Es maravilloso que una de las instituciones más prestigiosas de Colombia este trabajando los huecos estructurales teniendo en cuenta las neurodiversidades

Es maravilloso que una de las instituciones más prestigiosas de Colombia este trabajando los huecos estructurales teniendo en cuenta las neurodiversidades

Introducción

  • Conocí a Cristina Vélez Valencia en un momento crucial de mi vida. En esa época, solo tenía un bachillerato validado y no sabía si algún día podría hacer un pregrado. Ella era la secretaria para la Mujer en la Alcaldía de Enrique Peñalosa. Para nadie es un secreto mi activismo feminista; el Feminismo Artesanal atraviesa todos mis principios éticos. Este constructo, nacido de lo que he denominado el conocimiento hecho piel, un marco teórico que no he podido escribir por falta de tiempo y la bendita dislexia y disgrafía que me acompañan, ha sido mi herramienta para encontrar el poder sobre mí misma y entregar a quienes vienen atrás algo de las herramientas encontradas.
  • Cristina Vélez Valencia tiene un perfil profesional impresionante. Es doctora en administración con énfasis en estudios organizacionales de la Universidad de los Andes y ha sido parte del programa Maurice Greenberg World Fellows de la Universidad Yale. Su trayectoria incluye roles significativos en la administración pública y actualmente es la decana de la Escuela de Administración en la Universidad EAFIT.
  • Además, es profesora del módulo de Gestión de la Diferencia y Diversidad Humana en la maestría.
  • Nos conocimos desde la diferencia. Yo estaba en resistencia en varios temas, y uno de mis activismos performáticos era “¿Puta y qué?”. Cristina y yo conectamos desde mis activismos y esa propuesta abierta y natural de un Feminismo Artesanal. Fui como la loca Margarita, gritando en “cada esquina”, evangelizando esta propuesta que nació en mi intimidad.
  • Nadie me la enseñó, y solo a través de mi performatividad y mi trabajo como comunicadora natural y periodista ciudadana lo hice visible y lo volví un tema de discusión en espacios académicos donde no había un lugar para mí.
  • Conecté de corazón a corazón con Cristina. Conocí su humanidad, su maternidad, no solo sus títulos y su poder. Desde ahí, la consideré mi amiga del alma. Siempre le dije que esta amistad no era desinteresada; necesitaba que ella me acompañara y me diera la oportunidad de tejer camino para otras y para mí, que creyera en mi proceso. Eso fue hace varios años, y aunque no recuerdo la fecha exacta, lo importante es el impacto que tuvo en mi vida.
  • En mis Reflexiones Desordenadas, siempre procuro hacer una introducción que contextualice los hechos. Definitivamente, mi caminar con Cristina ha sido absolutamente feminista. Su amistad ha sido invaluable y las grandes lecciones que me ha dado en la vida las atesoro como una herramienta para mi desarrollo humano integral. Mi trabajo por las mujeres y niños ha sido transformado por esta experiencia y enfáticamente por el privilegio de haber podido estudiar y convertirme a mí misma en mi propia rata de laboratorio, o como políticamente correcto se dice, en mi objeto de estudio. Mi trabajo ha sido tan endógeno como exógeno; sin embargo, sería imposible llevarlo a oídos con escucha activa si no encontrara el camino a mujeres como Cristina, dispuestas a escucharme sin prejuicios.
  • Así fue que Cristina, el primero de julio del 2024, tendió el puente entre la mujer que soy y he sido y la institucionalidad, dándome el privilegio y la oportunidad de conocer docentes sensibles a lo que tenía que decir en una de las instituciones más prestigiosas de este país.
  • Gracias a esta oportunidad que me brindó Cristina Vélez y a personas que no se quedaron con solo palmaditas en la espalda, he comprendido conceptos como los “huecos estructurales”. Cuando fui ponente en EAFIT sobre neurodiversidades y neurodivergencias, Cristina mencionó este término, y lo relacioné inmediatamente con algo que yo conocía como las grietas dentro del sistema. Es otro término que, cuando estudié, me di cuenta de que no era solo mío, que otros pensadores han conceptualizado. Hoy le digo a las académicas que muchas veces ningunearon mi voz que les doy la razón, que muchos de mis análisis filosóficos y pensamientos empíricos que salían desde el fogón de mi casa y la realidad, lejos de una ola y lejos de los libros, otros pensadores lo tuvieron presente. Sin embargo, yo lo hice desde otra salida y otro enfoque, y me siento orgullosa de haber tenido la capacidad de hacerlo, algo que se lo debo a mi neurodivergencia, no solamente a mi fuerza de voluntad y convicciones.
  • Gracias a ese *Feminismo Artesanal, tejido desde las **vísceras de la realidad, y a mujeres como Cristina, he podido ver mi proceso de fondo. Una mujer que no quiere ser mencionada me permitió ir a un pregrado y graduarme con un puntaje honorable como comunicadora. Entendí que soy *Educomunicadora y a eso voy a dedicar el resto de mi vida. Gracias a personas que no se quedaron con palmaditas en la espalda, he comprendido conceptos como los “huecos estructurales”, un término de la teoría de redes que se refiere a las brechas en las conexiones sociales que pueden ser aprovechadas para generar nuevas oportunidades y recursos.
  • Hoy, soy comunicadora para la vida y las resistencias, y periodista para el desarrollo humano. Nací en medio de la miseria y la violencia, y jamás pude pensar en serio mis procesos cognitivos.
  • Solo cuando una mujer decidió pagar mi estudio superior, pude identificar mi propia biografía y “cientifizarla”.
  • Hoy sé que soy una mujer neurodivergente y que, aunque todas las realidades están atravesadas por la realidad de clase, mi particularidad cognitiva me hace sumamente valiosa.
  • Me metí de cabeza en estos temas porque me atravesaron la vida y porque sé que mi voz y mi experiencia pueden hacer la diferencia.

Parte 1: La Neurodiversidad y la Autoridad Mental

Así fue el dos de diciembre del 2024. Esto es lo que en mi cabeza quise hacer para lucirme con mis conocimientos en los parámetros establecidos porque sabía que sería medida en esos métodos.

El dos de diciembre del 2024, tenía claro que iba a gastar tres minutos en el objetivo principal de mi charla: la importancia de entender y respetar la neurodiversidad. Este concepto, que abarca la diversidad de cerebros y mentes humanas, es fundamental para una educación sin exclusión.

Otredad Mental

La otredad mental se refiere a la diferenciación entre uno mismo y el otro. Es crucial entender que cada persona percibe y procesa el mundo de manera única. Aquí entra el concepto de autoridad mental, que es la percepción y el respeto hacia las capacidades cognitivas de cada individuo.

Educomunicación para el Desarrollo Integral

La Educomunicación es una herramienta poderosa para el desarrollo integral.

En un mundo donde la tecnología y los medios de comunicación son omnipresentes, estas herramientas pueden y deben ser utilizadas para facilitar el aprendizaje diverso. La tecnología ofrece adaptaciones que pueden hacer la educación más accesible para todos.

Parte 2: Neurodiversidades y Desafíos Cognitivos

Neurodiversidades, Neuro tipicidades y Neurodivergencias

Es fundamental entender los conceptos de neurodiversidades, neurotipicidades y neurodivergencias. El cerebro ejecutivo es el encargado de la planificación y el control de impulsos, mientras que el cerebro operativo sigue las instrucciones del ejecutivo. Un ejemplo claro es la realización de recetas: el cerebro ejecutivo decide qué cocinar y cómo, mientras que el operativo ejecuta las acciones necesarias.

Necesidades Sensoriales y Parálisis Cognitiva

Las necesidades sensoriales y los desafíos que enfrentan las personas neurodivergentes pueden llevar a una parálisis cognitiva, donde el cerebro ejecutivo y operativo no pueden funcionar adecuadamente debido a estímulos sensoriales abrumadores. Es crucial que los docentes sean sensibles a estas realidades y no etiqueten a sus estudiantes como perezosos o problemáticos sin entender sus desafíos.

Diagnósticos y Avances en Derechos

Hoy en día, hablamos de TEA (Trastorno del Espectro Autista), TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), dislexia, discalculia, y otros diagnósticos que ayudan a entender mejor las necesidades de cada individuo. Sin embargo, estos diagnósticos no siempre ofrecen respuestas inmediatas a las necesidades humanistas de las personas neurodivergentes. Necesitamos herramientas adaptativas y procesos flexibles para apoyar su desarrollo integral.

Docentes en el Armario con sus Diagnósticos

También quise hablarles de los docentes y las docentes que viven en un armario con sus diagnósticos por miedo a perder el trabajo. Es necesario que ellos también tengan herramientas adaptativas y procesos ajustables para ejercer su profesión de manera efectiva y sin temor.

Conclusión: Apoyo, Respaldo e Identidad en la Academia

Para concluir, quise compartir mi experiencia de vivir como una persona neurodivergente sin saberlo durante 40 años. Desmitificar la neurodivergencia es esencial para avanzar en derechos y crear un entorno sin exclusión. La vida tiene un propósito significativo, mientras que la mera existencia es simplemente ocupar un espacio y gastar oxígeno. Recordemos que los docentes no estudiaron para hacerse millonarios, sino para cambiar el mundo. Es vital apoyar tanto a estudiantes como a docentes en su identidad y desarrollo dentro de la academia.

Diferencia entre un Entorno Inclusivo y un Entorno sin Exclusión

Quise explicar la diferencia entre un entorno inclusivo y un entorno sin exclusión. Esa era mi propuesta, acompañada de diapositivas, videos y otros recursos. Un entorno inclusivo busca activamente integrar a todos, mientras que un entorno sin exclusión se asegura de que nadie quede fuera, proporcionando las adaptaciones necesarias para que todos puedan participar plenamente.

Quise lucirme con mis conocimientos y parecer un poco neurotípica, ajustándome al sistema para llenar los zapatos pedagógicos. como si tal cosa fuera posible la herramienta deficiente del enmascaramiento no es fácil de destejer y por eso sigue uno con esas ” mañas”,

Ese fue mi intento ” neurotípico” de demostrar que, pese a las diferencias en nuestros procesos cognitivos, es posible contribuir significativamente en el ámbito educativo desde las neurodivergencias.

Todo eso estaba muy bien estructurado para 40 minutos ni uno más.

Cada parte de ” la exposición” tenía sus tiempos contabilizados con las debidas diapositivas, videos y demás.

Cristina me había encomendado que lo más importante era que no tardara más de 40 minutos.

Aquí está lo que realmente sucedió

Sucedió lo que tenía que sucederle a cualquier orador neurodivergente sin pensamiento ejecutivo y operativo típico, con hiperactividad mental y otras cositas.

A pesar de los desafíos, logré transmitir mi mensaje y conectar con la audiencia, demostrando que la neurodivergencia no es un obstáculo insuperable, sino una forma diferente de experimentar el conocimiento y la vida.

También la gran oportunidad de contribuir al mundo desde la otredad mental, la diversidad cognitiva y la ética de la No exclusión.

Después de haber estudiado y programado, de haber cumplido con todo lo que exige la ilustre academia referente a una ponencia, exposición o como quiera que lo llamen, después de contar con apoyos para hacer unas diapositivas, un video y estudiar y estudiar el libreto “un millón de veces”, las diapositivas se extraviaron. Pasó lo que pasa siempre porque la vida es como es, es caprichosa.

El encuentro empezó algo tarde de lo previsto por asuntos de último minuto y yo estaba ansiosa y preocupada pensando en el cansancio de los profesores, la espera y sus jornadas.

Eso hace la sensibilidad, siempre estamos pensando en ese tipo de cosas.

Así que esa ansiedad acabó conmigo, mi hiperactividad mental me avasalló.

Cogí el micrófono después de que Cristina me presentó e hice lo que tenía que hacer.

Fui una comunicadora para la vida con toda esa información y la transmití sin las diapositivas y sin los protocolos académicos, absolutamente nerviosa, avergonzada, sintiéndome insignificante delante de magísteres y doctores que son docentes, disimulando, haciéndoles enmascaramiento para que no se dieran cuenta que quería salir corriendo porque todo se estropeó.

Empezamos tarde y lo que había preparado no estaba.

Acudí a mi memoria emotiva y al año y medio que estudié actuación, como lo he hecho toda mi vida desde antes de ser una profesional certificada.

A mi manera, les hice un sancocho de información tratando de condensar todo lo que quise decir.

Finalmente, algunos docentes se acercaron para contarme parte de sus experiencias.

Durante la oratoria vi algunas caras largas que no estaban muy a gusto con lo que decía y también conecté con gente maravillosa, gente que se despojó de sus titulaciones y escuchó con el corazón.

Tuve un hiper foco emocional donde solo les hablaba de las cosas negativas que viví en mi proceso y cuando llegó el momento de ellos para preguntar cualquier cosa.

Yo estaba nerviosa, me sentía diminuta, como si hubiera fallado, como si lo que hubiera dicho fuera insuficiente. Aun así, con ese enmascaramiento que nos acompaña a la mayoría de las personas neurodivergentes, estaba tranquila para responder desde el conocimiento porque he sido una investigadora juiciosa y rigurosa y todo lo que comparto es real y lo puedo evidenciar.

En medio de esa confusión intelectual y emocional, estuve lista para contestar. Mi gran sorpresa fue encontrarme con una docente que habló de su vida personal, de cómo ser docente con un estudiante neurodivergente es doble labor.

Narro que uno de sus estudiantes atentó contra su vida y ella se sentía culpable. Tuve la oportunidad de explicarle que no era su responsabilidad, que estamos en el proceso buscando herramientas y la respuesta no puede ser que los docentes pierdan su salud mental por tratar de cuidar los procesos de los estudiantes neurodivergentes.

Otro docente que llamó mi atención fue uno que me dijo que no se quería quedar solamente con mi historia triste, que quería saber si había docentes que me hubieran hecho la vida mejor.

Y por supuesto, ofrecí disculpas por ser tan negativa.

Mi foco emocional me llevó únicamente a las cosas más dolorosas del proceso y si ese profesor no me saca de ese estado lamentable de crítica y solo negatividad, no les puedo contar que tuve un decano de puertas abiertas y unos docentes magníficos.

Aun cuando otros fueron detestables.

Respondí parada como un estandarte político y pude decirles aquí estoy gracias a docentes que abrieron el corazón, no solamente “docentes de duro corazón”. Utilicé este término para evitar palabras castizas o vulgares dentro de la academia.

Narre como el decano Emmanuel Enciso de la Uninpahu en la facultad de comunicación y mi director de trabajo de grado Luis Felipe Navarrete son solo dos de por lo menos siete docentes que me contuvieron durante estos años de formación e hicieron posible que hoy yo les esté contando esta historia.

Así concluyó la experiencia y no podía quedarme sin contarles porque fue un día mágico, trascendente para la historia de mi profesión como Educomunicadora para la vida y periodista para el desarrollo humano integral y también como la speaker en que me estoy convirtiendo.

Mi interés más profundo es aportar al mundo que me rodea. Me enorgullece terminar el año de esta manera.

Finalmente, todo salió bien.

Las personas fueron muy amables conmigo, algunas me felicitaron. Mi gran amigo Raúl Fernando Díaz, el mayor referente que tengo en oratoria, me dijo que este fue el trabajo más organizado y estructurado que he hecho en los 10 años que lleva escuchándome. Cristina me dio todo su amor y dijo que todo salió muy bien. Eso me devolvió el alma al cuerpo. Celebré y brindé en nombre de todas las personas neurodivergentes que tenemos tanto que aportar como investigadoras y como sujetos de conocimiento activo. Esto para mí constituye una victoria.

Por supuesto, vuelvo y les digo, esta columna fue escrita con la ayuda de la IA. Llevo dialogando con la inteligencia artificial dos horas y media para asegurarme de decir exactamente lo que quiero decirles. Y como estandarte político se los digo: soy el ojo rector del trabajo que hace la herramienta y no voy a sentir vergüenza jamás, como disléxica con disgrafía, de hacer uso de esta tecnología que llegó enhorabuena a mi vida.

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