipulación de causas sociales.
Un gobierno que se autoproclama garante de derechos parece más atento a los problemas internacionales que a las urgencias de su propia ciudadanía.
La reciente insistencia del presidente Petro en que Colombia asuma una deuda histórica con Haití, llegando a evocar la financiación haitiana de la Torre Eiffel, tiene una base histórica compleja.
Tras su independencia, Haití fue forzada por Francia a pagar una onerosa indemnización a los antiguos esclavistas como condición para su reconocimiento. Esta deuda obligó a Haití a contraer préstamos de bancos franceses, como el Crédit Industriel et Commercial (CIC), cuyas ganancias contribuyeron a financiar proyectos en Francia, incluyendo la icónica torre.
Aunque no fue un pago directo, el capital drenado de Haití por el CIC influyó en las inversiones francesas de la época.
Como señala Bessis (2003), Occident et les autres: Histoire d’une suprématie.
La Découverte. Esta simplificación histórica desvía la atención de los acuciantes problemas internos.
En palabras de Sartori (1998), Homo Videns: La sociedad teledirigida.
Taurus. “La simplificación de hechos complejos puede desviar la atención de las verdaderas responsabilidades y consecuencias históricas”.
Si bien el presidente Petro señala una realidad histórica compleja sobre la deuda haitiana, aunque desde una perspectiva simplificada, resulta inconcebible priorizar la inversión en necesidades ajenas cuando las carencias nacionales son tan graves.
Colombia arde en necesidades de salud, educación, vivienda y trabajo.
Setenta años de conflicto armado y una búsqueda de paz total sin mejoras sustanciales, sumados a persistentes problemas de corrupción y malos manejos económicos, nos impiden asumir esa deuda histórica como prioridad.
Es la analogía de una madre que no puede privar de alimento a sus hijos para alimentar a sobrinos.
El Debate de la Salud y las Dudas Razonables
La recurrente propuesta de un debate entre Alejandro Gaviria y Carolina Corcho sobre la reforma de salud se ha tornado un punto de discordia.
Alejandro Gaviria, ex ministro de salud y educación. Ingeniero civil con posgrados en economía de prestigiosas universidades, ha demostrado una visión técnica y estratégica en la gestión pública.
Carolina Corcho, ex ministra de salud.
Médica psiquiatra con una maestría en estudios políticos, ha defendido una reforma estructural del sistema de salud.
A mi juicio, como comunicadora y periodista enfocada en la Educomunicación y el desarrollo humano, un debate público y transparente, moderado por expertos imparciales, es imperativo no necesariamente el debate tiene que darse entre estas dos personas que claramente no lo han logrado hay más expertos.
Gaviria rehúsa el debate al considerarlo basado en descalificaciones infundadas. Un argumento válido, lejos de ser machista dada su trayectoria profesional de décadas trabajando con mujeres diversas en todos los ámbitos, sin reclamos de abuso de poder, misoginia o malos tratos por parte de sus colaboradoras.
En redes sociales se cuestionan las credenciales de Corcho como salubrista y politóloga.
Si bien la definición de “salubrista” en Colombia implica un título profesional en áreas de la salud pública y experiencia en el sector, también su formación como médica y magíster en estudios políticos la facultan como politóloga.
En este sentido, Zuluaga (2015), Los desafíos de la reforma de salud en Colombia. Revista Ciencias de la Salud, 13(3), 409-423. “La experiencia en gestión de salud pública y la formación académica en ciencias políticas otorgan una perspectiva valiosa para el debate”. La descalificación a Gaviria, al igual que los rumores sobre Corcho, siembran incertidumbre.
La trayectoria de Gaviria carece de escándalos de corrupción o vínculos ilícitos.
La Urgencia de la Salud y las Voces Silenciadas
La situación de la salud en Colombia es crítica.
Cerca de 200 organizaciones de pacientes protestan ante el gobierno, exigiendo medicamentos y tratamientos interrumpidos.
Rumores sugieren patrocinios oscuros tras estas movilizaciones.
No importa eso lo qe importra son las vidas que protestan buscando respuestas concretas patrocinios y respaldos siempre se han recibido para poder justamente hacer visibles las realidades .
No importa si es real que existen patrocinios los pacientes están suplicando por sus vidas.
Independientemente de su origen, estos pacientes claman por su derecho a la salud y a la vida.
Un derecho inalienable, ajeno a cualquier interés económico o político.
En un sistema capitalista donde hasta las campañas requieren financiación, resulta inaceptable priorizar la vida de unos pacientes sobre otros.
La garantía de medicinas y tratamientos debe ser universal.
Resulta incómodo que solo las voces afines al gobierno parezcan tener eco; las demás, silenciadas ante la negligencia.
Como señala Butler (2009), Marcos de guerra: Las vidas lloradas. Paidós. “La diferenciación entre vidas dignas de ser lloradas y aquellas que no, opera como un mecanismo de poder que deshumaniza y justifica la negligencia”
Pienso que La “paz total” se desmorona ante la violencia persistente.
La falta de un equipo competente y la erosión de la autoridad moral obstaculizan una reforma democrática que traiga verdad, justicia y reparación.
Inconsistencias Políticas y la Búsqueda de Confianza
En palabras de Sousa Santos (2002), Descolonizar el saber, reinventar el poder. Trilce. “Un país que no reconoce y aborda sus propias injusticias históricas y presentes, difícilmente puede ofrecer soluciones significativas a los desafíos globales”.
La política colombiana ha sido testigo de alianzas volátiles.
Como el caso de Piedad Córdoba (Semana, 2022), quien tras declarar a Gustavo Petro como “la peor persona que había conocido” y afirmar no votarle (Semana, 2022), meses después se unió a su partido para regresar al Congreso.
En mi opinión esta inconsistencia mina la confianza pública y dificulta la búsqueda de soluciones efectivas.
Hasta aquí las reflexiones desordenadas del día de hoy. Como siempre se despide con gratitud su escribidora .
Mar Candela
Referencias
Bessis, S. (2003). Occident et les autres: Histoire d’une suprématie. La Découverte.
Butler, J. (2009). Marcos de guerra: Las vidas lloradas. Paidós.
Sartori, G. (1998). Homo Videns: La sociedad teledirigida. Taurus.
Semana. (2022, marzo 11). Piedad Córdoba: “Gustavo Petro es la peor persona que he conocido”. Semana. https://www.semana.com/nacion/articulo/piedad-cordoba-gustavo-petro-es-la-peor-persona-que-he-conocido/202216/
Semana. (2022, mayo 16). “Gustavo es Asperger”: Juan Fernando Petro revela detalles inéditos de la vida del candidato. Semana. https://www.semana.com/politica/articulo/gustavo-es-asperger-juan-fernando-petro-revela-detalles-ineditos-de-la-vida-del-candidato/202216/
Sousa Santos, B. de. (2002). Descolonizar el saber, reinventar el poder. Trilce.
Zuluaga, M. I. (2015). Los desafíos de la reforma de salud en Colombia. Revista Ciencias de la Salud, 13(3), 409-423.