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Publicado el Paula Castillo Lenis

Era necesario el encierro de humanos

Coronavirus: era necesario encierro de humanos
Las playas de Santa Marta y Cartagena han resplandecido. Fotos: Facebook

La naturaleza sigue agradeciendo al Covid19. Esos 40 días de descanso resultarán ser pocos para todo lo que la Tierra debe recuperarse de años y años de destrucción masiva. Pero lo que hemos visto hasta el momento da cuenta de lo rápido que se recupera. De lo rápido que sus colores vuelven a brillar.

 

Sin humanos, todo parece equilibrarse. La naturaleza muestra su majestuosidad, su encanto, su belleza. Los animales han recobrado su libertad y ahora se mueven como amos y señores del planeta, cómo debe ser siempre. ¿Qué tal si cuando acabe todo esto nos acordamos de estas imágenes y somos más compasivos con el planeta?

Las playas de Santa Marta y Cartagena han resplandecido y ahora se muestran coquetas con sus aguas cristalinas. Nos dicen entre murmuros que quieren permanecer así y que les da temor cuando acabe el encierro porque no quieren volver a perder su color.

Playas de Cartagena durante la cuarentena
Playas de Cartagena durante la cuarentena. Foto: Facebook

Cuando todo esto pase, y queramos recuperar el tiempo perdido ojalá sea para besarnos, abrazarnos, apretarnos las manos y hacer un trato: que nada volverá a ser como antes. Que seremos mejores seres humanos, que respetaremos los recursos naturales, que ahorraremos agua, que no desperdiciaremos comida, que reciclaremos y que escucharemos con atención lo que nos quiere decir la naturaleza.

Cuando todo vuelva a la normalidad hagamos que lo cotidiano se convierta en un verdadero milagro. Que las idas a la playa sean de contemplación y no para arruinarlas con plástico. Que los baños en el mar sean para cargarnos de energía y no para dejar nuestra mala energía en ese lugar sagrado. Que las vacaciones sean para descansar y no para destruir.

Cuando pase la pandemia agradezcamos por todo lo que el virus nos enseñó y aprendamos de una buena vez que la vida es muy corta como para arruinarla en segundos destruyendo la Tierra.

El Rodadero, en Santa Marta, en época de cuarentena
El Rodadero, en Santa Marta, en época de cuarentena. Foto: Facebook

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