Mujer y caricaturista

Publicado el Nani

El absurdo día del hombre.

 

El día del hombre existe desde hace muy poco y en algunos sitios ni siquiera se celebra. Se aprovecha el mismo día del padre.

 

El hombre ha sido históricamente el que da, el que abastece, el que ha puesto las normas, el que da los permisos y el que decide.

 

Históricamente, porque afortunadamente esto ya está pasando al olvido en los países más desarrollados, sin embargo en otros estamos en el momento de transición y ajuste más conocido también como un período de pataleta.

 

Muchos se niegan a abandonar el rol de amo y señor que todo lo puede. Y les cuesta dejar de ser el que da las flores, pero ojo, sólo si él quiere. Y entran en un diálogo interno absurdo en dónde reprochan a su pareja o a las mujeres en general el estar pasando a un segundo plano y dejar de ser el centro del universo.

 

Y como niños pequeños entran en berrinche, diciendo “¿Y yo? ¿Qué pasa con mi día? ¿Nadie va a celebrar que estoy aquí? ¿Ya nadie me hace caso? ¿Ya no depende todo de mi?. Todavía tendremos que soportar por un tiempo más a los últimos machistas que se niegan a perder sus privilegios.

 

A pesar de que las mujeres siempre hemos sido una segundonas en las sociedades más atrasadas, ellos se ponen en la minuciosa tarea de buscar los días del calendario dedicados a la mujer, la proporción de regalos que dan contra los que reciben, la inversión económica que eso supone, hacen estadísticas sobre lo que supone ser hombre, ya no mandar tanto y soportar a tu lado a alguien a quien ya no puedes mangonear, porque ya es independiente económicamente. Y es así como llegan a la conclusión de que son unos sufridos.

 

Y la mejor frase que se les ocurre es: “¿no querían igualdad?, pues nosotros queremos nuestro día”.

Entran en una competencia tonta por demostrar que ellos también sienten (celos, envidia) y que merecen ser reconocidos por la sociedad de consumo, como objeto del deseo.

Sí, queremos la igualdad, y la estamos consiguiendo muy a pesar de estos seres, de los que afortunadamente en muchos sitios ya quedan pocos, una igualdad seria, sin pataletas, sin caer en frases hechas, una igualdad verdadera, en el hogar, en el trabajo, en las calles para poder andar libremente sin ser acosadas y para poder decidir por nosotras mismas.

 

Pobrecitos esos hombres que se sienten menos hombres, porque pierden poder.

¿Qué tal un día de la equidad, en el que la cuenta del restaurante se pague a medias, como ya hacemos muchos? No va a tener éxito, porque sería un día normal en un mundo civilizado.

MAGOLA marzo 20 DIA INTERNACIONAL

 

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