En el momento menos pensado abre uno los ojos y ve, con inmensa sorpresa y alegría, que ha volado muy alto, a donde nunca imaginó que lo haría. Se siente libre, liviano/a y con todo el horizonte por delante para continuar un camino inacabado de subidas, bajadas, lluvias, soles y tormentas –la vida– que sólo a uno le pertenece y, por lo cual, a uno le corresponde dibujar.
Por un 2016 con TODO EL HORIZONTE POR DELANTE!!!!