No se trata del famoso certamen realizado por History Channel hace dos años, para nada. Esta entrada es sobre el “concurso” que vivimos día a día en redes sociales. La absurda batalla por mostrarnos bondadosos, implacables y grandes.
No sé si a todos les pasa igual, pero en lo que a mi Facebook respecta, no veo más que una competencia extrañísima por brillar. Esta tendencia no es nueva ni me la estoy inventando, pero lo que sí es cierto es que con los acontecimientos de interés general que algunos consideran banales, como que incrementan las publicaciones que apoyan mi teoría.
Resulta ahora que para algunas personas está mal ver futbol, está mal ver Miss Universo, está mal ver realities, está mal ver telenovelas, está mal cualquier cosa que entretenga y no tenga que ver con la paz mundial.
Dejemos unos puntos claros: no estoy a favor de las telenovelas como método de educación o enseñanza, no estoy a favor de las reinas de belleza como ejemplos a seguir, no estoy a favor del futbol como única pasión, ni estoy a favor de los realities como modelo de vida ideal. Ahora, con lo que sí estoy de acuerdo es con la diversión y el entretenimiento sano.
Yo me pregunto ¿será que soy muy bruta si estoy siguiendo un torneo de futbol y amo con locura la selección que tantas alegrías le está dando a mi país?, ¿será que soy muy hueca si me alegra que en un concurso internacional escojan a una colombiana como la mujer más linda del mundo? Si sus respuestas fueron afirmativas, cierren esta ventana ya mismo porque no tendría sentido que leyeran a una mujer tan bruta y hueca como yo, según sus estándares.
Las redes sociales en Colombia se han convertido en un campo de batalla bastante aburrido. Unos pelean porque otros vemos futbol, también están los que pelean porque algunos hacen público su apoyo a la decisión de la corte estadounidense sobre el matrimonio homosexual, y los que nunca faltan; los que pelean por pelear. ¿Será que todos los que se han quejado del futbol y del apoyo a los homosexuales sí están haciendo donaciones o aportes diferentes a un post en Facebook?
Sin embargo, una cosa es divertirse y verle el lado positivo a un país en el que más del 50% de las noticias transmitidas en los noticieros nacionales son negativas, y otra cosa es ser ignorante. Como dije hace unos días, entretenerse con cosas “banales” no significa que esas cosas estén borrando de mi cabeza –y de mi corazón- todas las injusticias, conflictos y guerras que lucha Colombia.
Entonces, si tengo eso claro, ¿hace falta llevar otra guerra innecesaria en las redes sociales? Y no se trata de no quejarse nunca o de no exponer nuestros puntos de vista, porque para eso las hicieron, para darnos voz a todos y lo digo yo que de vez en cuando comparto mis críticas al gobierno y a la sociedad en general, se trata de no darse mala vida por lo que dicen, hacen o piensan otros. Y en eso incluyo a todos; a los que critican a los hinchas, a los que se quejan de los concursos de belleza, a los religiosos fanáticos e incluso a los hinchas resentidos que ahora lloran por cada “ofensa” que nos hacen en otro país mientras que acá sí ofendemos a todos por papel higiénico o por favelas, pero bueno, eso ya será otra entrada porque es un tema que tiene bastante tela por cortar.
Algunos dirán que me estoy quejando de los que se quejan, y sí, eso hago, a mí manera que no es ni mejor ni peor que la de otros. Aunque preferiría más bien que vieran esto como un consejo para vivir más bonito. Ojo, no estoy diciendo que traguen entero, simplemente que seamos tolerantes y que entendamos que el hecho de publicar sobre un tema no nos hace automáticamente ignorantes de otro.
Y en cuanto a causas sociales, no necesariamente debe haber siempre unas más importantes que otras. Habrán quienes consideren más importantes a los animales, a otros les parecerá que los homosexuales, a otros la pobreza en África y a otros el hambre en La Guajira. Cada cabeza es un universo completamente distinto y nos toca respetarlo.