Palabra Maestra

Publicado el Compartir Palabra Maestra

¿Por qué cambian las formas de trabajar y las competencias requeridas?

por-que-cambian-las-formas-de-trabajar-y-las-competencias-requeridas

 

Los puestos de trabajo, tal como los conocemos hoy, no serán los mismos en el 2030. De hecho, los trabajos de hoy y las tareas asociadas a ellos,  las competencias requeridas y las formas de adquirirlas, son diferentes a los escenarios de los años noventa del siglo pasado.

La situación plantea retos descomunales: a los trabajadores, al sistema educativo y las maneras de aprender, a las empresas y, desde luego, a los gobiernos.

¿Qué factores determinan los cambios en el trabajo y las competencias requeridas? ¿Cómo reaccionan las diferentes sociedades ante tales cambios?

1.  Innovaciones tecnológicas a un ritmo vertiginoso

De acuerdo con el Foro Económico Mundial (y autores como Thomas Friedman),  el primer factor en las profundas alteraciones del mercado laboral se refiere a la velocidad del cambio tecnológico que la humanidad está experimentando en estas décadas.  Las innovaciones tecnológicas asociadas a la robótica, la inteligencia artificial,  los nuevos materiales, la nanotecnología, la gestión del “big data”, entre otros campos, están cambiando las estructuras de las cadenas productivas, los modelos de negocios y, por ende,  sustituyendo puestos de trabajo por nuevas ocupaciones y, desde luego, nuevas destrezas asociadas a aquellas.  Como telón de fondo de las innovaciones mencionadas se halla la revolución digital: el crecimiento exponencial de la capacidad computacional, del aumento en el ancho de banda y el auge de internet móvil y el poder creciente del “enredamiento” (como registro: más del 50% de la humanidad con acceso a internet móvil o fijo, comunicándose a través de redes de distinto orden).

2. La evolución de la forma en que aprendemos

En la medida en que cambian los trabajos y los requerimientos (competencias) para desempeñarlos, es obvio que la forma en que los trabajadores actuales y potenciales aprenden (en toda la gama de ocupaciones complejas a las mas simples, de las tareas sustituibles rutinarias, “robotizables” a las de alto contenido cognitivo) juega un papel determinante en la situación de, primero,  aquellos que podrían ser desplazados por la tecnología y, segundo, la capacidad de enrolarse de parte de nuevos contingentes que ingresan a los mercados laborales. Un papel de primera línea le corresponde a la capacidad que adquieran los individuos y las empresas de promover el aprendizaje para toda una vida (“life long learning”), sinónimo de la necesidad permanente de actualización de cara al veloz cambio tecnológico. El gobierno juega un papel importante en la medida en que, por diferentes mecanismos, puede facilitar el acceso al auto-aprendizaje, incluyendo facilidades para el financiamiento (por ejemplo, de Moocs) y la adquisición, en el sistema formal, de dicha competencia de auto-aprender, por un lado. Por otro, en su capacidad de incidir en los cambios dentro del sistema educativo formal, conducentes a mayor pertinencia en términos de las nuevas realidades del mercado laboral.

3. La movilidad del talento

¿Qué tanto puede circular y movilizarse el talento humano, tanto en los contextos nacionales como internacionalmente? ¿Pueden revivir estrategias de corte proteccionista que, en supuesta defensa del trabajo nacional, erijan barreras que frenen los flujos migratorios? La respuesta a tales preguntas es importante en la medida en que los flujos migratorios laborales guardan relación directa con la búsqueda de oportunidades laborales (así los motivos de las emigraciones estén relacionafdos con situaciones de conflicto o de crisis económica). El movimiento del talento representa uno de los aspectos cruciales de interdependencia  en el mundo global contemporáneo. Quien emigra aprende o transmite conocimientos.

Para finalizar, las reacciones de las diferentes economías y naciones son distintas entre sí, dependiendo, principalmente de los aspectos segundo y tercero mencionados. El primero, el del cambio veloz en la tecnología, es un hecho. Se podría afirmar, en resumen,  que sociedades en las que se arraigue la cultura del aprendizaje para toda una vida (de parte de individuos y empresas) y que, además sean abiertas en el sentido de promover el movimiento del capital humano, serán las mejores asimiladoras y aprovechadoras del cambio tecnológico que está cambiando el mercado laboral a pasos de gigante.

Autor:
Rafael Orduz
Gerente general de la Fundación Compartir 

Comentarios