Mucho se habla de la inteligencia emocional, de qué hacer y cómo comportarse. Cada vez que leo uno de esos artículos me siento poco menos que una araña peluda, todo lo que NO hay que hacer es lo que hago y todas las señales de ser inteligente emocionalmente brillan por su ausencia, pero lo peor es que un día por fin fui valiente y lo comenté con una amiga. Antes lo que hacía era mentir y decir “¡Pero claro que soy capaz de olvidar el pasado! Es más, yo tengo Alzhimer pero en positivo” y ese día me di cuenta que ella hacía lo mismo, se aprendía las respuestas de memoria y luego, en su vida diaria era un desastre.
La cosa no quedó allí, seguí preguntando a los más allegados y ellos a su vez preguntaban a los suyos y me pasaban los datos. El resultado de esta encuesta fue que casi todos somos unos idiotas emocionales.
Sí, lo confieso, en mi entorno y unos 10.000 kilómetros a la redonda, nadie tiene ni la más mínima idea de qué hacer cuando por ejemplo alguien te deja, de cómo educar a un hijo, de cómo dejar de pensar en el pasado, de cómo sacar de tu vida a la gente negativa y rodearte sólo de Candys Candys, es más, muchos sospechan que la persona más negativa de su propio entorno son ellos mismos… Yo misma sospecho que fui educada en el método de ensayo y error, y en mi caso el resultado debe ser error porque no entiendo cómo funciona el 99% de la gente, lo que según los test de inteligencia emocional es fallo mío.
De la misma manera estoy educando a mi hijo, pobrecito mío, mi mamá al menos tenía cuatro, yo sólo tengo uno, así que es mi ratón de laboratorio. No sólo experimento, si no que además cambio todos los días de estrategia, de tal manera que él mismo se ha dado cuenta y me dice:» Mamá, pero no habíamos quedado en que esto no se hacía»; y por eso su cacao mental es total.
Como ejemplo vamos a analizar uno de esos tests, y usted que está en su casa, intente contestar con la verdad, no importa que el resultado sea que es idiota, ya somos multitud:
Cada vez es más reconocido que la inteligencia emocional es un factor importante de nuestro éxito y felicidad, no sólo en el trabajo, sino también en nuestras relaciones personales y en todas las áreas de nuestra vida. (Aquí ya empezamos mal, no se usted pero yo me siento culpable)
Harvey Deutschendorf, experto en inteligencia emocional y orador, señala que las personas con una alta inteligencia emocional suelen obtener mejores resultados, pero ¿qué es lo que distingue a este tipo de personas?
Aquí tienes 7 hábitos para saber si eres una persona con alta inteligencia emocional o para aprender y seguir estos pasos.
1. Se concentran en lo positivo.
Sin ignorar las malas noticias, las personas emocionalmente inteligentes han hecho una decisión consciente de no gastar demasiado tiempo y energía que se centra en los problemas. Buscan soluciones a un problema, se concentran en lo que son capaces de hacer y lo que está dentro de su control. (Yo no, es más siempre estoy pensando en los kilos de más, en que no me gusta el color de mi pelo, en que mi jefe me tiene entre ceja y ceja y cuando tengo un problema me vuelvo un 8, no encuentro solución racional a nada.)
2. Se rodean de gente positiva.
Las personas con mucha inteligencia emocional no pasan tiempo escuchando a los quejosos y tienden a evitar a las personas negativas. Las personas negativas son una pérdida de energía y no están dispuestos a dejar que otros agotan su vitalidad. Incluso las personas negativas aprenden rápidamente a evitar a las personas positivas.
Pasan tiempo con otras personas que son positivas y se ven en el lado brillante de la vida. Tienden a sonreír y reír mucho y atraer a otras personas positivas. Su calidez, apertura y actitud hace que otros los vean más dignos de confianza. (Ya quisiera hacer yo parte de esa secta de la sonrisa permanente, aunque ahora que lo pienso lo primero que se me vino a la cabeza fue una imagen de Pernito y Bebé, los payasos de mi infancia, y yo creo que soy incapaz de vivir así.)
3. Son capaces de poner límites y ser firmes cuando es necesario
Aunque su carácter amistoso puede hacer que parezcan presa fácil para algunos, son capaces de poner límites y hacerse valer a sí mismos cuando es necesario. Demuestran la cortesía y consideración, pero se mantienen firmes al mismo tiempo.
No hacen enemigos innecesarios. Piensan antes de hablar y se dan tiempo para calmarse si sus emociones parecen llegar a ser abrumadoras. Respetan sus tiempos y los compromisos y saben cuándo tienen que decir No.
(Qué fácil es hablar sin conocer a mi familia, qué fácil es decir adiós o decir NO sin haber amado, creo que me estoy conformando con esta idiotez emocional, empieza a gustarme.)
4. Piensan hacia adelante y están dispuestos a dejar atrás el pasado
Aprenden de sus errores del pasado y lo aplican a sus acciones en el futuro. Nunca ven el fracaso como permanente.
(Yo no soy rencorosa, es que tengo muy buena memoria.)
5. Buscan formas de hacer la vida más divertida, feliz, e interesante
Ya sea en su lugar de trabajo, en casa, o con amigos; saben lo que los hace felices y buscan oportunidades para ampliar el disfrute. Sienten placer y satisfacción al ver a los demás felices y realizados, y hacen todo lo posible para alegrar el día de alguien más.
(Como diría Daniel Samper: Llévate esos payasos. Que no, que no creo que me haga más feliz andar por las esquinas intentando que otros sonrían)
6. Eligen sabiamente la forma en que gastan su energía
Son capaces de sobrepasar los conflictos donde se involucran con los demás. No se aferran a la ira por lo que otros consideran de ellos, en lugar de eso, usan el incidente para crear conciencia sobre la forma de NO dejar que suceda de nuevo. ‘Si me engañas una vez, la culpa es tuya, si me engañas dos veces, la culpa es mía’, es su lema. Perdonan, no olvidan y es improbable que se aprovechen de ellos nuevamente en el mismo conjunto de circunstancias.
(Para ser inteligente emocional yo tendría que volver a nacer, he sido educada en la revancha, en la vendetta, lamentablemente, lo sé. Pero mira a lo mejor darme cuenta de esto me hace más inteligente emocionalmente.)
7. Aprenden continuamente y crecen hacia su independencia
Son aprendices de por vida, están en constante crecimiento, evolución, abiertos a nuevas ideas y siempre están dispuestos a aprender de los demás. Al ser pensadores críticos, están abiertos a cambiar de opinión si alguien presenta una idea mejor. Están abiertos a las ideas de los demás y la recolección continúa de nueva información, en última instancia, confían en sí mismos y su propio juicio para tomar la mejor decisión para ellos mismos.
(Bueno, esta si, intento aprender todos los días, otra cosa es que lo aplique y egoísta soy un rato, mini punto a mi favor.)
Al final de leer estos 7 pasos, ponte un punto por cada cosa que ya haces si no llegas a tres eres idiota como yo.
Buena suerte.
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